GREEN EYED

23

Ya era lunes por la tarde, todos habían llegado a sus casas alrededor del mediodía.

Megan estaba en su apartamento desempacando todo, imprimiendo y colgando las fotos en su habitación y dejando todo listo para reanudar la vida normal al día siguiente.

Cuando tenía casi todo listo sonó el timbre.

Fue a abrir la puerta, encontrándose con un hombre de unos treinta y tantos cargando un sobre en su mano.

-Lo envía el señor Hawke.- dijo el hombre, pasándole el sobre.

Megan lo tomó y le agradeció. Luego cerró la puerta y se sentó en su cama a abrirlo.

El señor Hawke era su jefe, por lo que dedujo que se trataba sobre la oferta laboral para Ellie.

Al abrir el sobre encontró una nota junto a un montón de papeles que estaban a nombre de Ellie. Solo la nota contenía el nombre de la rubia.

"Señorita Parker, se me olvidó preguntarle por la dirección de la señorita que me recomendó para el puesto... Ellie Williams si no me equivoco. Se lo envío a usted para que le pase todo lo que contiene el sobre.

Gracias, Jeff Hawke."

Dejó la nota a un lado y volvió a sellar el sobre alegremente.

Se puso un abrigo y salió lo más rápido que pudo hacia el apartamento de Ellie para compartirle las buenas noticias.

"Además de darle esto la ayudaré a desempacar, seguro que aun no lo hace." pensó, motivándose aun más para llegar lo más rápido posible al apartamento.

Subiendo en el ascensor tomó su bolso y sacó la llave del apartamento de Ellie, aprovechando de que se lo había dado un tiempo atrás.

Decidida a darle una sorpresa, abrió la puerta del apartamento con su llave.

En cuanto entró su expresión cambió completamente. Estaba atónita ante lo que veía, no tenía idea de qué hacer.

-Qué mierda?- dijo firmemente, llamando la atención de Ellie.

Y también la atención de Kat...

Ambas estaban besándose acaloradamente en el sillón de la sala.

Ellie miró con ojos de pánico a Megan, titubeando palabras sin sentido intentando formar una oración coherente.

-Escucha...- dijo la pelirroja nerviosa y alterada.

-No, no. Tú me vas a escuchar a mí, joder.- dijo Megan alzando a voz.

Kat miraba la situación con la misma cara de "me importan cinco hectáreas de mierda lo que digan".

-Hemos hecho tanto por tí. Todo porque supuestamente tú estabas EXTREMADAMENTE ACOJONADA de esta hija de puta. Y ahora entro y estás aquí dándote besitos?.- continuó.