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(Para disfrutar mejor reproducir After Hours- The Weeknd)

Eran casi las 20:00 cuando íban 3 chicos en un auto. Los tres eran desconocidos. Nadie sabía algo del otro. Ahora, viajaban sin algún motivo, sin ningún propósito o algún lugar a dónde llegar.

Adán, condujo toda la noche, Chloe y Dylan estaban dormidos. Adán, estaba muy acostumbrado a desvelarse, ya que lo que hacía, muchas veces eran de noche. Robar. Notó que se acababa la gasolina, eran las 7, y el sol ya estaba expuesto. Se detuvo en una gasolinera y despertó a Chloe y a Dylan.

Chloe Davis

Abrí mis ojos lentamente, y estiré mis brazos al notar que estábamos parados en una gasolinera. Ya no conocía el rumbo. Giré mi cabeza y ví al chico que manejaba, que aún no sabía su nombre, y el chico de atrás que también no sabía su nombre. Conversamos un poco pero nunca dijimos nuestros nombres.

El rubio me miró unos segundos y salió del auto. Hice lo mismo, tenía un poco de dinero así que entré a la tienda, compré unos pequeños snacks para calmar el hambre cuando veo por el vidrio de la tienda a el rubio abrir la parte de atrás del auto y levanta sus manos a la cabeza sorprendido.

Terminé de pagar y fuí directamente a él. Ví adentro y abrí mis ojos como platos.

-Santa mierda, ¿Qué es todo esto?- dije.

-No se, venían en el auto.- contestó sorprendido.

-¿No es tuyo?- lo miré alzando una ceja.

-No- sonrió después yo.

Vaya, así que somos un ratero, una asesina y un drogadicto, el trío perfecto.

-¿Cuánto será?- pregunté pasando mi mano por los billetes.

-Tal vez medio millón o más.

-Joder- dije riendo.

Salió el castaño del auto y se sorprendió al ver los billetes.

-Dios, ¿De dónde salió eso?- preguntó.

-Ya estaban ahí- contesté sonriendo -nunca había visto tanto dinero- dije y era verdad, la situación en mi familia no era grave, pero había días que batallabamos por dinero.

-¿Enserio? Yo los veía casi diario- dijo encojiendose de hombros. El rubio y yo lo miramos -¿Qué me miran? No es mi culpa ser de familia rica.

-Bien, te llevaré a tu casa- dijo el rubio.

-No, no lo hagas, llevenme a dónde sea que vayan, mi casa es lo último que quiero ver.

-Bien- dijo el rubio cerrando la cajuela.

Caminó al auto, yo hice lo mismo, y de rato el castaño lo hizo. Subimos al auto y nos quedamos viendo al frente, sin saber que hacer.

-¿Y qué hacemos ahora?- dije sin apartar mi vista.

-No tengo idea- contestó el rubio.

-Soy Chloe- dije mirándolos.

-Dylan- contestó el castaño

-Adán- siguió el rubio.

-Bueno, ya nos conocemos mejor- dije y reí, Adán sonrió y Dylan siguió serio.

-Hoy hay una fiesta- dijo Dylan y Adán y yo lo miramos -Podemos ir si quieren.

Termina de hablar y saca un cigarrillo de su bolso junto un encendedor. Lo prende y saca el humo por la ventana. Me mira, se detiene en mis pechos y gira a mirada a la ventana.

9 días.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora