"Ｆｌｏｒｅｎｃｉａ" [La Casa de Papel]

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Espero les guste ❤️.

Flashback.

"P A P Á"

—Tres semanas antes de la Hora Cero.—

Y dime tú, 
Dime cómo se controla el pulso cuando rondas cerca, 
Dime cómo ir de frente, Dónde puedo esconderme.
Dime qué hago con tus ojos 
Y estas ganas de mirarlos siempre.

Lo primero que vieron sus ojos color chocolate al despertar, fue una de las escenas mas bonitas que pudo imaginar. La noche y parte de la madrugada, Salvita se había pasado quejándose de dolor en la barriga debido a que por la mañana de aquel día, Florencia y Andrés al despertar, se lo encontraron junto a Martín embutiéndose de helado y galletas de chocolate. La mujer se olía que tarde o temprano su hijo se iba a sentir mal y por desgracia, lo hizo por la noche.

Lo último que recordó antes de quedarse profundamente dormida, fue a Andrés cantándole al niño, quien a su costado, lo escuchaba con atención y hasta había veces, que por costumbre, Salva tarareaba junto al hombre.

Esta vez, en el pecho de Andrés se encontraba Salva, durmiendo plácidamente. Por otro lado, Andrés lo rodeaba con uno de sus brazos, mientras que la otra se encontraba situada en el muslo de ella. Florencia se acercó un poco más a ellos, acurrucándose seguidamente en el hombro de Andrés y besando este con intención de despertarlo.

Obtuvo simplemente que este apretara con delicadeza su muslo, provocándole que esta se riera levemente debido a las cosquillas que le había causado. Florencia no sabía qué hora era y tampoco quería saberlo, lo único que quería era disfrutar la vida con una familia que después de tantas cosas, había terminado creando.

Sus ojos recorrieron las facciones del hombre, desde sus labios hasta su cabello despeinado. Sonreía cada vez que veía a Andrés fruncir el ceño, ⟪¿Con quién soñará?⟫ pensó. Se le hacía inevitable no morirse de ternura, ya que por otro lado, Salva, quieto en el pecho del hombre, hacía lo mismo.

Se miró, tirada sobre la cama donde años atrás también dormía, sola, sin nadie. Después los miró a ellos, durmiendo tan plácidos y acurrucados entre sí.

El mal sabor de boca comenzó a inundar su cuerpo, y no, no era porque aún no se había lavado los dientes, era por lo tonta que había sido al privarse de pasar mas momentos como este. Al lado de un hombre del que estaba completamente enamorada y un niño que... simplemente le alegraba cada mañana.

Estaba enamorada de cada día que pasaba junto a ellos, muy aparte y sacando que estaban a nada de atracar el Banco de España, cada día se convencía de que era una total idiota por no haber aceptado tiempo atrás a un hombre que la quería desde la punta de los pies, hasta el último cabello castaño que tenía.

El segundo en abrir sus ojos fue Salva, quién aún pensando en si era buena idea despertarse o no, al ver a su madre despierta, no dudó ni un segundo en irse con ella. Andrés se despertó de inmediato, viendo de manera apresurada al suelo, esperando ver al niño sobre este, las risas de Florencia y Salva se hicieron presentes, provocando que este se girara al verlos y tirara su cabeza sobre su almohada aliviado.

—Pensé que te me habías caído, cabrón.

Murmuró Andrés, provocando que el niño se riera nuevamente y Florencia lo mirara con los ojos entrecerrados. Últimamente Salva estaba más hablador que nunca y entre su nuevo léxico aprendido, decía: Cabrón, pelotudo, forro y mas palabras que gracias a Martín había aprendido.