Engaños y mentiras, fueron 2 palabras que probó amargamente de golpe Hinata Shoyo de un momento a otro de las personas que menos esperaba y más confiaba con todo su corazón.
"¿Cómo afrontará a la vida y sus consecuencias mientras cuidaba de dos pequ...
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Había notado algo extrañó, ya han pasado dos días desde que Hinata no ha venido a la preparatoria, no es por ser adivino pero he notado su ausencia, tanto en los recreos como en los entrenamientos finales. Bueno, aparte de que soy su pareja puedo notar esos pequeños detalles, desde que salimos juntos me busca directamente a mi salón, molestándome como siempre lo hace y terminando en una absurda pelea, que al final se nos hace cómica.
Estos dos últimos meses desde que me veo a solas con Sugawara-san he estado más distante con él, hasta en este último mes que a estado mas insistente que de costumbre haciendo que me irritara más hasta el punto de insultarlo.
No lo hago intencionadamente, actúo así por el hecho de que estoy traicionando la confianza de Hinata, no tengo el valor de parar con todo esto o siquiera mirarle a la cara y decirle toda la verdad.
Desde el momento en el que accidentalmente probé los dulces y adictos labios de mi sempai no pude parar, simplemente hablábamos del valor de uno mismo siendo pareja, hasta que terminamos siendo lo que somos ahora, amantes.
Ambos tenemos lo mismo en común, desconfianza, temiendo por el abandono de nuestras parejas, pensando estúpidamente que si estábamos juntos por el simple deseo sexual no nos afectaría de manera abrupta.
Hinata... se que no merezco su perdón, maldición, fregué lo poco que quedaba de dignidad y sobre todo mi fidelidad, lo admito, pero trataré hasta lo imposible de obtener nuevamente su confianza, así me tomé años.
Hoy tal vez sería el día en el cuál me sincere con él, se que de algún modo nos separaremos, pero prefiero que sea así a que siga viviendo conmigo una mentira.
Tenía que enfrentar la realidad antes de que se me escape de las manos.
Lo había buscado por todas partes para poder almorzar juntos como habitualmente hacíamos, pero no lo hallé, así que decidí ir yo mismo a buscarlo a su salón. Cuando ya estaba frente a esta vi como algunos alumnos aún permanecían ahí, así que decidí preguntarle a alguno si había visto a Hinata.
–Oye tú, el de lentes.– estaba con mis manos en el bolsillo mirando fijamente a lo que parecía ser el compañero de Hinata, ya que estaba almorzando y hablando con otro chico al costado de su asiento.
–¿S-si?– se sobresaltó al instante parándose rápidamente, creo que fue por que use mi voz grave.
–¿Sabes dónde se metió Hinata?
–¿H-habla d-de Hinata Shoyo?
–Si ese enano, soy su alfa. Vengo buscándolo hace rato y no lo encuentro.– hablé serio. El único Hinata que había en su clase era él, ¿acaso era tonto o se hacía?
–Bu-bueno lo que pa-pasa es que...
–¿Es qué "qué"?
–Hace 2 días que no sabemos absolutamente nada él, incluyendo hoy, tampoco se presentó en las clases.– dijo velozmente respondiendo mi pregunta, no parece que estuviera intimidándolo.
