12. Una oportunidad

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Gustabo por un momento se quedó parado mirando la puerta cerrada de la habitación. El cabrón se había marchado sin mirar atrás, dejándole esposado en la cama.

Y lo peor no era eso, lo peor era que se estaba meando.

Por lo menos de algo estaba seguro, no lo iba a dejar tirado allí. Así que tranquilo se quedó ensimismado mirando a la pared blanca. La verdad es que se encontraba muy raro, le dolia un poco la cabeza y volvió a recordar la escena de la comisaria.

¿Que cojones estaba haciendo apuntando con un arma a Conway? No entendía nada y lo peor, no recordaba nada.
Pero si de algo estaba seguro era de que el los problemas no se los comia, como Horacio, el los escondia en el fondo de su mente hasta que desaparecían. Y eso iba a hacer. Mientras esperaba a Conway decidió dormir a ver si se le pasaba el dolor de cabeza.

Fred abrió los ojos. No entendía como había acabado así y tampoco reconocía el lugar donde se encontraba. La habitacion de paredes blancas y muebles neutros le daba una sensación de seguridad que no había experimentado nunca. Pero no podia pararse a pensar en aquellos pensamientos. Debia escaparse.

De pronto recordó la escena en comisaria. Apretó los dientes con fuerza. Conway se la habia jugado. Y ahora estaba...preso, por lo que parecía.
Miró su mano esposada a la cama. Podia intentar escapar y gracias a su entrenamiento podría lograrlo pero algo dentro de el le hizo quedarse y esperar a que Conway apareciera. Quería hablar con el.

No sabia cuanto tiempo había pasado hasta que apareció Conway por la puerta.
El hombre iba vestido de traje pero sin la chaqueta, la camisa blanca le apretaba el torso de una manera indecente y la pistolera no ayudaba en nada a la situación.
Fred se quedó mirandole con la boca abierta. ¿Como no se habia dado cuenta antes del cuerpo del hombre? Si habia estado vigilando su casa y lo habia visto desnudo antes, pero...
No sabia de donde salian esos sentimientos pero de repente Conway le habia parecido atractivo.

- Gustabo, te he traído una cosa - comenzo el hombre a hablar.

- Y dale con Gustabo....Me llamo Fred joder - contestó. Conway se quedó parado mirándole a los ojos. Parecía helado. Por un momento suspiró y dejó la bolsa que llevaba encima del sillón.

- Encantado Fred, bienvenido a tu nueva casa - Fred se quedó mirando sorprendido, no pensaba que Conway le fuera a hablar así.

- Ooh, que bonito ¿Me has comprado una casa para que juguemos? - la mejor manera de contestar era intentando hacerle sentir incomodo.

- Si, a las casitas no te jode - contestó malhumorado - De aquí no vas a salir nunca más, subnormal.

- Asi que planeas dejarme encerrado para siempre...

- Hasta que recuerdes - murmuró el hombre.

- Oh Conway... Hazme recordar... - Fred se abrió de piernas insinuando, quería poner nervioso a Conway y la verdad la única manera que se le habia ocurrido de hacerlo era mediante el acto sexual. Conway habia pasado por tanto en su tiempo como militar que era imposible hacerle daño de otra manera.
Fred observó como Conway apretaba los puños con fuerza. Sonrió, ahí estaba su punto débil. Quizas.

Conway no pudo aguantar más y salió de la habitación.
- "Otro éxito más" - pensó y en el momento comenzó a encontrarse mal. Un fuerte dolor de cabeza le hizo doblarse sobre si mismo y agarrarse la cara con las manos.

- ¿Que cojones me esta pasando? - murmuró. Tenia que escapar y volver con Calavera.

Mierda. Se acababa de acordar de su jefe. No estaría muy contento cuando se enterara de que habia sido capturado. Tembló de miedo al pensar en el castigo. Debia escaparse antes de que se diera cuenta e informarle de su fracaso. Quizás fuera benévolo. Pero aún así su corazón comenzó a palpitar y le empezó a costar respirar. Un ataque de pánico.

Conway agarró la encimera de la cocina con fuerza, sus nudillos se volvieron blancos y sus dientes crujieron.
Estaba cabreado y tenia muchas ganas de coger su pistola y comenzar a pegar tiros. Se contuvo porque sabia que ese no era Gustabo. Que en ese momento Gustabo estaba en el fondo de su propia mente luchando por salir y que el que habia dicho esas palabras era un completo desconocido entrenado por Calavera para matarle.

De pronto comenzó a escuchar gritos de la habitación. Salió corriendo y abrió la puerta de golpe encontrándose a Gustabo llorando y gritando golpeándose contra el cabecero de la cama. Tenia sangre en la frente y se habia arañado las muñecas con tanta fuerza que también estaban sangrando.

Conway se acercó rapidamente y le agarró la cabeza con las manos para que no se hiciera más daño. Gustabo estaba murmurando palabras que en un principio parecian un sin sentido pero no. Conway las escuchó con atención. Entre los sollozos se podía escuchar la historia.

- Ayuda...Ayuda...Jack Conway... 32456...32456...Agua... ¡Me quemo! - gritó más como si le estuviesen quemando de verdad, se retorcía entre los brazos de Conway intentando escaparse.
El hombre no sabia que hacer, solo abrazar el cuerpo tembloroso de Gustabo y aguantar hasta que parara.

Cuando el cuerpo de Gustabo se calmó Conway se separó de el y lo miró a la cara. Tenia los ojos cerrados, estaba inconsciente y se le notaba el dolor en la cara. Cuando intentó incorporarse Gustabo se agarró con fuerza a su cintura y no pudo levantarse.

Suspirando se quedó en la cama mientras inconscientemente le tocaba la cabeza a Gustabo.

- Hijo de puta, voy a por ti - murmuró Conway mientras se imaginaba las mil maneras de matar a Calavera.

Pero primero tenia que hacer volver a Gustabo y sabia que después de este episodio el que despertaría sería Gustabo y no Fred. Y volvería a tener otra oportunidad. Necesitaba otra oportunidad.

🤡🤡🤡🤡

Hola ¿que tal?
Por aquí con un capítulo nuevo. Espero que os guste la faceta sexy de Fred aunque de un poco de mal rollo.
¡Espero vuestros comentarios!
Nos vemos en el proximo capítulo.
Un saludo.

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