Engaños y mentiras, fueron 2 palabras que probó amargamente de golpe Hinata Shoyo de un momento a otro de las personas que menos esperaba y más confiaba con todo su corazón.
"¿Cómo afrontará a la vida y sus consecuencias mientras cuidaba de dos pequ...
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Había pasado unos días desde la finalización del campeonato de voleibol y faltaba un par de semanas para culminar nuestro año escolar.
Teníamos muchas emociones encontradas desde que termino el campeonato, demasiadas, pero nada que podamos superar el equipo, no salimos del todo campeones pero al menos logramos pasar un buen momento como último año de nuestros mayores.
Y aquí me encontraba yo, terminando de barrer mi salón, ya que momentos antes mi profesora me castigo por andar distraído en toda su hora de clase, suerte tuve de que no me sacó del salón o me mandará directo a la dirección.
No es como si fuera el único en no prestar atención debidamente a sus clases, pero ahí andaba yo de ruidoso cuando mi cabeza chocó fuertemente contra el escritorio porque estaba que me quedaba dormido sobre la palma de mi mano.
Fue vergonzoso por un momento, pero no era del todo mi culpa, últimamente me hallaba cansada y me pesaba todo el cuerpo, ya sabía la razón por la que no me opuse del todo ante el castigo de la maestra.
Suspiré agotado– Ufff, creo que eso es todo.– mire todo el salón que ya estaba limpio y ordenado– ¿Que hora será? Las 2:04 de la tarde, ¡agh!
Era tarde, otra vez, y se me fue la oportunidad de hablar con él sobre aquel tema, ¿seguro se preguntarán quién y por que lo digo? Esta sería una explicación muy breve ante mi historia.
Meses después de iniciar el año escolar y unirnos al club de voley, resulta ser que la tanta incompatibilidad que tenía con él se volvió como un imán debido a los distintos retos y competencias que teníamos, incluyendo nuestra buena coordinación al jugar, ¿que puedo decir? Me encantan sus colocaciones y eran perfectas ante mis saques.
Por alguna extraña razón era admiración que tenía se volvió en atracción, debo decir que siempre le atiné a las mujeres alfas, pero tal parece que mi cerebro y corazón cambiaron los planes en simples segundos de mi vida.
Y no supe cuando fui simplemente correspondido después de meses, y no porque yo me declarará, si no que se me habían declarado, ¿loco verdad? Del que podía esperar eso era de mí mismo, pero a decir verdad me alegró muchísimo el saber que tenía los mismo sentimientos que yo sin siquiera tener que decírselo, eso me emocionó aún más.
Aunque ya lo intuía un poco, ya que un día en el gimnasio cuando aún no había ingresado alguien a este, fui el primero en llegar y agradecía a los dioses que me hallan dado la llave un día anterior.
Entrené por unos momentos antes de empezar la rutina y me puse a descansar un poco junto a mi mochila, hasta que sentía como alguien entraba a este, me hice el dormido para poder sorprenderlo, pero ese día el sorprendido fui yo, al sentir algo demasiado cálido sobre mis labios.
Fue algo fugaz y tenue, ya que debido a los gritos de Tanaka-sempai y Nishinoya-sempai Kageyama tuvo que salir rápidamente del gimnasio.
Por lo que el poco tiempo que quedaba antes de que todos entrarán al lugar hice lo mejor que pude para poder calmar los latidos de mi corazón y el sonrojo a fuego que sentía en mis mejillas y toda mi cara.
