TORMENTA |Bellamy B.

CAPITULO 2

"Iremos a la Tierra"

Esas palabras se repetían en mi cabeza una y otra vez, no podía creerlo. La verdad nunca había tenido tanto interés en conocerla, ya que sabía perfectamente que ese era un sueño lejano. Pensé que tal vez a mi ni me tocaría conocerla, sino a las próximas generaciones. 

-¡Tu papá es un idiota, Wells!-escuché una voz masculina gritar desde lejos, pero no logré distinguir al dueño. 

-...vean esto como una segunda oportunidad- escuché la voz del canciller Jaha, quien por medio de una mini pantalla, no estaba dando un discurso. 

-Bueno, al menos nuestros crímenes serán perdonados-dijo una chica que estaba casi enfrente de mi. 

Que suerte para ella, al menos no la volverán a tratar como experimento nada más lleguen aquí. 

Un golpe en seco hizo que casi todos los pasajeros demos un grito, pero seguido de éste la nave empezó a tener turbulencias. Sonando un ruido que solo me ponía de nervios. Mis oídos pitaban y sentía como mis pulmones ardían en busca de aire. Cerré los ojos esperando que con esto desaparecieran los ruidos y los gritos de la gente. 

Bueno, si no morí por los químicos ni por inanición, lo hice porque ésta nave explotó. 

Sentí como una mano tocaba mi brazo, abrí los ojos y me encontré con la mirada de Monty, quien tenía el ceño ligeramente fruncido. 

-¿Escuchan?-preguntó llevando su dedo índice a una de sus orejas-Ya no hay zumbido. 

Ese comentario bastó para que varios de los chicos que se encontraban empezaran a desabrochar sus cinturones y a salir por una escotilla. Mis manos desabrocharon el mío y después salí de mi asiento, pero no me animaba a salir aún. 

-¿Vienes, solo Elena?-me preguntó Jasper mientras me ofrecía su mano y una sonrisa, esta vez si la tomé. 

Ambos bajamos por la escotilla y nos topamos con un montón de delincuentes más y un gran bullicio. Fruncí mi ceño cuando una chica rubia gritó algo sobre que no abran la puerta, logrando que así un chico volteara a verla contestando un poco tosco. 

-Moriremos si nos quedamos aquí igual-dijo antes de procedes a abrir la puerta. 

Pero algo en él me llamó la atención; su traje de guardia. Sentí como me faltaba la respiración, mis manos empezaron a sudar y un miedo recorrió todo mi ser. Esto no podía estar pasando. 

¿Y si lo mandaron para matarme? ¿Y si mis crímenes no habían sido perdonados? 

-¿Estás bien?-preguntó Jasper haciendo que de un pequeño salto, voltee a verlo con una sonrisa forzada. 

-Sí, no te preocupes

-Bueno, entonces ya es hora de conocer a la gran Tierra-dijo emocionado mientras tomaba mi brazo y me arrastraba a la puerta de la nave. 

Entrecerré mis ojos para poder acostumbrarme a la cegadora luz. Cuando lo hice me quedé sin palabras, todo era hermoso en éste lugar. Habían árboles tan grandes y frondosos que podías escuchar el sonido de los pájaros escondidos en ellos. 

Esto es realmente sorprendente.

-¡Debemos caminar hacia el Monte Weather!-escuché nuevamente la voz de la chica rubia. Fruncí el ceño, ya que de algún lado la conocía. 

-¿Para qué ir a Monte Weather?-preguntó el guardia que se encontraba en la nave, en sus labios estaba una sonrisa maliciosa. 

-¿Cuánto tiempo crees que duremos sin provisiones?-preguntó retándolo-¿Sin agua ni comida? Monte Weather es nuestra única salvación. Debemos ir para recolectar lo que nos ayude a sobrevivir.