Te amo monstruo 2: la esposa con los ojos vendados y su esposo enmascarado

235: A diferencia de antes

Para cuando Davi y Zaki regresaron, gotas de sudor invisibles cayeron de la frente de Zaki tan pronto como sintió el aura fría alrededor de Sei.

Afortunadamente, Davi corrió apresuradamente hacia él con una sonrisa brillante y las frías miradas de Sei se vieron obligadas a calentarse lentamente. Aprovechando el cambio de atmósfera, Zaki inmediatamente se despidió con su habitual sonrisa traviesa y finalmente entró en el coche y salió de la mansión Grey.

Más tarde esa noche, el anciano comenzó a ejecutar sus planes. Secretamente puso una droga en el té de Sei, sin embargo, como si Sei ya hubiera previsto todo en el momento en que el anciano llegó a esta casa, no bebió su té. Miró hacia su propio abuelo con unos ojos que parecían decirle las palabras, 'no pierdas tu tiempo haciendo cosas innecesarias porque no me enamoraré'.

El pobre anciano junto con su socio en el crimen, el Sr. Gou, solo pudieron suspirar con gran decepción. Sin embargo, por supuesto, su determinación todavía era fuerte y no vacilaron.

El Sr. Gou también le dijo al anciano que últimamente, Sei comenzó a salir de su habitación por la noche y que incluso una vez durmió en el sofá. Al escuchar la impactante noticia, el anciano pensó en cerrar su habitación para evitar que Sei se fuera.

Así, esa noche, antes de que la pareja entrara a su habitación, el anciano ordenó a las criadas que recogieran las llaves y se las entregaran todas. Y así, tan pronto como entró la pareja, el anciano cerró la puerta.

Sin embargo, en el momento en que Davi se quedó dormido, y antes de que el deseo de Sei se apoderara de él nuevamente, Sei abandonó la cama con cuidado, sacó la llave de repuesto en su bolsillo y abrió la puerta. Decepcionando a los dos ancianos que miraban en secreto hasta la médula, cuando lo vieron salir de la habitación.

Llegó la mañana y no pasó nada. Sei nunca cayó en ninguna de las interminables trampas que había tendido el anciano.

Davi, por otro lado, también comenzó a sentir que Sei parecía estar poniendo distancia entre ellos cada vez que estaban en la cama. Sei seguía siendo su yo habitual, sin embargo, por alguna razón, a diferencia de antes, extrañamente se vuelve silencioso y rígido como una roca cuando están en la cama.

Desde que llegó a casa, Davi siempre se despierta solo en la cama. También se dio cuenta de que estaba equivocada al pensar que Sei se estaba levantando antes que ella. Descubrió que en realidad él no estaba durmiendo en su cama durante dos noches seguidas y eso la hizo sentir curiosidad, al mismo tiempo, sintió una cierta sensación desagradable que estaba comenzando a gestarse dentro de ella. Sin embargo, a pesar de lo optimista que es, Davi pensó que podría haber algo que ocupaba la mente de Sei en este momento, así que decidió dejar de pensar demasiado en ello.

...

Sei acaba de salir de su sala de estudio cuando Davi caminó hacia él y le tomó la mano.

"¿Terminaste tu trabajo?" Preguntó y cuando el hombre asintió, Davi lo arrastró y Sei la siguió en silencio hasta que llegaron al jardín. Davi estaba tratando de involucrarlo para que hiciera actividades normales para al menos relajarlo, así que pensó en dejarlo regar las plantas esta vez.

"¿Trabajaste de nuevo anoche?" preguntó mientras le daba una manguera de jardín y Sei simplemente respondió con un "Mm" mientras miraba con curiosidad la manguera en su mano.

Mirando la forma en que mira seriamente la boquilla de la manguera, Davi no pudo evitar sonreír.

"¿Tu primera vez que lo usas?" preguntó y Sei asintió.

"Está bien, puedes presionar ese botón". Dijo Davi y así lo presionó sin apuntar la manguera hacia las plantas. Luego, el agua brotó de la boquilla y fue directamente hacia Davi. En ese momento, los ojos de Sei se agrandaron y la manguera se le cayó de la mano tan pronto como vio a Davi empapado.

Se acercó apresuradamente a ella con una mirada preocupada y ansiosa mientras trataba de limpiar el rostro de Davi con la manga de su sudadera.

"¿E-estás bien? Lo siento. Yo ..." Sei no pudo continuar con sus palabras de preocupación porque Davi de repente se rió entre dientes.

"Está bien, está bien. Estoy bien". Ella respondió, pero la mirada de extrema disculpa en sus ojos no se desvaneció. Por lo tanto, al siguiente segundo, para que dejara de sentir pena, Davi de repente tomó la manguera y le apuntó con el agua y lo empapó de nuevo mientras ella continuaba riendo.