Sólo un Juego

3 Capítulo

Era muy temprano. No tenía intenciones de llegar tarde hoy. Ya en la escuela me di cuenta que tenía tiempo de sobra hasta que empezara mi primera clase.

Así que entré al baño para arreglarme el cabello. Vi a Danna parada frente al espejo y la saludé.

-¿Por qué no me habías contado que tenías una prima? - dije pretendiendo regañarla. - Somos amigas desde los 8 años y nunca habías mencionado a Karla.

-Por que no lo entiendes. Karla es muy mala persona desde que éramos pequeñas. No la soporto. - Danna sonaba con ganas de cerrar el tema.

-Ayer hablé con ella - solté sin más y Danna abrió los ojos. - Me pareció muy buena persona. Tal vez deberías iniciar de cero con ella.

-No, no y no. Ni en un millón de vidas - dijo Danna y salió dando zancadas.

Suspiré frente a la actitud que había tomado Danna de repente. Quería saber toda la historia, pero no quería hacerla enojar. Se abrió un cubículo y salió Karla, al verme sonrió ampliamente.

-Hola. Emmm oye, escuché tu conversación con Danna. No sé por qué me detesta tanto, pero te puedo asegurar que siempre la he querido mucho. - Dijo Karla poniéndose una mano en el pecho.

-No, no te preocupes. Ya se le pasará. Es mi mejor amiga y la conozco. - Le aseguré con amabilidad.

Miró su reloj (que se veía muy caro) y me miró apurada - ¿Que clase tienes? Creo que se nos está haciendo tarde.

-Tengo Química ¿Y tu?

-Oh, qué pena que no podamos estar juntas. Tengo Literatura. ¿Nos vemos en el receso? Me caíste muy bien y me encantaría conocerte más.

-Si, no hay problema. Nos vemos más tarde. - Salí de baño buscando el salón.

...

Cuando entré al salón, vi a Danna dibujando en su libreta. Cuando me acerqué más vi que estaba dibujando unas rosas. Danna soñaba con ser tatuadora después de graduarnos.

- Te está quedando hermoso. - dije tratando de apaciguar las aguas.

Danna alzó la cabeza y sonrió. Me senté cerca a ella, para cuando la profesora entró a la clase. Me encantaba estar cerca de Danna, me hacía reír mucho con sus ocurrencias.

- ¡Señorita Santo Domingo y señorita Torres! - nos llamó la atención la profesora al darse cuenta de que nos estábamos riendo a carcajadas. - ¿Muy interesante su charla?¿Por no nos cuentan el chiste a todos?.

-Que pena con usted, profesora. Continúe con su clase, por favor. - Dijo Danna muy educadamente mientras me hacía señas para que hiciéramos silencio.

Cuando por fin acabó la clase, nos dirigimos hacia nuestros casilleros a guardar las cosas. Nos quedamos un rato hablando en el pasillo cuando sentí a alguien tomarme por la cintura.

-Hola bebé. - dijo Sebastien cerca de mi odio, provocándome escalofríos. Me volteé y le di un beso.

-¿Nos vamos? Tengo hambre. - soltó Danna con desesperación.

-Vamos entonces - Sebastien entrelazó nuestras manos y caminamos a la cafetería. Pedimos unos sándwiches y gaseosa y nos sentamos frente al campo de fútbol.

Empezamos a comer y a molestar un rato. Me sentía completa estando con ellos.

A lo lejos vi venir a Karla, hacia mala cara frente al ruido que hacían los muchachos que estaban jugando fútbol.

Danna también se dió cuenta, pero se limitó a fruncir el ceño y a hablar con Sebastien ignorando la presencia de Karla.

-¡Hola! - Karla siempre sonreía, tenía la sonrisa muy bonita. - Oh ¿Él es tu novio? - dijo señalando a Sebastien.

-Si - dijo Sebastien abrazándome. -Soy el novio de Juliana.

Karla sonrió y fijó su mirada en Danna. Danna la miró de arriba a abajo y la volvió a ignorar.

-¿Te quieres sentar? - dije dando golpecitos en el pasto.

-Oh, claro, me encantaría. - se sentó y empezó a contarnos más sobre ella. Nos contó que sus papás ganaron todo gracias a una empresa de ensamblaje de carros. Danna dibujaba algo en su tablet para ignorar a Karla.

Cuándo acabó el receso volvimos cada uno a nuestra respectiva clase. Sébastien me acompañó hasta la puerta del salón y se despidió dándome un beso en la frente. - Nos vemos después, bebé. Recuerda que te amo. - Asentí con la cabeza y le di un beso en los labios.

Cuando salimos de clases. Fuimos con Danna a comer helado, no nos gustaba excluirla de nuestros planes, ella era muy buena amiga de los dos.

Noté a Danna distante, pero asumí que era por lo que pasó con su prima en la mañana.

Esa misma noche teníamos una fiesta y necesitabamos ir a cambiarnos. Entonces fuimos a mi casa, nos preparamos y salimos.

La fiesta era en una casa muy bonita, tenía piscina y juegos por todos lados. Todo estaba repleto de gente. Esperaba poder encontrar a Karla, era nueva y tenía que enseñarle como son las fiestas en Maryer School of New York.