Irina.
No podía creer lo rápido que había terminado el verano. Estos tres meses habían sido para mí, un abrir y cerrar de ojos. ¡Lo había pasado tan increíblemente bien! Ojalá existiera una máquina para detener el tiempo, porque sin duda yo lo habría parado y habría dejado el verano permanente.
Aunque había otra razón para querer estar siempre en verano, y es que mis padres habían decidido que este año, como entraba en el instituto, lo más seguro para mí sería estar en un instituto privado.
Como interna.
Sí.
Dormir en el instituto, comer en el instituto. Hacerlo todo en el instituto. No podéis siquiera imaginaros como me puse cuando me enteré de esa noticia. Estuve 1 semana sin hablarles a mis padres, y para compensarme la mala decisión que habían tomado (la cuál no se arrepentían de haber tomado), organizaron un viaje familiar para ir a Grecia y pasar el verano allí.
Por supuesto que cuando llegué allí me olvidé de todo ese tema, con la esperanza de que al llegar a Washington, a mis padres se les hubiese olvidado también la loca idea de mandarme a ese instituto. Mis esperanzas se fueron cuando, al llegar del viaje, entré en mi habitación y ví que estaba completamente vacía. Con unas pequeñas maletas detrás de la puerta.
-¡Papá! ¡Mamá! ¿Se puede saber dónde están todas mis cosas?
-Hija, ya te dijimos que para Septiembre tendrías que tener todo preparado para trasladarte al nuevo instituto. - me dice mi madre.
-Pensaba que se os había quitado de la cabeza esa idea tan loca mamá. ¿De verdad pensáis mandarme a un internado?
-No es un internado Irina, es un instituto privado, el mejor de todo el Estado. Sabes que lo hacemos por tu bien. - dice mi padre.
-¡Como si es el mejor del continente! ¿Cómo podéis pensar que es lo mejor para mí si me estáis separando de vosotros?
-No vas a estar sola cariño. Tu prima Ivanna y tu primo Itzan estarán contigo.
-Ya lo sé, pero..
-Nada de peros señorita. Sube arriba y comprueba que no te falte nada. Mañana en la mañana salimos de camino al Fox Direct.
Y eso fue lo que hice. Lo comprobé todo, aunque fue algo absurdo porque al fin y al cabo, cuando entré en mi habitación no quedaba puesta ni mis sábanas con el edredón y los cojines, pero igualmente lo revisé todo, porque lo último que me faltaba era llegar a ese lugar y que me faltaran cosas a las que estaba acostumbrada en mi día a día.
Después de revisar y organizar un par de cosas que me quedaban, me tiré en mi cama y me puse a pensar. Juro por mi vida que por más que intentaba comprender las ideas de mis padres no me entraba en la cabeza que pudieran pensar que para mí era mejor estar internada en un sitio que no conocía y con personas que no conocía antes que estar en el colegio en el que he estado siempre y haciendo vida normal en casa con ellos. Si que es verdad que los trabajos de mis padres no les permiten pasar mucho tiempo conmigo pero también soy consciente de que gracias a esos trabajos tengo todo lo que quiero y más.
Nunca me he considerado una chica consentida ni mimada, mucho menos materialista. A pesar de que en mi familia nunca ha faltado el dinero, mis padres me educaron de tal forma que me hicieron ver que nadie es mejor que nadie por tener dinero, ni nadie es peor que otros por no tenerlo. Incluso sin faltar el dinero en casa, muchas veces he pedido X cosa a mis padres, y me han dicho que no me lo compraban, para que tuviera siempre en cuenta que a pesar de tener los recursos o los medios, no había que gastar el dinero a lo tonto. Es por eso que a pesar de pertenecer a una familia adinerada, me considero humilde.
Y cuando digo familia no sólo me refiero a mi madre, mi padre y a mí. Sino también a mis tíos, mis tías, mis primos, mis primas, mis abuelos y mis abuelas. La familia Thompson es bastante extensa, y por suerte todos somos así, no iguales pero muy parecidos.
Yo no tengo hermanos ni hermanas, soy hija única, aunque Ivanna es mi prima y la considero mi hermana, como mi alma gemela. Siempre hemos estado muy unidas, ella es mayor que yo por dos semanas. Siempre ha estado ahí para mí, y aunque la idea de ir a ese instituto me produce rabia y pánico, me da un poco de tranquilidad que Ivanna venga conmigo, porque al menos no estaré del todo sola. Y pensando en eso, fue como me quedé dormida.
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Antes de la fama. [En edición]
Roman pour Adolescents¿Qué es lo peor que puede pasar cuando tus padres deciden mandarte a un instituto privado como interna? Nada bueno. Eso fue justo lo que Irina Thompson pensó. Pero, ¿y si no todo es malo? Aquí empieza su historia. ¿Estás preparado para adentrarte...