TORMENTA |Bellamy B.

CAPITULO 32

"Matarán a Bellamy si te quedas aquí."

Salí del trance en que me había sumergido en mi mente, sintiendo mi cuerpo más helado que de costumbre. Tomé el rifle que había usado antes para practicar, volviendo a resentir el gran peso de ésta en mis manos. 

Corrí hacia la entrada del almacén, sin pensar muy bien en mis acciones. Cuándo salí de éste, mis ojos se cegaron por un momento gracias a la luz del sol. Pero la adrenalina no bajó en ningún momento. Enfoqué mi vista varias veces, intentando eliminar los puntos negros de mi visión. 

"—Un amigo los traicionará...".

Dirigí mi vista al frente, donde pude ver el cuerpo de Bellamy hincado, parecía estar sufriendo. Pero pude percibir otro movimiento de reojo, era un muchacho alzando una roca en dirección a Bellamy. Sin pensarlo dos veces, apunté en dirección a él, jalando del gatillo del arma. Pero mi disparo falló, haciendo que capte su atención. 

"Eres una pésima tiradora."

Quise volver a disparar, pero el rifle se había quedado sin balas. El muchacho quedó enfrente de mi, dejándome ver su rostro conocido. Era un criminal del campamento. Y en su mano izquierda, llevaba un cuchillo el cual lo había empuñado a mi dirección. 

Alcé la mano para detener su ataque, él molesto por ello, optó por darme un cabezazo que dio justo en mi nariz. Sentí el sabor metálico de la sangre inundar mi boca, pasé la lengua por mis labios, sonriendo en su dirección. 

Agarré su mano con más fuerza y la torcí hacia atrás, mientras que con la otra lo tomé del cuello y lo empujé hacia abajo. Sin soltar la mano con su cuchillo empecé a asfixiarlo, viendo sus ojos aguarse del miedo y su rostro tornarse de color rojo. 

"Mátalo... vamos"

Apliqué más fuerza en su cuello, sintiendo el instinto asesino empezar a invadir mis venas. Pero en sus ojos verdes miré los de mi padre, haciendo que pierda la concentración. El chico aprovechó eso para empujarme y encajar el cuchillo en mi estómago. 

Sentí cómo la sangre salía d esa zona, pero lejos de sentir dolor, solo sentí un cosquilleo. 

El cuerpo del chico fue alejado bruscamente de mi campo de visión, para después escuchar un jadeo y goles secos. Me incorporé en mi lugar, apoyándome en mi brazo derecho, mientras intentaba regular mi respiración. Alcé mi vista topandome con una pelea entre Bellamy y el chico desconocido.

Bellamy tenía el rostro fijo en el chico, pero su mirada estaba ida. Sus movimientos eran lentos y torpes, y su contrincante sacó provecho de eso. Logró tumbarlo al suelo, empuñando el cuchillo nuevamente. 

"Mátalo"

No puedo hacerlo.

"Sabes que quieres."

No quiero matar a alguien.

"Matará a Bellamy y tu serás cómplice de eso."

No lo seré.

"¡Mátalo!."

Me puse de pie, dejando que la furia recorra cada parte de mi ser. Un cosquilleo familiar empezó a picar en las puntas de mis dedos, después recorrió a mis palmas. Cerré los ojos escuchando un montón de voces murmurar en mi cabeza, todas ellas decían que lo dejara salir. Que las dejara tomar el control. 

"Déjalo salir. Sé que quieres."

Abrí los ojos viendo que Bellamy había logrado sacarse al chico de encima, pero tenía un gran golpe en su labio. Inhalé aire con fuerza, para después proceder a dejar salir el humo. Éste envolvió al chico de su torso, sacándolo de balance. Empezó a gritar cuando el humo penetró en su piel, podía sentir como la sangre en sus venas hervía.