Te amo monstruo 2: la esposa con los ojos vendados y su esposo enmascarado

331: ¡¿Nuestra diosa tiene un hijo!?

Puerto de la Reina ...

Después de conocer finalmente a su querido nieto, Miura Sanae se sintió como si estuviera flotando en la nube nueve. También descubrió que este niño era un genio nato y sus modales eran tan dulces como la miel y tan reconfortantes como un rayo de sol, que no pudo evitar querer mantener al pequeño niño suave en su abrazo. Su viejo y cansado corazón se tranquilizó con solo mirarlo y escuchar su voz. Realmente sintió que volver a encontrar a su nieto fue uno de los días más felices de su vida.

"Mami, ¿vas a entrenar hoy de nuevo?"

El pequeño Shin le preguntó a Davi después de hablar con su abuela por un largo rato. Su cara redonda y regordeta tenía la emoción escrita por todas partes.

Al notar la repentina luz de anticipación en sus ojos, Davi se inclinó y acarició la cara del pequeño moño.

"¿Hm? ¿Quieres ver a mami entrenar?" Preguntó y los ojos del chico brillaron.

"Sí mami. ¡Quiero verte con tu genial uniforme!" Respondió y la anciana mirándolos, se rió entre dientes.

"Vaya, vaya. El pequeño Shin parece admirar que su madre sea un soldado. ¿Por qué no le muestras tus habilidades, cariño? Tus amigos en el campo de tiro te han estado esperando durante más de un año." Dijo Sanae y el pequeño Shin asintió con la cabeza como un anciano, aceptando con entusiasmo la maravillosa sugerencia.

"Pero ..." Davi dudaba, pero tan pronto como el pequeño moño le tomó la mano y la miró con esos ojos irresistiblemente hermosos, Davi simplemente no pudo decir 'no'.

"¡Mami, vamos!" Dijo emocionado y Davi, que estaba planeando ir a cambiarse su ropa de laboratorio, solo pudo asentir al pequeño. Bueno, era imposible para ella rechazar la solicitud de su hijo más querido.

Davi luego se volvió hacia su madre mientras hablaba.

"Madre, después de esto, tengo algo importante que decirte".

"Está bien, cariño, ven a buscarme al laboratorio más tarde."

"Mm."

Después de que el pequeño Shin besara a su abuela, la madre y el hijo se fueron.

...

"¡Whoah! ¡La reina de los disparos ha vuelto!"

"¡¿Qué ?! ¿Ella viene? ¿En serio?"

"¡Maldita sea! He estado esperando este día."

"¡Ahh! Maldita sea, ¡finalmente puedo mostrar cuánto he mejorado desde que se fue!"

"¡Esto es jodidamente emocionante! Quiero competir con ella de nuevo".

"Esta vez, definitivamente la venceré".

"Seguro que hablas en grande. ¿Olvidaste que la reina acaba de llegar de una misión especial de un año? ¿Pensaste que no mejoró?"

"Lo sé, pero señor no es una francotirador. Es una médica".

"Tch, qué lástima. Qué desperdicio de talento".

"No digas eso idiota. Un ángel como ella no debería estar ahí afuera matando gente sin corazón. Su habilidad piadosa era más necesaria como médico".

"Lo sé. No puedo dejar de lloriquear. Maldita sea, ¿cómo es posible que los cielos sean tan injustos? Al menos deberían darme sus habilidades de francotirador. Los dioses parecían haberle dado todas las cosas que otros hombres y mujeres podían tener. Solo deseo. Es perfectamente hermosa, no hay nadie más hermoso que ella. También es una súper genio inigualable, una médica hábil y educada, ¿por qué tenía que ser súper hábil para disparar también? No nos está dando a los hombres ninguna ¡cara!"

"Bien..."

Mientras los hombres en el campo de tiro continuaban intercambiando palabras, finalmente llegaron Davi y su hijo.

Sostenía la mano de su hijo mientras caminaba hacia el grupo y, como de costumbre, la cabeza de cada persona parecía girar automáticamente hacia ella. No llevaba nada femenino y pegadizo. A diferencia de otras chicas, ella no usaba joyas, ni maquillaje ni ropa de moda. Llevaba un lúgubre uniforme militar convencional y, sin embargo, estaba tan deslumbrante como siempre, como si fuera una chica de portada del ejército de revistas ambulantes. La camiseta verde, que se ajustaba a sus curvas, combinada con pantalones camuflados y zapatos de seguridad era solo una vista tan hermosa que todos los que pasaba se quedaban aturdidos. Definitivamente era el tipo de soldado que no solo derribaba a los hombres con sus habilidades, sino también con su innegable belleza.

Todos parecían estar pensando que si alguien como ella era su enemigo en el campo de batalla, podrían morir no por su bala sino por su magnificencia asesina.

Todos, que ya habían visto lo terriblemente hábil e inteligente que era, se sorprendieron hasta el punto de que sus egos como hombres fueron prácticamente pisoteados en el suelo. Por lo tanto, todos los soldados que la conocieron la reconocieron y la respetaron no solo porque era sobrina de un comandante.

Si había algo que faltaba para completar su estado de perfección era su sonrisa. Nadie en el campamento la vio sonreír nunca y ese fue el único defecto que encontraron en ella y en comparación con otros defectos presentes en el mundo, realmente no fue significativo.

"Sargento, bienvenido de nuevo. Realmente lo extrañamos aquí." Un joven apuesto fue el primero en acercarse a ella. Era el nuevo recluta con el que Davi entrenó hace tres años en este mismo campo de tiro. Tenía talento y era una de las dos personas de este campamento que podía vencerla. Sin embargo, el joven sabía que Davi era mejor que él. Fue porque disparar era en realidad solo un pasatiempo para ella y solo entrenaba en su tiempo libre.

"Mucho tiempo sin verte." Luego dijo cuando la mirada del joven se posó en el pequeño moño a su lado.

"Uhm, mayor. ¿Este adorable niño es tu pariente?" Preguntó, pero antes de que Davi pudiera responder, el pequeño Shin habló.

"No soy un mero pariente, soy su hijo". Dijo el pequeño Shin con orgullo y los ojos de todos se abrieron. Todos miraron a Davi con ojos interrogantes.

"Sí, este es mi hijo." Ella confirmó y como si una serie de rayos cayeran del cielo brillante y golpearan a todos y cada uno de ellos, la atmósfera se quedó increíblemente tranquila.

Sin importarle la reacción de todos, Davi llevó a la pequeña Shin a un área segura mientras se preparaba. Los hombres aún estaban aturdidos mirándola, hasta que alguien finalmente rompió el silencio.

"¡¿Q-qué ?! ¡¿Nuestra diosa tiene un hijo ?!"

"E-eso significa que ya la tomaron, ¿verdad?"

"Obviamente, idiota."

"¡Qué diablos! Aquí pensé que era una diosa en el cielo que era inalcanzable para los simples mortales. ¡¿Qué clase de hombre podría haber logrado tener a alguien como ella ?!"

"¡Maldita sea! La chica de mis sueños es ... Se acabó".