Te amo monstruo 2: la esposa con los ojos vendados y su esposo enmascarado

324: Mala influencia

El ambiente de ese día fue increíblemente agradable. Como los dos simplemente deambulaban comprando cosas como haría cualquier pareja normal en este planeta, la primera vez que Sei estuvo en el mercado fue superficial. Esos años que evitó este lugar sin duda valieron la pena después de todo.

Sei en realidad evitó deliberadamente todos los lugares que Davi mencionó esa noche durante los últimos cinco años. Solo quería poner un pie en estos lugares cuando Davi estaba a su lado y su decisión era perfecta. A pesar de que Sei odiaba los lugares llenos de gente, todo se volvió simplemente animado en sus ojos solo porque Davi estaba a su lado. No sabía que este simple y ruidoso lugar podía volverse increíblemente hermoso. La emoción que estaba sintiendo en este momento era inexplicable, haciéndolo sentir como si estuviera en la nube nueve. Sin embargo, por supuesto, no importa cuán soñadora fuera la situación, Sei no se olvidaba de su energizante cada diez minutos. Bueno, es imposible que lo olvide.

Davi incluso comenzó a pensar que incluso si el mundo entrara en caos, Sei aún pediría un beso en medio de la guerra o la tormenta.

"Pero Sei, no hay ningún lugar donde escondernos. ¿Podemos hacerlo en el auto más tarde?" Davi preguntó cuando Sei se quedó quieto.

"La multitud está absorbiendo mi energía". Simplemente pronunció y Davi solo pudo enfrentar la palma. La expresión de sus ojos cambió y al verlo, Davi ya podía decir que no dejaría el beso tan fácilmente.

Por lo tanto, antes de que Sei pudiera pronunciar otra palabra y preguntar de nuevo, Davi rápidamente se quitó la gorra, la usó para cubrir sus caras antes de que ella se pusiera de puntillas y lo besara.

Sei estaba atónito, pero rápidamente correspondió, sin importarle que la gente volviera la cabeza hacia ellos.

Davi se apartó inmediatamente después de casi un minuto y, como se esperaba, Sei obviamente no estaba satisfecho. Sin embargo, dado que fue Davi quien inició el beso esta vez, Sei ya no se quejó.

Mientras tanto, los dos acosadores en algún lugar de la esquina han estado usando expresiones opuestas todo el tiempo de su operación de acecho. Hinari estaba sonriendo con entusiasmo todo el tiempo como si estuviera disfrutando del espectáculo mientras que Zaki parecía aburrido.

"Oye, ¿no es esto suficiente? Sei la besará cada diez minutos antes de que se acabe el tiempo para que no tengas que observar más cosas nuevas". Zaki finalmente habló y Hinari lo miró con una ceja levantada.

"¿Qué es esto, Sr. Belleza? ¿Quizás estás celoso o algo así? ¿No puedes ver más comida para perros?" Ella preguntó. Su tono era irritantemente travieso de nuevo, pero Zaki parecía estar comenzando a desarrollar tolerancia por sus provocadoras travesuras ahora.

"Bueno, yo solía ser el que sonreía mientras los veía así en ese entonces. Viví con ellos hace cinco años, así que ya era inmune a sus cariñosas payasadas". Simplemente respondió mientras bostezaba y Hinari fue silenciada. Bueno, ver al ahora maduro y desvergonzado Sei no es tan divertido como cuando todavía era su yo inocentemente ignorante, así que Zaki de alguna manera ya no estaba tan entretenido.

"Vamonos." Zaki luego continuó y perezosamente se dio la vuelta, haciendo que Hinari se aferrara rápidamente a su brazo.

"Oye, la operación aún no ha terminado. Si insistes en irte, te daré un beso". Hinari dijo de repente y Zaki inmediatamente levantó su mano y golpeó a la chica que se aferraba a su brazo. No puede creer que estaba siendo amenazado a plena luz del día, pero no podía hacer nada más que suspirar.

"Si quieres continuar, quédate. Te esperaré en el coche". Zaki respondió mientras comenzaba a tirar de su mano cuando para su sorpresa, Hinari lo soltó voluntariamente. Pensando que la chica finalmente se rindió, Zaki estaba a punto de alejarse cuando de repente, Hinari lo tomó a la cara y lo besó.

Rápidamente forzó su lengua dentro de su boca, haciendo que el hombre abriera los ojos. Hinari lo besó como si tuviera prisa. Sus dedos tiraban de su cabello mientras lo besaba con fuerza como si estuviera tratando de castigarlo.

En ese momento, la multitud observó a la pareja de dos desvergonzados besándose abiertamente en medio de un mercado abarrotado. Zaki casi se pierde debido a su repentino beso agresivo. Con alegría, sus sentidos aún estaban agudos como de costumbre, así que en el momento en que escuchó la voz de un niño preguntando qué estaban haciendo, Zaki levantó las manos y la sostuvo por los hombros. Estaba a punto de empujarla cuando Hinari de repente se separó del beso.

Los dos se miraron el uno al otro. Hinari estaba sonriendo mientras Zaki volvía a poner un nervio en su frente. Estaba a punto de golpearla con fuerza de nuevo, pero se detuvo a la mitad. En cambio, suspiró antes de que de repente se volviera y comenzara a alejarse sin decir una palabra, dejando a Hinari atónita. Bueno, lo besó para que se quedara todavía, ¿todavía no funcionó?

Zaki se muerde el labio con fuerza mientras se aleja. Esta prometida suya realmente le estaba dando todo el tipo de dolor de cabeza en este mundo. Ni siquiera puede creer que realmente le devolvió el beso a pesar de que sabía muy bien dónde estaban. Ni una sola vez pensó que eventualmente terminaría siendo tan desvergonzado como ella. Bueno, considerando la educación de Zaki, nunca pensó que una vez al día besaría abiertamente a una chica en un lugar tan público y concurrido.

"Esta chica realmente es una mala influencia..." murmuró Zaki mientras sonreía, sin creerse a sí mismo.

Al mismo tiempo, Zaki se dio cuenta de que poco a poco, él estaba cayendo lentamente bajo su control. Y no puede hacer nada más que admitir que cuanto más tiempo pase con ella, más perderá con ella.

En ese momento, mientras Zaki se aleja lentamente, un cierto sonido de repente lo detuvo en su lugar. Para él, el sonido era como un silbato de la policía, diciéndole que se detuviera o lo matarían a tiros.

Zaki se volvió instantáneamente debido al repentino grito de Hinari. Estaba a solo diez pasos de ella y la multitud de alguna manera despejó el espacio entre ellos para que Zaki viera claramente las lágrimas cayendo sobre su rostro.

"¡Uwah! Mi esposo me deja. Por favor, que alguien lo detenga. Dijo que irá con su otro amado. ¡Uwah!"

Hinari estaba llorando fuerte como una niña mientras señalaba con el dedo a Zaki, dejando al hombre estupefacto hasta la médula de que ni siquiera sabía si movía los pies o hablaba.