EN PAUSA
*.·'Aiyanna Tala es llamada por Edward Cullen para proteger a Bella y acabar con Víctor, pero lo que nadie esperaba es que Seth Clearwater se imprimara de ella y ahora le toca escoger si dividir su corazon en dos o escoge un solo amor.·.*
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Camino por el bosque, tratando de no dejar mis huella y sin hacer ruido, teniendo cuidado con las ramas y hojas secas para que no me escuchara venir.
Tenía días viendo aquel hombre que brillaba bajo la luz del sol, me parecía interesante y demasiado tentador verlo, mi padre me había hablado mucho de aquellos seres que tenían aquel brillo, que se alimentaban de humanos y bebían su sangre, que si veía uno cercas de nuestros territorios tenía que dar aviso para que mis hermanos pudieran acabar con el. Un escalofrío recorre mi cuerpo y a lo lejos noto que estaba caminando frente a mí, me oculto detrás de un árbol y empiezo a escalar este con rapidez. Camino sobre la ramas, mirando hacia abajo siguiendo al hombre.
Estaba vestido con una ropa extraña, muy diferente a la de mi tribu, era de un color como la de mi piel, el pelo ondulado y castaño, facciones marcadas y una complexión delgada. Tenía dos cosas en sus mano, era de color café oscuro y gruesa con líneas blancas dentro de esa y el otro parecía una rama delgada con la que movía con facilidad podía hacer trazos con lo otro.
Se había detenido mirando hacia arriba frente a él, me detengo y brinco hacia el otro árbol pero quebró una rama haciendo que casi callera pero logró brincar a otra rama. Pero me quedó estática al ver que aquel hombre miramada hacia el árbol donde yo estaba.
— No creo que pueda verme... — susurro.
Hace un gesto y me da la espalda, sigue mirando donde mismo y noto que hay un pajaro de color azul, frunzo el ceño pensando en lo que hacía en sus manos.
— Que hombre tan extraño. —veo que empieza alejarse y en un parpadeo el desaparece.
Bajo de un salto del arbol y camino de regreso hacia la tribu. Camino pensando sobre aquel hombre y el por qué no me parece una persona tan mala. Me detengo al escuchar algo a lo lejos, muerdo el labio nerviosa pues si se trataba de mis hermanos y me veían en estos rumbos le dirían a mi padre y eso no sería nada bueno.
