Capítulo 1: Iniciación

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« Tío, tío, ¿Me escuchas, tío? »

La voz del muchacho es cálida, el hombre de ojos cerrados siente la familiaridad de la voz, algo en su pecho grita que abra sus ojos pero simplemente se siente más y más cansado.

«Tío, por favor... no me dejes, ¡Tío! »

¿Por qué se siente así? Se pregunta el hombre, sabe que aun esta con vida pero cada parte de su cuerpo parece estar metida en un profundo sueño, se siente paralizado, ¿Acaso es una parálisis del sueño? Se pregunta nuevamente.

Cuando abre los ojos mira a su alrededor, todo parecía haber sido solo un sueño como cualquier otro, se siente cansado y su cuerpo pesa, ¿Cuánto tiempo había dormido aquel muchacho?, debía alistarse rápido a la escuela, no pretendía llegar tarde el primer día.


Ugh... —Espeto en voz baja Jiang Cheng.

Tan pronto abrió sus ojos se sintió sumamente cansado, recordaba perfectamente el día anterior, no había tomado nada que lo pusiera en ese estado, había dormido ese día más temprano, no había realizado actividades pesadas... ¿Por qué mierda se sentía así? Se preguntó.

Se sentó en su cama de sabanas color morado, su color preferido, miro a los lados, una habitación pequeña y algo ordenada, con colores prominentes; Morado, lila, negro y gris. No era muy bueno en adornar cosas pero su habitación no estaba mal.

— ¡Mierda! —Presiono su cabeza con su mano una vez se sentó sobre la cama.

Se sentía sumamente extraño, cada vez que soñaba con algo extraño se veía envuelto en un dolor por todo su cuerpo, sintiéndose extrañamente cansado y sin energía, como si la realidad le hubiera abofeteado, escupido, pisoteado y no conforme con eso orinado encima. Justo así se sentía en esos momentos. Los sueños eran recurrentes pero ese en especial era aquella sensación se ser humillado.

Usualmente espetaría toda su furia maldiciendo a cualquier deidad que controlaba o se relacionaba directamente con los sueños, eso haría... pero al cabo de unos segundos de ese dolor en la cabeza, cansancio y perdida en el corazón que lo hacían sentir abatido olvidaba todo lo relacionado. Solo tenía la sensación de haber soñado algo no gratificante pero no recordaba ningún detalle.

Con el paso del tiempo los sueños se volvían un poco más visibles en su mente, actualmente todo estaba tornado de un color negro cuando escuchaba esa peculiar y familiar voz. Otras veces soñaba cosas mejores pero la sensación de melancolía lo poseía.

Giro su cuerpo y se retiró de la cama, no debería perder más el tiempo tratando de recordar que lo hacía sentir tan devastado. Metió sus pies en las chanclas negras y se levantó lentamente de la cama, con mucha discreción estiro su espalda, como si fuera observado y tuviera que cuidar que no se viera extraño, que se viera pacifico. Su rostro no duro mucho tiempo sin el ceño fruncido, este llego rápidamente a su frente.

« ¡Qué suerte la mía! »

Justo cuando iniciaría esta nueva etapa de su vida se había enfermado, al recordar sus dolencias no le pareció raro despertar tan cansado, pero si la intensidad en que se sentía cansado, simplemente no era normal.

Dio el visto de largo y se preparó, hoy asistiría a las clases, por suerte su hermano Wuxian había tomado apuntes y tenía los del su hermano mayor, eso facilitaba las cosas porque Wuxian no tomaba muchos apuntes. Lo envidiaba, no lo iba a negar, ese chico parecía tener una grabadora en su cabeza, pero vamos ¿Quién no envidiaría aquello?, poder recordar lo que dijo el maestro sin esfuerzo y aun mejor, ¡entenderlo!, esa capacidad la poseía su hermano Wei Wuxian.

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