(Para disfrutar mejor reproducir Highest In The Room – Travis Scott ft. ROSALÍA, Lil Baby)
Comienza a mover las caderas, al ritmo de la música mientras la observo con detalle. Cada movimiento que hace lo veo, la analizo de arriba a bajo; su piel morena con esos shorts que hacen que media nalga se vea, con un top qué resaltan sus pechos. Parecía una puta literalmente, le tiro unos billetes y me levanto del lugar.
Salgo de la habitación privada, a la ola de gente que hay en el lugar, camino entre cada persona, rozando con las chicas que de cruzan en mi camino bailando la canción movida.
Llego con Carlos y me levanta el puño en forma amistosa.
-Hola hermano- dice mientras sonríe y mueve a las dos chicas con vestido corto que tenía en cada lado, para que yo pudiera sentarme.
-Hola- contesto serio.
-¿Qué pasa? ¿Acaso esa puta no hizo bien su trabajo?- pregunta alzando después la mirada a uno de sus hombres para que vaya con la chica a hacerle algo.
-No. Mierda, no es eso. Necesito relajarme- contesto recargandome en el sofá.
-Tengo lo que necesitas- dice llamando con la mano a una chica con una charola. La miro completa y me detengo en su rostro. Sonríe.
Hacerca la charola con líneas de coca. Me acerco e inhalo una.
-Dios- digo frunciendo el ceño.
Carlos comienza a reír.
-¿Te gusta cierto?
-Sí, mierda, gracias.
Asiente y gira con las otras personas que había ahí.
Comienzo a sentirme relajado, ansioso de hacer algo, me levanto y voy a la pista de baile. Empiezo a moverme al ritmo de la música cuando siento unas manos que acarician mi espalda. Me giró y me encuentro con una chica. La tengo.La pego más a mí, bajando mis manos a su espalda baja. El vestido que trae es tan corto que puedo meter mis dedos sin tener que subirlo. Mis manos viajan a sus muslos y llegan a sus glúteos. La toco, me siente. Me besa.
La llevo a mi habitación privada, se desnuda al entrar y me quita la camisa.
La aviento a la cama y abre las piernas, mientras que una de sus manos baja y comienza a masturbarse en frente mío. Me quito el pantalón y me arrimo a ella. Le quito la mano, tomo ambas y las pongo sobre su cabeza. Comienzo a tocarla, pasando por su clítoris, a cada toque gime, me detengo cuando se acerca y me besa. Le sigo el beso mientras entro en ella.
***
Despierto lentamente, siento un peso al lado mío, miro y es la chica con la que me acosté anoche. Me dolía un poco la cabeza, así que me levanto y voy al comedor, tomo una pastilla y un vaso con agua y me la tomo. La observo unos segundos, desnuda con solo una delgada sábana tapándola. No recuerdo mucho de anoche ya que, estaba drogado, miro al reloj y son las 6:22 am. Tomo mis cosas y salgo del lugar.
Me dirijo a mi casa, en mi auto. Lo dejo en el porche, rodeo los 6 carros más que son de mi padre y entro a la sala. La casa está oscura, obviamente duermen mis padres. Mi padre, un abogado prestigiado que lo único que sabe es de la corrupción, su bufete nunca ha perdido un caso, gracias a eso, su fortuna se ha hecho esto. Mi madre una empresaria y modelo, que creció de una familia rica, así que tuvo todo a su alcance. Y bueno, después estoy yo, por ahora solo tengo la universidad, acabo de graduarme en negocios, pero realmente odio todo. Mi familia, la universidad, los problemas de los demás. No me interesa nada. Me la he pasado drogándome, bebiendo, acostándome con mujeres, dios es una rutina y ya estoy cansado de eso.
Entro a mi habitación y me acuesto en la cama, quedo profundamente dormido.
***-Joven Jones-toca la puerta la señora Blanca, la ama de llaves -Es hora de levantarse- sigue tocando la puerta.
Me levanto lentamente, miro el reloj y son las 11 de la mañana, abro la puerta y me encuentro con Blanca.
