V E I N T I C U A T R O🥀

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ESPERO LES GUSTE ❤️ 

AVISO IMPORTANTE ABAJO.

Y los recibieron como se lo merecían, el exterior del Banco de España estaba lleno de los populares mamarrachos con caretas

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Y los recibieron como se lo merecían, el exterior del Banco de España estaba lleno de los populares mamarrachos con caretas. Se habían organizado por redes sociales, por sus grupos de WhatsApp, entonces, vestidos con el mismísimo mono rojo y las caretas de Dalí, estaban gritando en la calle lo que tanto necesitaban oír.

—Nunca caminareis solos.—

Las manos de Florencia y Berlín se habían mantenido entrelazadas en todo el camino. La mujer nerviosa deslizaba su otra mano libre por sus muslos, deteniéndose en el camino al sentir un pequeño bulto en uno de los bolsillos de estos. No recordaba haber metido nada en su vestimenta, entonces, abrió con delicadeza este, introduciendo su mano y tratando de imaginarse, una vez dentro, qué era aquel objeto.

Una sonrisa se formó en sus labios al suponerlo, eran sus dos anillos, sus dedos se encontraron con también (lo que imaginaba ser) una cadenita. De manera inmediata giró levemente su rostro, encontrándose con Andrés, quién relamía sus labios con un pequeño nerviosismo al darse cuenta que la mujer lo había pillado.

Andrés desabrochó con un poco de dificultad unos cuantos botones, haciéndole ver a la mujer que una cadenita dorada adornaba su cuello, carraspeando su garganta y viéndola esta vez fijamente a los ojos, llevó sin previo aviso sus manos entrelazadas para sus labios, besando estas seguidamente, provocando que Florencia le sonriera con ternura y le extendiera de manera inmediata la cadena para que se lo colocara.

Separando sus manos, esta vez es ella quien desabrochó los primeros botones de su vestimenta, volteando su cuerpo seguidamente, dejando que el hombre le colocara aquello con más facilidad. Andrés se había salido con la suya, Florencia horas atrás se había negado en que ambos llevasen sus anillos, es mas, esto había provocado una leve discusión entre ellos.

—Vamos a volver, no quiero llevarlos Andrés.—

Las manos del hombre la voltearon con delicadeza, cerciorándose en abrochar todos los botones de la vestimenta de Florencia, provocando que esta se pierda entre cada detalle de su rostro.

—Que pesados loco.— interrumpió Denver, quien se había tragado cada minuto de la escena que la pareja se habían montado.

Berlín y Florencia se limitaron a carcajearse levemente, provocando que Denver rodara sus ojos y siguiese mordiéndose sus uñas con un notorio nerviosismo.

—Denver —murmuró Florencia tratando de captar la atención del nombrado— ¡Denver!

—Qué Florencia, dime.— se limitó en responder el ojiazul, tratando de no verla a los ojos.

—Eh... —murmuró con delicadeza, tomando de la misma manera la barbilla del hombre, obligándole de esta manera a que la vea— ¿Sabes por qué estoy entrando, no?

"Florencia" [La Casa de Papel] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora