Chloe Davis
-Vámonos- digo mirando por la ventana.
-¿Quieren ir a otro lugar?- pregunta Dylan mirándonos entrecerrando los ojos, sonriendo.
-¿A dónde?-contesto.
-Mi familia tiene otra casa, queda a media hora de aquí.
-¿Cuántas casas tienen?- pregunta Adán.
-En total, 5- contesta -Pero la que les digo, casi no la usamos. Casi siempre la prestamos a unos tíos cuando vienen acá. Y ahora está sola. Podríamos quedarnos allá, para no estar en la de siempre y que lleguen mis padres de sorpresa.
-Está bien- digo asintiendo.
-Te paso la dirección- comenta Dylan a Adán.
***
-Joder, está gigante- digo mirando.
-Ni tanto- contesta abriendo la puerta con la llave -Hay 6 habitaciones, 2 abajo, y 4 arriba.
Levanto las cejas entrando a la casa, dejo las bolsas de ropa que compré con el dinero que habíamos encontrado en el auto. Los tres compramos nuevos teléfonos para que no nos pudieran ubicar. Pareciera que estábamos huyendo de algún crimen.
Subo las escaleras, que van a un pasillo. Entro a una habitación, estaba grande, tenía baño, un closet gigante. Un sueño vivir así. Me recuesto en la cama, y estiro mis brazos. Cierro los ojos, relajándome.
-¿Te gusta?- escucho a Adán decir cuando entra a la habitación, emparejando la puerta.
-Me encanta- digo sentandome. Hace lo mismo a un lado mío y me mira.
Nos miramos unos segundos, parecían minutos. Sentía como si el tiempo recorriera lentamente. Sonrío cuando mira mis labios, y yo los de él.
Se acerca a mí, besándome lento, su lengua la siento recorrer mi boca, chocando con la mía. Mientras sus manos viajan por mi cuerpo. Río cuando siento un pequeño dolor en el labio inferior, provocado por los dientes de Adán que mordieron un poco. Sentía mi corazón salirse, mis mejillas arder, una chispa recorriendo mi cuerpo.
Nos separamos al escuchar la puerta abrirse, al abrir, no había nadie. Deseguro Dylan nos vio besándonos.
Realmente no me interesa que nos haya visto. No es la primera vez que beso a Adán y a Dylan lo he besado también.-Será mejor bajar- digo levantándome de la cama.
-Seguro-contesta haciendo lo mismo.
Salimos de la habitación y bajamos al living. No estaba Dylan ahí. Fuí a la cocina, me preparé una merienda de frutas y fuí a mi habitación. Miré por la ventana y ví el patio trasero, con una alberca y un jacuzzi. Sabía lo que iba a hacer.
Tomé un traje de baño, una bata delgada y mis sandalias. Salí de la habitación y fuí directo al patio, sin toparme con Dylan o Adán. Quité la ligera bata, dejando ver mi traje de baño, dos piezas, el top blanco, y el bikini de cintura alta. Me siento más cómoda así. Entré a la piscina y comencé a nadar, me detuve y quede flotando mirando al cielo. Sentía el agua pasar por cada parte de mí.
-¿Está bien el agua?- escuché y rápido miré a quien hablaba. Dylan.
-Está perfecta- dije sonriendo acercándome a la orilla. Me sonrió y se quitó la camisa, dejándose en short. Entró al agua, echándose un clavado, reí al instante que me salpicó con el agua, inmediatamente le lancé agua a él y rió.
-Vaya, tienen su fiesta y no me invitan- comentó Adán al acercarse.
-Entra al agua, está excelente-digo.
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9 días.
Fiksi RemajaChloe Davis, una chica que trabajaba en una barbería, que es atacada por un hombre, ella se defiende y huye. Adán O'brien un hombre que por avaricia roba, pero en un momento de vida o muerte, decide ya no hacerlo e irse. Dylan Jones un chico de una...