Te amo monstruo 2: la esposa con los ojos vendados y su esposo enmascarado

354: ¿Querías un nuevo prometido?

Los labios de Sei eran como copos de nieve derritiéndose sobre la boca de Davi. La sensación que le dio fue tan seductora e irresistible, que incluso en su estado de borrachera, sus besos eran como pociones hipnóticas. Para ella era algo imposible de rechazar sin importar en qué estado se encontrara.

Su beso fue profundo y apasionado a pesar de que la respuesta de Davi fue descuidada. Sei se dejó perder en el calor de su boca hasta que ambos se quedaron sin aliento.

Cuando sus labios se separaron, Sei la miró gentilmente y su corazón se calmó cuando Davi finalmente dejó de llorar en voz alta. Ella todavía estaba sollozando, pero el flujo interminable de lágrimas que eran como un dique de agua que brotaba de sus ojos finalmente se había detenido.

"Cariño ... se detuvo. ¡Eres increíble!" De repente exclamó con un destello de asombro en sus ojos como si un milagro acabara de suceder, sorprendiendo a Sei, quien todavía estaba aturdido por el beso y por esos ojos llorosos que eran como rocío brillante, hipnotizándolo.

"Mm. Parece que un beso es mucho más efectivo que persuadirte con palabras y abrazos." Sei respondió mientras sonreía antes de limpiar suavemente los restos de lágrimas de su rostro, mientras Davi solo lo miraba mientras ella continuaba sollozando.

Cuando Davi permaneció en silencio, Sei habló una vez más. "¿Te gustó?" preguntó juguetonamente para distraerla por temor a que pudiera llorar de nuevo, sin esperar una respuesta de ella.

Sin embargo, lo que dijo Davi al momento siguiente fue algo inesperado y, de alguna manera, letal para el corazón de Sei.

"Mm. Me gustó. Querido sabía taaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan dulce". Dijo y Sei volvió a quedar aturdido, esta vez, más de tres segundos.

"Cariño ... yo ... quiero más, quiero comerte." Continuó mientras levantaba las manos y las envolvía alrededor de su cuello mientras lo miraba como si fuera su pastel de helado de fresa favorito. Sus ojos llorosos brillaron cuando parecía que estaba a punto de babear por cierta comida extremadamente deliciosa frente a ella.

En ese momento, Sei estaba perdiendo la cabeza. Quería tirar de ella y besarla de nuevo con tanta fuerza. Se veía tan seductora que Sei no pudo evitar querer levantarla y teletransportarlos a cualquier lugar con una cama.

Con mucho gusto, Sei todavía podía pensar con claridad de nuevo, así que se movió y la levantó con cuidado en sus brazos.

"Puedes comerme cuando quieras pero ... espera hasta que estés sobrio, ¿de acuerdo?" Dijo mientras caminaba hacia el auto cuando Davi negó violentamente con la cabeza.

"Pero ahora estoy sobrio ... mira, también dejé de llorar ... Cariño ... no quiero esperar más". Ella respondió y Sei nuevamente se puso rígido. Su nuez de Adán subió y bajó mientras se mordía el labio con fuerza.

Se aclaró la garganta mientras sus pasos se aceleraban mientras Ryou le abría la puerta del coche. Al darse cuenta de que Sei parecía tener mucha prisa, Ryou se apresuró a ir al lado del conductor del coche y lo puso en marcha. Sei colocó a Davi suavemente en el asiento trasero del auto y él la siguió, cerrando la puerta tras él. Tan pronto como la puerta se cerró, Ryou inmediatamente pisó el acelerador para llevarlos a casa.

"Espera hasta que lleguemos a casa, ¿de acuerdo?" Sei dijo gentilmente. Sin embargo, tan pronto como lo escuchó decir la palabra 'espera', Davi hizo un puchero de decepción y parecía que estaba a punto de llorar de nuevo, lo que hizo que Sei entrara en pánico.

...

Para cuando el coche desapareció, Hinari, que estaba de pie junto al otro coche en el que llegaron Sei y Zaki, finalmente dejó escapar un largo suspiro de alivio. Sintió que finalmente podía respirar de nuevo como si finalmente hubiera regresado al amado planeta tierra después de un largo tiempo en el espacio exterior.

Sin embargo, justo cuando estaba a punto de relajarse, de repente sintió una sensación de hormigueo en la espalda, como si alguien estuviera tratando de hacer agujeros en ella con sus ojos láser. De alguna manera podía decir de dónde venían, así que se dio la vuelta y sus ojos se agrandaron tan pronto como vio a Zaki dirigiéndose hacia ella con pasos largos y contundentes.

Al ver su expresión fría mientras caminaba rápidamente hacia ella, el corazón de Hinari se aceleró como si una bestia estuviera a punto de comérsela y lo primero que hizo fue dar un paso atrás.

Presa del pánico, Hinari rápidamente abrió el auto y saltó al asiento trasero y cerró ambas puertas traseras apresuradamente, dejando a Zaki sin palabras mientras ponía sus manos en su cintura. Bueno, Zaki estaba bastante sorprendido de lo rápido que reaccionó Hinari esta vez. ¿Ella realmente logró entrar al auto tan rápido antes de que él la alcanzara? ¿Lo confundió con Sei o qué para ella actuar así?

De alguna manera, Zaki estaba un poco confundido. Después de todo, Hinari nunca antes le tuvo miedo. Ella no parecía tener ningún sentido de miedo hacia él incluso cuando él estaba enojado, así que ¿qué pasa con su reacción en este momento? ¿Tiene tanto miedo de recibir otro castigo?

Pensando en la rara reacción de Hinari, Zaki golpeó con las palmas la parte superior del auto con una sonrisa significativa en su hermoso rostro.

Bueno, incluso si ella suplica, no había forma de que él dejara que su pequeña pervertida se alejara de arrojar a su prometido a los lobos, libre de golpes. Tenía que darle una lección o, de lo contrario, podría seguir haciendo esto de nuevo. Además, ¿quién sabe qué hará a continuación si él seguía siendo indulgente con ella?

Después de que Zaki respiró hondo, se inclinó y miró el cristal tintado de la ventana con una expresión seria. Parecía que podía ver a Hinari y sus ojos estaban entrecerrados como los de un gato.

"Bueno, mi querida prometida, ¿estás satisfecha contigo misma? ¿Querías tanto un nuevo prometido que querrías que yo muriera en manos de tu mejor amiga?" Zaki dijo en voz alta para que ella lo escuchara alto y claro, sorprendiendo a Hinari cuando se volvió hacia el hombre que la miraba a través de la ventana.