-Ya bajo- digo y sonríe, después se aleja.
Bajo al comedor y me encuentro con mi madre solamente. En su celular con un plato de frutos rojos al frente.
Al notar mi presencia habla.-¿A qué hora llegaste anoche?- pregunta sin quitar su vista del celular. Yo tomo un vaso de leche.
-Temprano- contesto.
-No me quieras hacer estúpida, sé que llegaste tardísimo- dice alzando la mirada, molesta.
-Dios, entonces para que me preguntas madre- digo bebiendo después la leche.
-No seas grosero, solo me preocupo por tí, si te molesta, el día que tengas otra maldita sobredosis, vas a estar solo y morirás. Carajo Dylan, no te das cuenta- dice casi gritándome.
Sé que tiene razón, hace menos de un año estuve en un coma de dos semanas por una sobredosis de heroína.
-Lo lamento madre, no volverá a pasar- contesto mirando al suelo.
-Siempre dices eso, y sabes que no lo cumplirás. No sé que haré contigo- dice saliendo del comedor aún muy molesta.
No puedo decir que es una pesada, es mi madre y es obvio que preocupa por mí, pero Dios, he tratado de mejorar pero no puedo, simplemente no puedo. He ido a terapias, pero igual no sirven.
El día de hoy decido no salir de mi habitación, decidí quedarme a ver alguna película en Netflix o en donde sea. Se que están pensando que si no trabajo, y no, no lo hago por ahora, mi padre me está ayudando a encontrar algo pero a él se que no le interesa, lo único que quiere es que su esencia no se pierda, su fortuna. En su testamento me dejó todo, así que no me preocupa mucho el no trabajar ahora.
Llegan las 18:00 y veo una serie, saco un porro de mi cómoda, y lo enciendo. Me comienzo a relajar cuando empieza a hacer efecto en mí. Cierro la laptop, y me recuesto en mi cama. Sigo fumando hasta que la habitación se llena de humo. Tocan la puerta y la abren. Mierda.
Comienzan a toser quien sea que entró a la habitación, sacudiendo su mano para quitar el humo de su cara, me enderezo y a miro. Mi madre.
-Dylan, maldita sea, no puedes dejar esa mierda un segundo- suspira y yo me encojo de hombros -saldré con tu padre, iremos a una reunión con Salma y Aarón Yulán, así que te comportas y apaga esa porquería.
Asiento y sale de la habitación. Me recuesto y sigo fumando hasta que se termina. Entro al baño, enciendo la ducha y entro en ella. Al salir, uso unos pantalones entubados pero guangos y una camisa grande negra. Me pongo mis tenis y salgo de mi casa. Decido caminar hasta el club ya que estoy un poco drogado para manejar y no quiero que el chófer me lleve. Así que camino, pero me tambaleo un poco. Camino unas cuadras al llegar a la avenida, cruzo la calle pero se detiene un auto, provocándome un susto inmenso, que sentí que hasta lo drogado se me quitó.
-Mierda- digo en un suspiro. Miro el auto, en él están un chico y una chica, jóvenes. El hombre frunce el ceño y sale del auto.
-¿Qué te pasa imbécil?- dice empujándome, yo solo río hasta que su puño choca contra mi nariz.
-Joder hombre, ¿que te pasa?- digo aventándolo entre risas, mierda que estoy haciendo.
-¿Que no viste que casi te atropello?- vuelve a golpearme, al ver que no le respondo me ve- ¿Estás drogado?- suspira al ver que asiento. La chica que iba con él sube al auto de nuevo y el chico me toma de los brazos y me mete al auto. El entra igual y comienza a manejar.
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9 días.
Teen FictionChloe Davis, una chica que trabajaba en una barbería, que es atacada por un hombre, ella se defiende y huye. Adán O'brien un hombre que por avaricia roba, pero en un momento de vida o muerte, decide ya no hacerlo e irse. Dylan Jones un chico de una...