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YoonGi estaba bien ahora, sólo seguía cansado y en reposo por órdenes obligatorias de Félix, hace sólo media hora que había logrado despertar, pero JiMin seguía atrapado en el mundo alterno a su realidad

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YoonGi estaba bien ahora, sólo seguía cansado y en reposo por órdenes obligatorias de Félix, hace sólo media hora que había logrado despertar, pero JiMin seguía atrapado en el mundo alterno a su realidad. Ya no estaba en la mente de YoonGi y eso quería decir que podría estar viajando en mundos paralelos o incluso estaba debatiendo entre la fina línea que dividía la vida de la muerte.

Félix ya no sabía si debía de decirles a los demás que lo más probable era que JiMin entrara en un coma indefinido o siendo más grave, la muerte inmediata.

—¿Félix, quieres comer algo? Hace unas dos horas que debiste de haberlo hecho —le dijo SeokJin y el hechicero asintió con una pequeña sonrisa.

—Te lo agradecería, SeokJin.

El omega le sonrió y se dió la vuelta para volver a calentar la comida y servirle al peligris, pues como dijo antes, no había comido nada por cuidar de YoonGi y JiMin cuando aún estaban perdidos en ese mundo alterno.

Salió de la habitación donde estaba JiMin y camino a la que estaba al final del pasillo de la casa y abrió lentamente la puerta de caoba y vio que YoonGi estaba despierto mirando al techo sin moverse en lo absoluto y tapado hasta el pecho con una sábana gruesa, pareciendo perdido, como si nada le rodeará.

—Hola —se tensó en su lugar al oír la voz de YoonGi llamarlo cuando él ni siquiera había hecho el menor ruido.

—¿Cómo supiste que estaba ahí?

—Ventajas de ser un Hell, somos muy sensibles ante los sonidos y calor corporal de otros.

—Vaya, tu raza era terrible, ya veo por que ganaron tantas guerras en tiempos pasados —le dijo y Félix se sentó al lado de YoonGi.

—Por algo todos me odian, ¿no? —Preguntó con sarcasmo y Félix lo miró sin expresión alguna en su rostro.

—No es odio, es envidia, los demás se sienten tan intimidados por ti y lo que fue toda tu raza, por eso que se unieron para eliminarlos, se sienten como pequeñas hormigas a tu lado —le dijo viéndolo directamente y YoonGi sólo bufó y cerró los ojos queriendo darse la vuelta pero estaba cansando que ni siquiera lo intento.

—Como sea, hace mucho que no me importa si me odian o no todos esos imbéciles.

—Pero por lo que veo sí te importa mucho no tener el amor de nadie que no sea MinHo, ¿verdad? —YoonGi abrió sus ojos lentamente y miró a Félix directamente.

—Cállate, eso a ti no te incumbe, déjame en paz. De todas formas si yo muero, ¿a ti qué te pasaría? —Le dijo retandólo y Félix rió bajo rascando su nuca.

—A mí no me afecta en nada, puedes morirte si quieres, pero no sería lo mismo para JiMin, él si sufriría si llegaras a morir.

—¿Y JiMin por qué? —Preguntó temiendo de la respuesta y teniendo una ligera idea de lo que Félix quería decir.

Seduciendo al dragón • YoonMin;윤민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora