GREEN EYED

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-Escúchame. Tengo que ir a averiguar más cosas. Te mantendré al tanto.-

Ellie estaba hablando por teléfono con Marie mientras se ponía su mochila en la espalda. Eran alrededor de las ocho y media de la noche. Tomó su navaja y se la guardó en el bolsillo interior de su chaqueta. Se recogió mediocremente el cabello y salió del apartamento.

Bajó hasta el estacionamiento del edificio, dirigiéndose hasta el lugar que le correspondía a ella. No había ningún auto, pues no tenía uno, pero había una vieja bicicleta que no usaba hace mucho. Sacó un paño de su bolsillo, sacudiendo el polvo de la bicicleta.

Dejó el paño a un lado e inspeccionó la bicicleta. A simple vista parecía en buenas condiciones, así que se subió a esta y comenzó su camino hasta la zona sur de Boston.

Era viernes, las calles estaban repletas de gente que salían a comer o de fiesta. Era una noche algo fría.

Luego de un buen rato pedaleando llegó a su punto de referencia para comenzar a averiguar más cosas sobre Kat. Una oficina de correos antigua con una gran cantidad de vida nocturna a su alrededor. Muchos bares, antros y restaurantes cerca de esta.

Dejó su bicicleta a un costado de la calle, para así poder recorrer a pie la zona. Se detuvo en un resto-bar que le llamó la atención. Era el más vacío de la zona, un lugar bastante tranquilo.

Se dirigió al callejón que se encontraba en la parte trasera del establecimiento. Un hombre se encontraba fumando al lado de la salida trasera.

Ellie se acercó a él, poniéndose a su lado. Se apoyó en la pared al igual que él.

Introdujo su mano en el bolsillo delantero de sus jeans, sacando un cigarrillo.

-Tienes fuego?- le preguntó al hombre, intentando no mirarlo mucho.

El hombre asintió, sacó un encendedor plateado de su chaqueta. Encendió el cigarrillo de Ellie y volvió a guardar el encendedor.

Ellie le dió una calada al cigarrillo, para luego dirigirse al hombre.

-Vives por acá?- preguntó la pelirroja.

-Sí, tan solo a un par de cuadras.- dijo el hombre mientras agitaba ligeramente su cigarrillo para eliminar los restos de ceniza.

-Tú?- preguntó este mismo.

-Vivo bastante lejos de aquí.- dijo Ellie.

El hombre alzó los ojos sorprendido.

-Que te trae por aquí entonces?- preguntó curioso.

-Estoy intentando ubicar a... una vieja amiga. Kat Henderson.- respondió. Le dió otra calada a su cigarrillo.

-Kat Henderson... si no me equivoco el dueño de este resto-bar la conoce. Pregunta por Sam Turner y supongo que él puede ayudarte.- dijo el hombre.

-Así que la conoces.-

-Está frecuentemente por aquí. Una chica de cabello café y piel clara no?-

-Exacto. Esa es Kat. Gracias por tu ayuda.- dijo Ellie.

Le dió una última calada al cigarrillo, luego lo apagó el la pared y lo arrojó en un basurero.