Te amo monstruo 2: la esposa con los ojos vendados y su esposo enmascarado

243: Desabrochando

En el dormitorio principal.

La pareja ya estaba acostada en la cama. Davi estaba pensando en el próximo movimiento de seducción. Sin embargo, por alguna razón, hay algo que parece ser bastante inusual con Sei. Solía ​​estar inmóvil como una piedra en el momento en que miente, pero ahora parecía sentirse incómodo. Siguió moviéndose para que Davi no pudiera evitar distraerse poniéndose en su modo de misión.

Davi en realidad estaba pensando en el seductor masaje 101 que Hinari le enumeró. Ella pensó que era lo mejor que podía hacer para probar la reacción de Sei cuando lo tocaba. Sin embargo, el hombre estaba actuando extraño. Estaba casi al borde de la cama, obviamente manteniéndose alejado de ella mientras continuaba moviéndose, mirando hacia la lámpara.

Al observarlo, Davi dudó en ejecutar su plan. Luchó consigo misma si era el momento adecuado o no y seguía recordando lo que Hinari le aconsejaba.

'El ambiente y la situación son vitales, así que asegúrese de tener en cuenta el estado de ánimo. Si crees que es el momento perfecto, no lo dudes y hazlo '.

Davi pasó otros cinco minutos tomando una decisión. Se volvió hacia él por última vez antes de decidirse, pero sus cejas se arrugaron lentamente cuanto más tiempo observaba que él se movía constantemente como si le costara quedarse quieto.

Mirándolo, Davi lentamente se preocupó.

"¿Sei? ¿Estás bien?" Luego preguntó. Las dos lámparas al lado de la cama todavía estaban encendidas y Sei no se había vuelto a colocar la máscara todavía, así que Davi se levantó mientras ella se acercaba a él. Ella tocó su brazo para que se volviera hacia ella.

"Estoy bien." Sei respondió mientras la miraba. Sin embargo, por alguna razón, Davi todavía se sentía incómodo.

"Parecías incómodo. ¿Sientes algo inquietante? ¿Te sientes mal?" Preguntó Davi de nuevo. Su rostro estaba preocupado y Sei estaba a punto de insistir en que él estaba bien cuando recordó que ella se enojó con él por no decirle que estaba herido.

Sei tampoco pudo soportar volver a mentirle, así que se levantó y finalmente habló.

"Creo que comí demasiado. Mi estómago se sentía incómodo". Dijo mientras se frotaba la nuca y los ojos de Davi se abrieron como platos.

Se mordió el labio, dándose cuenta de que lo alimentaba demasiado y que ahora podría estar sufriendo una indigestión.

"Lo siento. Yo ..." Dijo Davi cuando Sei interrumpió sus palabras.

"Está bien. Esto es solo un malestar estomacal. Esto desaparecerá después de un tiempo". Dijo y en el momento en que Davi escuchó las palabras "malestar estomacal", inmediatamente recordó a su abuela enseñándole la técnica del masaje para el malestar estomacal. Su abuela realmente le enseñó bien porque su hermano pequeño, Haru, siempre sufría de indigestión cuando era joven. Por eso, de alguna manera, Davi dominó dicha técnica.

Davi luego miró a Sei con tanta confianza mientras hablaba.

"Conozco un gran remedio para aliviarlo". Dijo, luciendo entusiasta y Sei la miró con curiosidad. La niña de repente saltó de la cama y al cabo de un rato regresó con una toalla y una botella de aceite de mostaza en las manos.

"Déjame masajear tu estómago. Soy muy bueno con eso". Dijo mientras se sentaba y antes de que Sei pudiera hablar, Davi continuó hablando.

"Aprendí esta terapia de masaje de mi abuela, así que soy muy hábil". Dijo mientras se arrodillaba. Ella lo sostuvo por los hombros y luego lo empujó suavemente hacia abajo.

"Tienes que acostarte para que podamos empezar ahora. Esto es en parte culpa mía por alimentarte demasiado, así que déjame hacer algo para ayudarte, ¿de acuerdo?" Ella continuó y Sei, quien ahora estaba acostado por ella, se quedó sin palabras.

Sin perder tiempo, Davi inmediatamente le puso un aceite en las manos y se las frotó para calentar sus palmas. Sei simplemente la miró en silencio, anticipando lo que estaba a punto de hacer a continuación.

Sin embargo, lo siguiente que hizo Davi hizo que sus sentidos se hundieran en el caos.

Davi se arrodilló y ella se arqueó hacia él y, sin previo aviso, comenzó a desabrocharle la parte superior del pijama. El rostro de la niña estaba tan cerca de él mientras continuaba desabrochando el botón lentamente.

En ese momento, Sei sintió inmediatamente que su malestar estomacal empeoraba. Sintió que cada botón que ella quitaba era como una bola de fuego que poco a poco estaba agregando calor a su cuerpo. De repente, Sei sintió que el tiempo se estaba desacelerando y su corazón comenzó a latir rápido.

Hasta que finalmente, Davi alcanzó el último botón y en el momento en que el cuerpo de Sei apareció ante sus ojos, la sangre casi brotó de su nariz. Bueno, cualquiera ya podría decir que el cuerpo de Sei es perfecto con solo mirar su físico, sin embargo, mirar su cuerpo perfectamente cincelado tan cerca y esos deliciosos abdominales casi la dejan sin sentido. Davi nunca vio el cuerpo de un hombre más hermoso que el suyo, incluso podría jurar que el cuerpo de su esposo era mucho mejor que los que veía en las revistas. Realmente era como un personaje imaginario demasiado perfecto para ser verdad.

Por reflejo, Davi no pudo evitar morderse el labio. Ella luchó arrastrando sus sentidos para volver a despertar hasta que Sei de repente levantó su mano.

El enfoque extremo de Davi en su cuerpo sexy se rompió cuando su vista siguió su mano. El hombre posó el dorso de la mano sobre la máscara mientras inhalaba silenciosamente como si finalmente se relajara un poco.

Al ver esto, Davi finalmente espetó. Ella pensó que él podría sentirse peor ahora, así que se apresuró a frotarse las palmas de nuevo.

Sei, por otro lado, se sentía bastante preocupado. Bueno, no esperaba que con tan solo desvestirse como ese ya se considerara demasiado para él. Sintió que su respiración también se veía afectada y no tenía idea de cómo lidiar con todo lo que le estaba sucediendo a su cuerpo, solo podía contener la respiración. Por eso, no pudo evitar respirar profundamente en el momento en que ella terminó de desabrocharle la camisa. Estaba tratando de calmar su respiración y actuar con normalidad. No quería que ella se diera cuenta de que actuaba de forma extraña.

Sin embargo, al momento siguiente, ocurrió algo más allá de sus expectativas.

En el instante en que las manos de su esposa aterrizaron lentamente en su estómago como un fuego suave que aparece de la nada, un meteoro catastrófico pareció caer de repente.