Capítulo 150

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-Ashley este resultado afirma que tú no eres la madre de esta criatura- dijo el doctor, Ashley miro sonriente a sus padres y a la vez miro con tristeza a Mariana y a sus padres

-yo sé que tú y yo solo fuimos una aventura y la calentura nos llevó a vivir miles de cosas entre ellas el susto de ser madres y créeme que me había alegrado de ser madre de Jeffrey y si mi padre no se opone quiero darte esto- Ashley le extendió la mano dándole el fideicomiso que había hecho su padre

-no Ashley, ya habíamos hablado y solo quiero que cumplas esa parte del trato-

-pero en parte me siento culpable de que estemos aquí y tu cargando un hijo a tu corta edad-

-no Ashley ya hablamos, no lo voy a aceptar, nos vemos y cuando quieras puedes visitar a Jeffrey- Mariana le dio un beso en la mejilla y media sonrisa –te quiero y te valoro, y señores Pérez Mosa, su hija es la mujer y persona más responsable que conozco, a pesar de este susto para ustedes deben estar orgullosos de su hija- dijo Mariana y los padres de Ashley le respondieron con una sonrisa 

- Ashley, estamos agradecidos contigo y con tus padres por lo que han procurado a nuestra hija y disculparnos por este mal entendido, sin embargo, quiero reconocerte tu responsabilidad y hacernos entender que la decisión de tener al bebé era de ustedes y principalmente de mi hija- dijo el señor Goicolea

-gracias por todo Ashley, a ti y a ustedes también señores- dijo la señora Ferrer madre de Mariana. Después de despedirse Ashley y su familia se fueron a su casa, de vez en cuando hacia video llamada con Mariana y ella le enseñaba a Jeffrey, realmente Mariana sabía quién era el papá del niño, pero el chico sería un mal ejemplo para el pequeño pues su vida dependía de las drogas, el alcohol, y se podría decir que era un malandro cualquiera que en meses no llegaba a su casa y le gustaba andar de cama en cama con chicas perdiendo el control de su vida, es por eso que una vez descartada la prueba de parentesco con Ashley su única y última opción era Edwin el chico vago, sin oficio ni beneficio, es por ello que prefirió dejar las cosas como estaban y seguir con su vida.

Un año más había pasado Ashley y Joy seguían tan distantes como siempre hasta que un día Joy se animó a darle pequeñas señales a Ashley de que le seguía gustando como desde un inicio, estaban en su último semestre.

-Ashley- grito Lauren

-mande, estoy arriba-

-te dejaron esto en la entrada- Ashley bajo corriendo las escaleras 

-quien lo dejo-

-no lo sé, solo estaba esta caja afuera con tu nombre- Ashley destapó la pequeña caja - ¿Qué es? –

-un ipod, la carta solo dice esto “Ashley hace años te he observado, me encantas, aún recuerdo cuando éramos niñas y tenías miedo a mostrarte tal como eres conmigo, cuando te defendía de los inútiles que te insultaban, me gustas desde siempre, te dejo este ipod, la contraseña es 250805 no olvides ese número jamás que yo no lo haré, si después de esto quieres saber de mí, estaré a unos metros después del campo de golf, si no me buscas, entenderé que de verdad ya no me amas” eso es todo- Ashley desbloqueo el ipod con la contraseña y encontró como portada una foto de dos manos tomadas, pero nunca las identifico, Lauren ya sabía de qué se trataba, después Ashley fue directo a la app de música y escucho la canción “Romeo y Julieta” de Jorge Domínguez, durante la reproducción derramo lágrimas, miro a Lauren quien la miraba con una lágrima derramada de la emoción –ES ELLA LAUREN AUN ME AMA-

-ve Ashley, la mereces, solo no la lastimes porque ahora si te los corto- Lauren abrazo a Ashley y ambas salieron corriendo, era viernes, los alumnos se relajaban en las instalaciones, tomaban su refrigerio y disfrutaban de la convivencia, las chicas llegaron al campo de golf y solo vieron un montón de globos, un oso gigante que los sostenía, Ashley caminó hasta ellos, salió Joy detrás del oso.

-viniste-

-sí, porque te amo, nunca deje de hacerlo, perdóname por todo lo del pasado, perdóname por los malos ratos, los gritos, incluso si llegue a insultarte, evidenciarte ante alguien, perdóname-

-perdóname tu a mi Ashley, fui muy dura contigo aquel día, pero entiende el dolor que sentí al ver la situación-

-prometo, es más juro aquí frente a nuestros amigos que son lo mejor que me han pasado en la vida que nunca más volveré a hacer una estupidez de esa magnitud, te amo Joy ¿podemos regresar? – Joy solo se quedó pensando

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