Capítulo 10. Nicolas Flamel

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Las vacaciones pasaron, y no pude sacarme ese recuerdo del espejo con Malfoy.

—¿Te das cuenta? Dumbledore tenía razón, ese espejo puede volverte loco—dijo Ron a Harry, el cual volvió a ir a la sala.

Por suerte el director lo encontró allí y le convenció para que dejase de buscarlo.

Un día antes de las clases llegó Hermione, y por lo tanto mi estancia en Gryffindor se acabó. Recogí todo del dormitorio y lo metí en los baúles, ahora me tocaría estar en Ravenclaw y no sabía cómo encajaría allí.

—Es una pena que te tengas que ir Lee, tiene que ser un rollo eso de estar de casa en casa—dijo Ron.

—Lo sé, al menos conoceré gente nueva y tendremos algunas clases juntos... Me han dicho que en la sala común de Ravenclaw hay muchos libros, buscaré en ellos sobre Flamel, al menos hay que seguir intentándolo...—dije yo algo apenada, ya me había acostumbrado a Gryffindor.

Entre los entrenamientos de quidditch, las clases, y las tareas apenas tenía tiempo de mirar algo.

La sala común de Ravenclaw no tenía contraseña, en cambió para poder entrar hacía falta responder una adivinanza y en el caso de contestarla mal tenías que esperar a que alguien llegara y dijera la respuesta correcta.

La sala era circular y amplia, decorada con los colores azul y bronce, era preciosa. Había estanterías con miles de libros, sillones y la chimenea, las vistas eran del lago negro, el bosque prohibido, el campo de quidditch, los jardines de herbología y las montañas circundantes.

Dumbledore encargó a un alumno de allí para que me explicara todo, se llamaba Michael Corner, tenía mi misma edad y era muy majo.

—Si subes esta escalera a la derecha, son los dormitorios de las chicas y la puerta de la izquierda la de los chicos. En el dormitorio están todas tus cosas, tu habitación es, al entrar la tercera puerta a la izquierda. ¿Te has quedado con todo?—me dijo él, yo asentí aunque no me había enterado de la mitad.

También me había explicado la historia de Ravenclaw, sólo me quedé con que su fantasma era Helena Ravenclaw, hija de Rowena Ravenclaw.

El poco tiempo que tenía libre iba a ver a Hagrid con Hermione, Ron y Harry, o buscábamos en la biblioteca, yo también en la Sala Común.

Un día estaba buscando en un libro de una estantería, sentada en un sillón, y se acercó una chica rubia, de ojos verdes, sobre su nariz había unas gafas de color azul oscuro.

—Hola, ¿te apetece una rana de chocolate?—la chica me habló con una voz muy dulce.

—Oh, no gracias, no puedo—le respondí amablemente, era la segunda persona que me hablaba de allí en el mes y pico que llevaba en esa casa, nadie se acercaba mucho, y me miraban como a un bicho raro, aunque eso ya no me molestaba.

*La rana de chocolate...*

—¿Podrías dejarme ver el cromo?—le pregunté.

—Claro, el cormo... aquí toma—la chica me lo extendió.

Era Dumbledore, giré y empecé a leer.

Dumbledore es particularmente famoso, por derrotar al mago tenebroso Grindelwald en 1945, por el descubrimiento de las doce aplicaciones de la sangre de dragón y por su trabajo en alquimia con su compañero Nicolas Flamel.

—¡Lo encontré! Gracias... esto...—exclamé.

—Anne Jones—me dijo ella.

—Muchísimas gracias Anne—le dije y me levanté para buscar a los chicos.

La Chica Muggle //1// (Draco Malfoy y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora