Capítulo 6.

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Irina.

Han pasado un par de horas desde que Leah, Ivanna y yo nos conocimos, y hasta ahora todo ha ido sobre ruedas.

Nos hemos repartido los armarios de la habitación, tanto los de la planta baja como los del primer piso.

Hemos decidido también cuál sería la cama de cada una, al ser tres camas, cuando entras en la habitación justo en frente hay una cama y en el otro lado de la habitación están las otras dos. Yo me he quedado con la cama que está sola, y Leah e Ivanna pues obviamente con las otras dos. Hemos puesto cada una una parte de nosotras en nuestro rinconcito con el escritorio y la estantería de cada cama, también hemos colocado nuestros edredones y nos hemos hecho un par de fotos juntas para colgarlas en algún lado de la habitación.

Es la primera vez en mucho tiempo que me siento tan cómoda hablando de mis cosas y de mi vida con alguien que no es Ivanna. Y se siente raro.

Raro pero bien.

Es un gustazo la verdad.

Volviendo al tema, después de habernos acomodado en nuestra habitación, hemos seguido con nuestro plan, que era salir a explorar y conocer las zonas del instituto. La verdad es que todo aqui me parece increíblemente grande.

Lo que más me gusta es que cuando sales del pasillo de las habitaciones están las escaleras, que al bajarlas te llevan a la zona de las taquillas o a alguna sala de estar o biblioteca.

Por si no ha quedado claro, las habitaciones están en el segundo piso, al bajar te encuentras lo que acabo de decir y si sigues bajando ya está el recibidor del colegio, con un pasillo que te lleva al despacho del director y a la secretaría, y con otro pasillo que se ve rápidamente en el que se encuentran las aulas para dar clases.

En cada aula hay un cartel grande con el curso y me alivia saber que mi aula está totalmente a la vista porque eso significa que no me perderé buscándola. Lo dicho.

Soy un desastre. No me escondo.

Leah, Ivanna y yo no podemos estar flipándolo más porque, vuelvo a repetir, aquí todo es enorme y por más que andamos parece que no terminamos de recorrer nunca el instituto. Pero bueno, sigamos con el tour.

Hay dos cafeterías, la que está dentro y la que está prácticamente en uno de los jardines.

De la cafetería que está fuera sólo puedo decir que tiene una mini barra en la que pides la comida o lo que tú quieras y en esa zona de jardín hay varias mesas para que puedas sentarte.

La cafetería que hay dentro tiene varias televisiones en cada zona, hay una televisión en la zona donde está el billar, otra televisión al lado de la barra donde pides la comida, y hay otra más en donde se encuentran los sofás.

Luego al salir de ésta, hay como una especie de sala que está vacía y te conduce a unas escaleras, y si sigues bajando por ahí te encuentras la piscina techada para lo que supongo Alicia nos dijo que se daban las clases de natación o se hacían las actividades de deportes de agua.

Esa zona tiene unos ventanales enormes con estilo de puerta que te lleva a un pasillo con césped artificial con varias puertas, una de ellas te conduce al vestuario de los chicos, otra  al vestuario de las chicas, otra te lleva al gimnasio, y por último, otra puerta que es la sala de baile.

De lo que me he dado cuenta es de que todo el instituto está rodeado por jardines, y eso me gusta mucho. Todo lo verde siempre me ha producido mucha relajación mental. Los jardines son una pasada y no quiero imaginarme lo bien que se tiene que estar aquí leyendo un libro. Puedo sentir la paz con solo echar un vistazo.

Antes de la fama.  [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora