El nacimiento de una estrella

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El padre negligente.࿐ ࿔*:･ﾟ

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Dio Brando nació en la pobreza, con pie firme fue escalando en el mundo, hasta llegar a lo que era hoy en día. No era humilde, y mucho menos le gustaba recordar de dónde era.

Porque para él, lo más importante fue salir de esa desgracia en la que había nacido, siendo duro consigo mismo; hasta el punto de desgastarse tanto mentalmente, como físicamente.

Llegar a ser un actor mundialmente reconocido fue gracias a su talento, y a su capacidad de cautivar a toda persona que lo viera.

Aunque tuviera un hermano, jamás le importó, para Dio, Diego no fue más que un estorbo a su futuro brillante, aunque, posteriormente; lo ayudaría para salir del país, impulsando su carrera como jockey, siendo uno de los mejores junto a Johnny Joestar.

Recordar eso, era una tortura para el Brando. La familia de deportistas había sido un pilar importante, ante sus ojos carmín, el único Joestar puro de corazón era Jonathan Joestar. Porque aquel ser, lo había ayudado a cambiar.

Verse sumergido en esa red de traficantes, no fue, ni será su mayor orgullo. Pero, cuando se vive en lo más bajo es como el pan de cada día. Dio necesitaba el dinero, y no le importó meterse en algo completamente ilegal.

Diavolo había sido su socio por mucho tiempo. Cautivador y manipulador, junto con Dio crearon lo que se podía llamar una telañara. Luego, a la ecuación se le sumó Kira Yoshikage.

El representante vendía a sus clientes. De acuerdo a lo que le dijera Dio, Kira buscaba a una persona con los requisitos que pidiera quién daba el dinero. Endulzaba sus oídos con futuros brillantes, presentándole a un actor de Hollywood, y luego a un director importantísimo en la industria.

Aquello tan solo era un teatro.

Tantos años ejerciendo la misma actuación, volvió su vida monótona. En su cama cada noche podía tener una mujer diferente, disfrutaba de los placeres carnales, pero jamás se consideró ligado fielmente a una.

Ni siquiera cuando le llegaban a la puerta de su casa, gritándole que tendrían un hijo suyo.

A Dio nada de eso le importó.

Fue padre joven, más no se hizo cargo, de vez en cuánto les daba algo de dinero para que se mantuvieran calladas, y si no, las envolvía en su negocio. Bastaba con dar un nombre, y tanto Kira como Diavolo se encargarían de llevarla al mejor postor.

Hasta que todo eso cambió, su perdición fue haberse ligado con los Joestar.