Capítulo 2. Descubriendo este mundo

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Cayó la noche, estábamos sobrevolando Londres.

-Hagrid, una pregunta ¿dónde vamos?-le dije al hombre que iba conduciendo la moto voladora.

-Vamos a ir a casa de un niño el cual también acaba de descubrir que es un mago, él es un poco más especial que los demás...-yo asentí con la cabeza.

--¿Cómo se llama?-le pregunté.

-Harry, Harry Potter-me dijo él.

Me pareció muy buena idea poder conocer a un mago de mi edad antes de ir al colegio, esperaba que al menos en Hogwarts pudiera hacer más amigos, a diferencia que en mi otro colegio.

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Pasaron las horas volando, era medianoche y llegamos a una casa bastante tétrica y vieja, estaba al lado de la costa, esta noche había tormenta. Las fuertes olas chocaban contra las rocas del acantilado que había cerca. Sinceramente era la peor casa que podía imaginarme para vivir.

-PUM, PUM-Hagrid llamó a la puerta de la casa, no contestaba nadie, y la verdad era normal ya que era las doce de la noche.

-Hagrid seguramente estarán dormidos-le dije al hombre.

-PUM, PUM-volvió a llamar este, el problema es que esta vez tiró la puerta abajo.

Entró primero Hagrid y después yo, había un niño bastante gordito y asustado en el sofá.

-Perdonen la intrusión-habló Hagrid, y cogió la puerta, la levantó y la puso de nuevo en su sitio.

-Oye váyase, esto es allanamiento de morada-habló un hombre desde la escalera, este tenía un gran bigote y apenas se le notaba el cuello, se parecía bastante al niño del sofá.

Creo que ni se dieron cuenta de que yo estaba allí, porque nadie me miró ni una vez, estaban mirando al hombre gigante que tenían enfrente de sus narices.

Hagrid se acercó, agarró la escopeta que tenía el hombre de la escalera y la dobló.

-Cállate Dursley-le ordenó este.

Luego se volvió hacia el niño del sofá y le habló.

-Vaya Harry no te veía desde que eras un bebé, pero estás más crecidito, sobre todo de aquí-y este señalo su barriga.

*Enserio ese es Harry Potter, vaya me lo esperaba... distinto*

-Yo... yo... yo no soy Harry-dijo el niño, apenas podía hablar de lo que temblaba.

Entonces cuando menos me lo esperaba apareció un niño detrás de una columna. El niño era el pelo de color azabache, de ojos verdes esmeralda, como yo, y mucho más delgado que el otro. También llevaba unas gafas redondas con la montura de la nariz rota y pegada con papel celo.

*Está claro, a Harry no lo tratan ni lo alimentan, como al niño del sofá*

-Soy... soy yo-dijo el niño de ojos verdes.

-Pues claro que eres tú-afirmó Hagrid con cara de asombro-. Tengo algo para ti, he tenido que venir sentado sobre él, pero creo que aún sabe bien-entonces sacó una caja blanca un poco estrujada-. Lo he hecho yo, con sus letras y todo-dijo entregándole el paquete.

-¿Para mí?-preguntó Harry asombrado.

Abrió la caja, dentro había una tarta con una cobertura rosa y unas letras escitas en verde que decían "Fleic Cunpleanos". Sin duda a Hagrid le faltaban clases de ortografía.

La Chica Muggle //1// (Draco Malfoy y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora