Te amo monstruo 2: la esposa con los ojos vendados y su esposo enmascarado

349: Enérgico

Hace algún tiempo, Ryou había seguido a Davi y Hinari dentro del bar en secreto. Se sentó en una esquina lo suficientemente lejos de ellos, escondido de su línea de visión. Los observó de cerca mientras observaba sus alrededores y, con gusto, el ambiente dentro del bar era bastante decente en ese momento. Nadie estaba haciendo una escena y de alguna manera era más silencioso que los bares promedio.

Ryou también siguió mirando el alcohol que consumía la esposa de su jefe y se alegró cuando Davi solo bebía su bebida de vez en cuando. Su miedo de que uno de ellos se emborrachara y creara una escena se disipó lentamente y finalmente se relajó.

En medio de la conversación de las dos chicas, Ryou se levantó. Una vez más miró a su alrededor antes de dirigirse apresuradamente hacia el baño.

Sin embargo, cuando regresó, se sorprendió cuando ya no vio a dos de ellos allí. Inmediatamente le preguntó al camarero y en el momento en que se enteró de que ya se habían ido, Ryou dejó el bar con la frente arrugada.

Cuando salió, algo impensable apareció ante sus ojos.

Ryou vio a un hombre sosteniendo a la esposa de su jefe y parecía que estaba a punto de besarla.

En ese momento, Ryou no dudó en apuntar con su arma a ese hombre al instante. Todavía estaba un poco lejos de ellos, así que las opciones de Ryou eran teletransportarse, que por supuesto ni siquiera era una opción ya que no tenía ese superpoder, o disparar al hombre en ese mismo momento. No había forma de que permitiera que ese hombre tocara a la amada esposa de su jefe, o de lo contrario tendría que despedirse de su vida ya que su jefe seguramente lo culparía ya que él era el que se suponía que debía proteger a las dos mujeres.

Ryou era uno de los mejores tiradores entre los guardaespaldas de Sei, así que confiaba en sus habilidades. Nunca falló un objetivo antes, así que se aseguraría de que este emblema de sc.u. iba a pagar con su vida.

En una fracción de segundo, Ryou estaba a punto de apretar el gatillo cuando de repente, sus ojos se abrieron y su dedo en el gatillo se congeló en su lugar.

Fue porque, como un tigre dormido que se despertó repentinamente, la mano de Davi era como una garra de metal que de repente apretó la garganta del hombre, dejando al hombre en estado de shock extremo.

Su agarre, desafortunadamente, no fue lo suficientemente fuerte para sujetar a un hombre. Sin embargo, cada punto que presionó con sus dedos eran puntos que podrían inmovilizar a cualquier hombre normal. Sus uñas se clavaron en la piel del hombre y su sangre comenzó a fluir por su cuello, mientras el hombre permanecía inmóvil, como un tronco enraizado en el suelo. Ni siquiera pudo reaccionar a tiempo, aparte de levantar instintivamente la mano y agarrar la muñeca de Davi. Pero antes de que pudiera usar su fuerza para apartar la mano de la chica de su cuello, la otra mano de Davi ya se deslizó sobre la parte posterior de su cabeza y en el momento siguiente, tiró la cabeza del hombre hacia abajo antes de golpear su cara en su rodilla y una vez más, sin darle ninguna oportunidad de defenderse hasta que el hombre cayó al suelo, con la cara cubierta de sangre.

Esa escena sucedió en cuestión de segundos y todos los que la vieron ni siquiera pudieron reaccionar. Incluso la llorando Hinari se silenció instantáneamente mientras miraba a Davi con los ojos muy abiertos. Los dos hombres que la sostenían permanecieron congelados, incrédulos, como si lo que acababan de presenciar fuera algo imposible para ellos.

Tan pronto como el hombre cayó, Davi se balanceó por su cuenta. Sus ojos ni siquiera estaban completamente abiertos todavía. Todavía estaba medio consciente y obviamente estaba borracha. Sin embargo, un aura aterradora rezumaba de ella. Todavía era la mujer de aspecto delicado de hace un tiempo, pero su aura definitivamente era desconocida, como si de repente fuera poseída por un ser desconocido. Era como una bestia drogada que luchaba instintivamente y desesperadamente por sobrevivir incluso en su estado semiconsciente.