30 Capítulo

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Samuel

-¡Exijo saber qué pasó con mi hija y por qué no hizo nada cuando pusimos la denuncia!

-Señor Santo Domingo, no teníamos las pruebas suficientes para proceder como una denuncia oficial.- habla el oficial Park. -Los secuestradores de su hija y Sebastien fueron Karla Jaramillo y otro sujeto llamado Adam. Aparentemente tenían motivos.

-¿Y por eso van a dejarlo pasar?- exclamo molesto.

-No, señor Santo Domingo. Karla Jaramillo, su papá, y Adam están a la espera de ser condenados a cadena perpetua por extorsión, narcotráfico, secuestro y asesinato en primer grado.

-¿Y quien paga por los daños ocasionados tanto física como psicológicamente?

-Señor Jaramillo...- el policía no sigue hablando por la interrupción del doctor.

-¿Me permite un momento?

Asentimos con la cabeza y el doctor empieza a mirar unas hojas.

-Juliana Santo Domingo tenía alto grado deshidratación, tenía una contusión en la pierna, y según los resultados de los exámenes de sangre, tenía altas dosis de Flunitrazepam.

-¿Podemos verla?- pregunta el oficial -Necesito declaraciones de la víctima.

-Siganme, por acá.

El doctor nos abre una puerta y veo a mi hija ahí en la camilla, con tantos medicamentos al rededor. Se me comprime el corazón de solo pensar todo lo que la hizo sufrir la hija de ese desgraciado.

-Hija- le tomo la mano.- ella voltea lentamente su cabeza hacia mi. Puedo ver en sus ojos el dolor, la tristeza. Le empieza a temblar el labio inferior y acto seguido se desbordan sus ojos.

La tomo entre mis brazos -Aquí estoy, mi princesa. No volveré a dejar que alguien te haga daño.

Escucho los tacones de Geraldinne entrando a la habitación. Ni siquiera se inmuta viendo a nuestra hija en este estado.

-El doctor dijo que ya nos podemos ir- dice tecleando algo en su celular -En la casa hablaremos, Juliana.

Ella asiente, y yo le doy un beso en la coronilla para dejar que la enfermera la ayude a alistarse.

-Puedes dejar de ser tan insensible por una vez en tu vida- le digo a Geraldinne cuando cruzamos el umbral de la puerta.

-Ja, hablas como si te preocuparas por ella, como si fueras el mejor papá del mundo.

No tiene caso pelear con ella, Juliana me necesita y no me voy a poner a discutir con su madre.

Llegamos a la casa y Yolanda recibe a Juliana con un fuerte abrazo. Una vez más, Juliana se derrumba en los brazos de Yolanda.

La acompaño a su habitación, no ha hablado en todo el día, pero cuando estoy por salir escucho que dice en un murmullo "Se ha ido"

No puedo evitar soltar un par de lágrimas, me devuelvo y me siento en el borde de la cama.

-Papi, Sebastien no volverá nunca. Se ha ido, ha... Muerto- empieza a llorar otra vez.

-Lo sé, princesa, lo sé. Pero tienes que recomponerte, a Sebastien no le gustaría verte en este estado. A él le gustaría que estés riendo, que estés dándole la pelea a la vida, que estés estudiando otra vez.

-Juliana, voy a pedirte el favor de que dejes de llorar y te tomes tus medicamentos.- Geraldinne es tan insensible que aveces me cuestiono de por qué me casé con ella.

Juliana solo me mira y se limpia las lágrimas rápido. -Vas a volver a la universidad la próxima semana. Nos estás haciendo perder dinero.

-¿Puedes callarte por un minuto en tu vida?- me levanto plantandome frente a ella -Nuestra hija acaba de ser liberada de un secuestro. PASÓ POR TORTURAS, VIÓ A SU NOVIO MORIR.

-¿Y es culpa mía? Le dimos permiso para dos días, si se hubiera devuelto cuando debía nada de esto hubiera pasado.

-Lárgate. LÁRGATE, GERALDINNE.

Se da media vuelta de mala gana y sale del cuarto. Vuelvo mi atención a Juliana, quien sigue llorando mares.

-Ya sé que todo esto es culpa mía. Si no hubiera hecho lo que hice, Sebastien estaría vivo.

-No, mi niña, no es tu culpa. La culpa es mía, si hubiera planeado bien mis negocios, Karla no se hubiera ido encima tuyo.

-Papá, explícame ese negocio. Karla me dijo que tú les quitaste carros, propiedades.

Me acuesto a su lado dejando que me abrace -Conozco a los Jaramillo desde hace muchos años. Un día el papá de Karla nos pidió un préstamo por 100 millones de dólares, para expandir su empresa.

Se los transferimos, confiaba en él. Un tiempo después nos dimos cuenta de que había invertido todo el dinero en narcotráfico. Al darnos cuenta de eso, quisimos cobrarle el dinero, no nos queríamos manchar con sus negocios sucios.

No tenían tanto dinero para pagarnos el préstamo, hablé con mis abogados y  los Jaramillo nos entregaron tres propiedades y dos carros a modo de pago. Quedaron en banca rota, el narcotráfico no les estaba dando dinero por qué todo eso fue una estafa.- la respiración de Juliana se tornó lenta y calmada.

Cometí muchos errores, pero no volvería a dejar que le pusiera un dedo encima a mi niña.

...

Juliana

No queda más que aceptar lo que ya pasó. Y por más que quiera, por más que me duela, no puedo retroceder el tiempo y arreglar mis errores.

Sebastien era todo para mi, soñaba con casarnos, comprar nuestra primera casa juntos, tener bebés, y por último envejecer de la mano. Pasé por muchas fases antes de aceptar que lo mataron. La negación fue la más larga, me negaba a creer que estaba muerto, algo en mí me decía que seguía vivo. Con ayuda de mi psiquiatra entendí que era eso, solo una fase.

Sólo un JuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora