7 Capitulo

29 13 0
                                    


Me desperté y vi la luz del sol que se colaba por las cortinas. Al abrir los ojos por completo sentí mucha hambre mucha hambre y cuando me volteé vi a Danna con el uniforme puesto, mientras que Sebastien estaba saliendo del baño mientras hablaba por teléfono.

Danna notó que ya estaba despierta
-Buenos días, Juliana. Oye, ya nos vamos al colegio, tenemos que llegar temprano.

Asentí con la cabeza y sentí un nudo en la garganta al saber que me iba a quedar sola todo el día. Pero bueno, tenían que estudiar también.

-Ahh hola, amor - dice Sebastien mientras me da un beso en la frente
-¿Como amaneciste?

-Bien, tengo hambre

-Ya te suben el desayuno -dice Danna tomando mi mano libre. -No te preocupes por nosotros, vamos a desayunar en la cafetería del colegio.

-¿Acaso que hora es? -digo sintiéndome perdida.

-Las 6:30 - informa Sebastien mientras alista su maleta - Recuerda que las clases comienzan a las 8; tenemos tiempo para desayunar y llegar bien a la primera clase.

Danna mira a Sebastien y le hace una seña para salir. Sebastien se acerca a mí y me da un beso rápido -Yolanda no demora en llegar, y si no estoy mal tus papás vienen al medio día. Juiciosa, te amo.

-Yo también te amo. Que les vaya bien - les digo para despedirlos, ignorando la tristeza que siento. Danna se despide con la mano y los veo salir de la habitación.

..

Ví un rato televisión. Leí un libro que tenía en PDF. Como ya me habían subido el desayuno ya había terminado de desayunar. Sentía el tiempo eterno y Yolanda todavía no llegaba. Me estaba empezando a estresar cuando la vi entrando, sus ojos se encontraron con los míos y corrió a abrazarme.

-¿Como estás, mi niña? - me dijo sentándose en una silla al lado de mi cama.

-Bien, Yolanda. Gracias por venir de verdad - le digo mirándola a los ojos.

-Oh, sabes que no hay ningún problema. Tus papás llegan a las 12:30 entonces tenemos tiempo para conversar un rato - sonríe.

-Jajajaja okey.

..

Eran ya la 1 y todavía no habían señales de mi papá. Estaba empezando a dormir otra vez cuando olí Coco mademoiselle de Chanel, el perfume de Karla.

Escuché su voz preguntándole a Yolanda que si podia pasar. Abrí mis ojos la ví mirándome con compasión
-Oh, Juliana ¿Que te pasó? De verdad, lo siento mucho.

Me senté en mi cama -No te preocupes Karla ¿Pero no deberías estar en el colegio? -le pregunto funciendo el ceño.

Karla miró hacia el techo y luego hacia sus pies -Emmm si, pero quería venir a ver cómo estabas. Emmm Danna me contó y pues no quería dejar sola a mi amiga. -termina tomando mi mano

-Ahh pues gracias, Karla. La verdad si estaba muy aburrida después de que Danna y Sebastien se fueron.

Yolanda mi mira y me dice -¿Me estas diciendo que todo el tiempo que has estado conmigo ha sido aburrido? -dice tratando de sonar indignada.

Río ante eso -No, Yolanda, no quise decir eso jajaja.

Karla también ríe pero después luce como tratando de recordar -Yolanda ¿Será que te puedo molestar con algo?

-Claro, cielo, dímelo -so ofrece Yolanda.

-Dejé un ramo de flores para Juliana en el carro ¿Será que me las puedes traer, por favor?

Yolanda me mira y yo asiento - Ve, Yolanda, yo estaré bien.

Karla se me queda mirando fijamente, me hace sentir un poco incómoda así que llamo su atención -¿Karla?¿Que pasa?- río nerviosa.

-Nada; ¿Que medicamentos te están aplicando?¿Puedo ver la sonda?

-Claro, desde qué no introduzcas una burbuja de aire que pueda matarme
- digo bromeando.

-Jajajaja, obvio no, Juliana, como se te ocurre.

Nerviosa empezó a analizar la sonda intravenosa que me proporcionaba los medicamentos. Empezó a su sudar mientras la recorría con los dedos.

Volteé la cabeza y ví al doctor entrando por la puerta. -Bueno señorita Santo Domingo - dice el doctor alzando su voz. Karla dió un sobresalto al notar la presencia del doctor. Dió un paso hacía atrás muy nerviosa; estaba pálida y se veía a punto de vomitar.

-Señorita ¿Le pasa algo? -dijo el doctor alarmado.

-N n no. Es más ya me iba -a Karla le goteaba sudor por la frente. -Adiós Juliana- sale de la habitación casi corriendo.

El doctor y yo intercambiamos miradas levantando una ceja -Bueno Juliana, vamos a revisar tus signos vitales para ver si podemos darte de alta.

Asiento con la cabeza y el doctor procede a revisarme. Poco después llega Yolanda y el doctor le comunica todo; todavía no me puedo ir a la casa por que sufrí una contusión no muy severa pero tengo que estar más tiempo aquí, en el hospital.

Sólo un JuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora