department | minsungjin

ocho | solos

Un día sábado, Minho decidió descansar y no ir al trabajo, pero lamentablemente Hyunjin no pudo faltar. Así que ese día estarían él y Jisung solos.

El menor, por supuesto tenía ideado todo un plan en cuanto se enteró de la noticia, se puso manos a la obra.

Lee estaba sentado en el sofá, muy concentrado en la revista que poseía una sopa de letras, le faltaban dos palabras más y la terminaba, sin embargo sintió a Jisung sentarse en sus piernas— como solía hacer cuando quería pedirle algo—. El castaño dejó la revista de lado, sólo para darle atención a su pequeño y maravilloso novio.

—¿Qué pasa amor?— le preguntó Minho, mientras miraba la cara del contrario, que justo en ese momento tenía una mueca adorable.

—Me siento mal, Minmin— respondió soltando un suspiro, el mayor lo miró confundido y preocupado.

—¿Por qué?, ¿Te duele algo?— rápidamente llevó una de sus manos a la frente del menor para verificar si tenía fiebre, pero no era eso— Dime.

—Yo... Quiero darte un regalo, como vos nos diste a Jinnie y a mi— sonrió un poco—, estoy triste por que aún no te dí nada...

—¿Era eso?— cuestionó Minho sintiendose más tranquilo, el rubio asintió con la cabeza de manera lenta—Ay Sung, no tenes que estar triste por eso. No pasa nada, de todas formas no merezco un regalo...

—¡No!— gritó el menor, logrando asustar a su novio—, Minho no digas eso. A esto me refería, no quiero que te trates mal a vos mismo— habló más bajito—. Yo te amo mucho, ¿Sabías?— el mayor asintió, era obvio que lo amaba—, sos una persona hermosa y mereces todo lo bueno de este mundo... Así que te voy a dar tu regalo, sólo necesito que lo aceptes...

—Jisung...— no pudo seguir hablando ya que el nombrado lo había besado, la boca del menor se movía sobre la suya un tanto desesperada, Minho no podía creer que su tierno novio estaba haciendo eso. Han, al ver que el castaño no se movía, le mordió el labio y eso hizo que el otro reaccionara— ¡Jisung!— repitió una vez que lo alejó de sus labios—, bebé... No podés hacer eso, ya hablamos de esto ¿Te acordás?

—No soy un bebé Minho— se cruzó de brazos—, te estoy dando un beso, ¿Qué tiene de malo eso?

—Y yo no soy tonto, sé lo que querés hacer— lo regaño con la mirada, Jisung no pudo evitar hacer un puchero.

—Te prometo que lo que voy a hacer... Es distinto.

Minho lo miró a los ojos expectante, no quería que Jisung perdiera su escencia tierna, pero está vez tenía cierta curiosidad por saber lo que su novio tramaba.

El menor volvió a besarlo, está vez más tranquilo y lento. Pero el beso no duró tanto, ya que el menor bajo hasta el piso, se sentó en ese lugar y se abrió paso en las piernas del mayor.

Minho tenso todo su cuerpo al darse cuenta de lo que iba a suceder. Jisung por su parte acarició los muslos contrarios, logrando sacar suspiros.

Antes de hacer cualquier otra acción, el rubio miró hacia arriba encontrándose, asimismo, los ojos oscuros de su novio. Nunca los había visto tan oscuros, llenos de lujuria.
Porque Jisung sabía muy bien que Minho se estaba aguantando.

Volvió a concentrarse en su “regalo”, con una mano temblorosa se dirigió hasta el cierre del pantalón, se tuvo que ayudar con la otra mano, tenía tantos nervios que ¡No podía bajar el estúpido cierre!
Una vez que lo bajó por completo, Minho lo ayudó para que le quitará los pantalones. Jisung tragó saliva.

—Si te arrepentiste, puedes dejar-

—No— lo interrumpió fugazmente—. Yo... Quiero hacer esto.

Tocó el bulto bajo el boxer de su novio, endureciendolo ante el tacto, sonrió satisfecho. Minho se quería morir en ese momento, ¿De verdad había permitido que su bebé lo toque... Ahí?

Un gruñido se escapó de su boca al sentir una de las traviesas manos de Jisung adentrase en el boxer, explorando. El menor atrapó el miembro erecto entre sus dedos y lo apretó un poco.

—¡Jisung! Mierda.

—Perdon...— susurró el rubio, mientras bajaba el boxer—Oh dios— expresó una vez que vio el pene de su novio por primera vez. Minho aguanto una risa, hasta en estás situaciones su novio era tierno.

Con las dos manos comenzó a masturbar el miembro de arriba a abajo, creando un vaivén desordenado. Minho puso una mano encima de las de Jisung para guiarlo.
De repente el menor acercó su cara, avergonzado abrió la boca y se llevó gran parte del pene dentro. Empezando a chupar, se dió cuenta que el sabor de Minho era exquisito.

El mayor tiró la cabeza hacia atrás, sintiendose extasiado por tanto placer recibido. Agarró la cabeza de su novio, enredando sus dedos en los cabellos rubios para aumentar la velocidad.

Cerró los ojos, imaginandose que la boca de Jisung era su entrada y embistió apresurado, sabiendo que faltaba poco para venirse.

Unas cuantas embestidas más y llegó al tan deseado orgasmo, llenó por completo la boca de su adorable novio con semen y cayó rendido.

Jisung tragó todo el contenido de su boca, volviéndose loco al instante por el sabor del líquido blanco.

—Jisung...

—Minho, te amo— murmuró el menor mientras se levantaba para abrazar al nombrado. Quien estaba cansado después del tremendo orgasmo que acababa de tener.

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uy me deje llevar

editado:  CHICXOS NO TENGO CELULAR ME QUIERO MORIR