Cuando aquella chica misteriosa del bar llega inesperadamente a la vida de Megan y sus amigos, sumergiéndose en un viaje de descubrimiento propio y amor.
Esa pregunta rondaba una y otra vez por la cabeza de Megan. Intentó no darle importancia.
Terminó su jornada de trabajo y volvió en bicicleta a su apartamento.
Su teléfono vibró.
Josh: Hey, esta noche vamos a ir al Zeta con los chicos.
Megan: Es... lunes
Josh: Y?
Megan: Voy.
El Zeta era el bar al que frecuentaban. Estaba relativamente escondido, desde afuera parecía un simple bar pequeño pero una vez entras es un lugar gigante, lleno de luces y ruidoso.
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Josh: Estás lista? Llego en 5
Megan:
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Josh: Bueno, veo que si.
La rubia bajó a la calle y se puso a esperar a Josh y los chicos, hasta que avistó el Jeep Wrangler negro.
Josh bajó la ventana una vez al lado de Megan. -Llegó tu Uber, sube hermanita- dijo bromeando.
Subió a la parte trasera del Jeep, donde estaban Ellie y Marie, saludando a las dos.
-Cinturones, señoritas- dijo Dom, que estaba sentado adelante.
-Hay que empezar la noche bien, y nada mejor que ponerse loquitos- dijo Marie, sacando un paquete con lo que parecían porros dentro.
Era usual que todos, excepto Josh, se metieran alguna que otra cosa antes de ir a fiestas.
Marie sacó uno de la bolsa y la pasó al resto para que sacaran. Antes de que Megan pudiera sacar se dio cuenta de que no quedaban.
-Traes porritos para compartir y luego no te alcanzan para todos?- dijo Megan simulando estar enojada.
-Tris pirritis piri cimpirtir ninininini, joder compártelo con Ellie, que se yo.- respondió.
Dom sacó un mechero y lo compartió con todos.
-Bueno, mi porro es tu porro.- dijo Ellie a Megan riendo.
El trayecto hasta el bar fue básicamente un montón de risas, bromas, y bueno, lo que te esperas de un auto lleno de personas ligeramente drogadas.
Llegaron a un estacionamiento a unas 2 cuadras de bar, ya que este estaba en un callejón imposible de acceder con un auto. Todos bajaron y caminaron juntos hasta el bar.
-Veo que te has adaptado al grupo, no?- preguntó Megan a Ellie.
-Bueno, creo que es imposible no hacerlo. Todos han sido geniales conmigo.- respondió la chica, esbozando una sonrisa en su rostro.
