quince |la verdad

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La guerra por el amor de Jisung seguía en pie, más fuerte que nunca. Habían momentos de mucha tensión entre los mayores, que no pasaban desapercibidos para el rubio. No era tonto, hace meses que sus novios estaban extraños. Había veces que los encontraba susurrándose o mirándose con rabia, pensaba que tal vez habían peleado, pero ya habían pasado meses y la cosa seguía igual.

Hyunjin y Minho eran bastante inteligentes, tratando de distraer esos pensamientos de el novio más pequeño. Trataban de besarse cuando Jisung estaba presente. O tomarse de las manos mientras se sonreían falsamente.

Hoy Jisung salía temprano de la universidad, había aprobado inglés milagrosamente y el profesor de la última clase había faltado por un inconveniente, así que el rubiecito volvería a su querido departamento para darles una sorpresa a sus novios. Quienes tenían el día libre y estaban solos en el hogar.

Una vez que llegó abrió la puerta y la cerró despacio, pues les quería dar un pequeño susto a ese par de gruñones.

Sin embargo, detuvo todo movimiento al oírlos gritar.

—¡Ya no aguanto más!— la voz de Hyunjin retumbó en el lugar. Jisung frunció el entrecejo escondiéndose detrás de la pared—, estoy harto de esta farsa.

—Vas a herir a Jisung si te vas— la voz de Minho sonaba igual de seria.

—Amo mucho a Jisung— lloriqueó—, pero de verdad no te soporto y tengo que pensar en mi salud mental, me estás volviendo loco.

—Entonces yo gané al final.

—¡No es un jodido juego!— otra vez gritó Hwang—, por eso terminamos, sos un insensible.

—Eso pasó hace meses, superame Hyunjin— ambos se quedaron en silencio por unos segundos— ¿Qué dirá Jisung si ve que te vas tan de repente?

—¡Decile la verdad, Minho!

A ese punto Jisung se encontraba llorando. ¿Qué era esa discusión? ¿Tanto le ocultaban? ¿Minho y Hyunjin habían terminado? ¿Por qué parecía que habían apostado por su amor?

Salió del escondite, sorprendiendo a los mayores, quienes se quedaron congelados sin saber que decir. Jisung lloraba y era su culpa.

—Sung yo-

—¡Déjenme sólo!— Vociferó el menor, corriendo hasta la salida. No le importó que sus dos novios lo estuvieran llamando, quería llorar en los brazos de alguien que no le ocultara la verdad.

Llegó a la casa de BangChan, siendo un desastre de lágrimas. Allí lo recibieron con un abrazo de consuelo y amor verdadero.




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AAA

3/3

gracias por leer! ♥😔🤝

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