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De alguna u otra manera Delilah terminó en el asiento de copiloto de Finn. Este logro persuadirla para llevarla a casa, y está no pudo negarse, se odiaba un poco por eso. El camino fue rápido y en silencio, lo único que sonaba en la radio eran canciones de Kanye West, Delilah estuvo a nada de hablar para decirle que quitara eso. El auto se estacionó frente a la casa de Delilah, y unos segundos de silencio permanecieron antes de que Finn lo rompiera.

— Podemos hablar? —volteó a verla mientras esta miraba al frente. Pudo haberse bajado del auto sino le importara; pero al contrario, tenía la esperanza de hablar con Finn aunque sean unas pocas palabras.

— ¿Hablar sobre que? —respondió en voz baja, sin dirigirle la mirada.

— Tu sabes a que me refiero.

— entonces dilo, de que quieres hablar? —Delilah volteo a verlo, finalmente encontrándose con aquellos ojos oscuros que tanto había extrañado.

Finn soltó un suspiro, cerrando los ojos para después abrirlos y volver a verla. — No me hagas decirlo.

— entonces me voy. —abrió la puerta dispuesta a bajarse, no planeaba hablar sobre nada si el no se atrevía a tocar el tema primero.

El chico se estiró para tomar su brazo, deteniéndola de que se bajara. — No, no te vayas... —volvió a suspirar y cuando esta se acomodó en el asiento nuevamente, fue cuando volvió a hablar. — quiero volver a ser algo, contigo, algo que esté bien. — y antes de que Delilah pudiera decir algo, este volvió a hablar. — por más que intento, no logro sacarte de mi cabeza, y suena raro e incómodo hasta incluso pensarlo, pero en serio siento como si te necesitara para estar bien. Llámame loco, o lo que quieras, pero estoy seguro que podría cambiar por ti.

El silencio permaneció en aquel auto por algunos segundos, casi que hizo que Finn se arrepintiera de haber dicho todo eso, hasta que Delilah por fin hablo.

— estas seguro?

— Muy seguro.

— Lo prometes?

— por lo que quieras.

Delilah levanto el dedo meñique, lo cual hizo que Finn soltara una pequeña risa pero aún así entrelazó su dedo meñique con el de ella. La chica se inclinó para dejar un beso en el otro extremo de su propia mano, y miró a Finn para que este hiciera lo mismo. Este se rio y se detuvo un momento para después hacerlo, lo cual hizo que la chica esbozara una sonrisa.  Ambos bajaron del auto y subieron hasta la habitación de Delilah, donde se supone que iban a ver una película.

— ¿que quieres ver? —dijo Delilah mientras buscaba una película en la televisión, ambos se encontraban sentados en el borde de la cama.

— lo que tú quieras está bien.

Pusieron una película y ambos se recostaron en la cama. al pasar los minutos de la película comenzaron a acomodarse cada vez más, se acercaban poco a poco al punto en donde terminaron acurrucados el uno del otro. Delilah volteo hacia Finn sin tomar en cuenta la cercanía que tenia con este así que ambos quedaron a pocos centímetros de distancia. Se miraron a los ojos, después a los labios, y ambos comenzaron a besarse lentamente.

El beso era cálido, y lento, se podía notar como ambas bocas se habían extrañado desde la ultima vez. el beso comenzó a ser desesperado y algo brusco, lo cual provocó que Finn quedara encima de la chica. Ambos pausaron la película para después seguir el beso de la misma manera.

Las manos de Finn pasaron de sus mejillas hasta sus muslos, y mientras comenzaba a bajar sus besos hasta su cuello. Delilah empujó la cabeza hacia atrás con una sonrisa notoria, mientras sentía como el chico seguía bajando sus besos hasta llegar a su blusa, la cual quitó con cierta desesperación y comenzó a besar sus pechos aún sin remover el sostén ajeno. Delilah bajó sus manos hasta la espalda del chico consiguiendo quitar su camisa, Finn ayudo para hacer esto y después siguió con los besos sobre sus senos, consiguiendo dejar pequeñas marcas sobre los mismos. Comenzó a dejar besos húmedos por todo su abdomen hasta llegar al inicio de su short, donde miró a la chica que observaba atentamente sus movimientos, está solo asintió.

Desabrocho su short quitándolo por completo, e hizo lo mismo con su ropa interior. Comenzó dejando pequeños besos por su vientre, por sus ingles y por sus muslos, obviamente su intension era provocarla, para que al momento de tocar su vulva estuviera completamente mojada, que fue exactamente lo qué pasó. Dejo un beso sobre su clitoris y el centro de su vulva, la chica comenzaba estremecerse.

Delilah apretaba las sabanas mientras evitaba gemir, pero para ese punto era imposible, finn comenzaba a utilizar su lengua, permitiendo que la chica siguiera lubricándose. Después de unos minutos de estimular su vulva el chico se hincó en la cama, comenzó a bajar su pantalon y al mismo tiempo su bóxer dejando ver su miembro erecto. Delilah sonrío y acercó su fría mano a estimular el mismo.

— mierda. —dijo finn después de un gemido y con una sonrisa, observaba atentamente los movimientos de la chica mientras jadeaba. a pesar de ser la primera vez de delilah tenía idea de cómo hacerlo gracias a todos esos libros que contenían escenas no muy familiares. Una de las manos de finn se posaba en el cuello de la chica, a pesar de que la boca de esta no se había acercado a su miembro.

Finn se acerco a su pantalón y comenzó a esculcar en este, logrando encontrar un condon. abrió el pequeño paquete y se lo puso. Aunque esto fuera un escenario común en la vida de Finn, delilah se moría de pena.

el chico entró en la intimidad de la chica de manera lenta, delilah comenzó a jadear inconscientemente mientras apretaba las sabanas, las chicas en los pasillos no mentían sobre "el gran pene de Finn Wolfhard". Finn comenzó a moverse, incrementando la velocidad de sus movimientos mientras iba pasando el tiempo. ambos cuerpos se movían al mismo ritmo, el contexto de la situación llenaba la habitación de sonidos placenteros y un calor que los envolvía a los dos. Las manos de Finn se encontraban en los muslos de la chica los cuales estaban cada vez más rojos de tanto apretarlos, a Delilah no le molestaba en lo absoluto, incluso la hacía gemir mas. Los movimientos del chico duraron unos minutos más para que Delilah terminara por correrse, acción que hizo que Finn se corriera. Salió de la intimidad de la chica y dejó el condon en la basura.

sus miradas se encontraron y con una sonrisa el chico se recostó en el pecho de Delilah, dejando un suave beso en este, cosa que no muy seguido hacia por no decir nunca.

𝐇𝐞 𝐰𝐚𝐬 𝐚𝐧 𝐢𝐝𝐢𝐨𝐭 - 𝐅𝐢𝐧𝐧 𝐖𝐨𝐥𝐟𝐡𝐚𝐫𝐝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora