Me congelas con tu amor

Capítulo 14: ¿Qué es lo que hice?

*

*Narra Elsa*
Estaba llorando por haberle dicho a Jack que se fuera. Me arrepentí por haberlo hecho. No debí de haber sido tan dura, lo extraño. Él era el único que me hacia sentir completa a su lado, sin él, me sentía gris, sin vida. Ya no puedo negar lo que mi corazón siente desde hace años, esto es amor. Estoy enamorada de Jack. Cada que se me acercaba, desviaba la mirada pues no quería que notara mis nervios. Lo amaba desde años atrás y siempre había querido negarlo por miedo al rechazo y, por su comportamiento, podía notar que lo más probable era que no me rechazaría. De repente se escucha un rugido, proveniente de afuera. Estaba tan perdida en mis pensamientos que no me di cuenta que el príncipe Hans estaba batallando a mi mounstruo junto con guardias del castillo y los guardias de el Duque de Wiseltown. Entreabrí la puerta para ver qué era lo que pasaba exactamente. Al asomarme, los guardias de el Duque, me vieron y después burlaron al mounstruo para poder pasar. Cerré la puerta y empecé a subir las escaleras. G2: ¡Arriba!
G2: ¡Rápido!
Venían tras de mi. Al llegar, el hielo se había tornado amarillo. Al volverme a la entrada, los guardias empezaban a rodearme.
G1: ¡La tenemos!
E: No, váyanse.
Me estaba concentrando tanto en uno que no me di cuenta de que el otro guardia estaba apunto de lanzarme una flecha. Al voltearme hacia él, la lanzó. Yo solo me cubrí con los brazos sin notar que había creado una barrera que me protegió.
G2: Rodéala. Arrójala.
Uno de los guardias le dio una flecha al otro.
E: No se acerquen.
Lancé rayos al suelo hacia ellos formando paredes inclinadas puntiagudas haciendo que los guardias se separaran
G2: ¡Dispara! ¡Dispara!
Querían matarme, no me rendiría sin pelear. Seguí lanzando los rayos a cada uno de ellos pero ninguno caía. Me tenían rodeada. Uno de ellos, estaba apunto de dispararme pero hice picos sujetándolo y elevándolo contra la pared, acorralado; uno de los picos se iba acercando lentamente a su garganta. Miré por encima de mi hombro y el otro guardia trato de dispararme, lo evite lanzando un rayo a la ballesta. El guardia se desorientó y trató de escapar. Lo desvíe hacia el balcón levantando un muro. Trato de escapar por el otro lado pero le cerré las salidas para después levantar otro que lo empujaba hacia el precipicio, con las puertas de, balcón ya destruidas. Sentía tanto poder y, como no quería que me hicieran más daño, quería herirlos. Me concentré tanto en empujar al guardia al precipicio que no sentí la presencia de Hans y los guardias de Arendelle.
H: ¡Reina Elsa! No es el mounstruo que todos piensan que es.
Me voltee hacia Hans y deje de empujar al guardia. No me di cuenta de que el guardia que había acorralado con los picos, iba a lanzarme una flecha. Hans se dio cuenta y la desvío hacia el candelabro que hacia sobre mi. La base del candelabro se quebró haciendo que cayera. Corrí para protegerme pero resbalé y me golpeé la cabeza. Eso es lo ultimo que sentí antes de desmayarme.

*

*Narra Jack*
Regresé volando para ir a decirle a Elsa lo que sentía antes de que fuera tarde pero al llegar a su castillo, noté que casi todo había sido destruido. Vi lanzas en la nieve blanca. Los guardias habían estado aquí. Fui a la habitación de Elsa para ver si seguía a salvo pero era tarde. Se la habían llevado a Arendelle. Observé con detalle los rasgos en el segundo piso. Elsa estaba defendiéndose; la atacaron. Sus poderes se habían salido de control. Me preocupé demasiado y salí volando por la ventana. Volé lo más rápido que pude para llegar a Arendelle y rescatarla.

Al llegar los guardias estaban ayudando a las familias pero no había rastro de Elsa. Rodee el castillo en busca de algo que me llevara a ella pero no hubo pistas hasta que me detuve en las ventanas de la prisión.

*

*Narra Elsa*
Desperté en un cuarto oscuro. Me sentí desorientada al principio pero al ver los barrotes en la ventana supe que algo andaba mal. Corrí hacia la ventana hasta ser jalada de las manos y muñecas. Al volverme a verlas, pude ver las cadenas alrededor de mis manos, impidiendo mi escape. Hice un pequeño esfuerzo para asomarme por la ventana. Se me heló la sangre al ver lo que había causado.
E: ¿Qué...? ¿QUÉ ES LO QUE HICE?
Todo estaba totalmente blanco. Los barcos estaban atascados por la nieve que había en el mar alrededor de ellos. Escuché la puerta abrirse y me voltee enseguida. Era Hans. Dejó la lámpara en un banco junto a la puerta y la cerró tras de sí. Empezó a acercarse. Estaba un poco molesta por ya no poder ser libre y entonces le espeté:
E: ¿Por qué me trajiste aquí?
Casi hubiéramos quedado cara a cara si no hubiera sido por las cadenas. Hans se frotó los brazos.
H: No quería que la lastimaran.
No podía estar aquí. Congelé el Reino por enojarme un poco, no quería ni pensar qué pasaría si me quedaba aquí afligida, enojada y triste.
E: Pero soy un peligro para Arendelle...trae a Anna.
H: Anna...no ha regresado.
La preocupación regresó una vez más. Me volví hacia la ventana pensando que vendría en camino o...esperando que nada le hubiera pasado. Hans se me acercó un poco más.
H: Reina...por favor suprima el invierno...
Cerré los ojos. Esas eran las palabras que no quería escuchar.
H: Devuélvanos el verano...¿puede?
Me volví hacia él. No podía regresar el verano, no sabia cómo. Mantuve la mirada gacha para no ver la decepción en sus ojos.
E: ¿No lo entiendes?...No se hacerlo.
Subí la mirada y noté su preocupación. La tristeza empezó a apoderarse de mi haciendo que mi vos se cortara.
E: Tienes que decirles que me liberen.
Volvió la mirada hacia mi.
H: Si, lo intentaré.
Dió media vuelta y se fue.