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Vamos a la escuela y Dreamy está en el pasillo fuera de la oficina. Sentadita llorando mientras sostenía un papel arrugado en los bordes.

—Florecita, ¿Qué paso? ¿Estás bien?— Nosotros llegamos a ella preguntándole con mucha preocupación. Yo de cuclillas frente a ella mientras que Mew está agachado limpiándole las lágrimas a su florecita.

—Se estaban burlando de ustedes. Llamándolos palabras feas y yo sólo le dije a toda la clase que ustedes eran normales. Que mis papis son normales como los de ellos. Que ustedes me aman y me cuidan como los de ellos.

La niña expresa.

—Aww. Eso fue muy lindo de tu parte, nuestra niñita.— Yo digo. Nosotros la abrazamos con todo el amor del mundo.

—Señores Suppasit.— La maestra sale del salón para llamarnos. Lentamente desenvolvemos los brazos de Dreamy de nuestros hombros con sumo cuidado.

—Oh. Hola sra. Thalu.— Yo saludo ya que Mew la está mirando más que mal. Está gruñendo como un bulldog. La mujer evita el contacto visual con él porque luce atemorizante.

—Florecita, volveremos ahora. Vamos a hablar con tu maestra un momentito.— Mew anuncia antes de entrar conmigo al salón de la maestra.

Nos sentamos frente a ella. Yo con una sutil sonrisa de labios mientras que Mew mantenía su semblante serio.

—Su hija es maravillosa. Excelente en todo sentido. Y ha tenido algunas molestias de parte de sus compañeros. Saben como son los niños.

—¿Y usted los regaña?— Mew pregunta.

—¿Disculpe?— Ella pregunta con una sonrisa obviamente tratando de fingir estar amable pero su rigidez dice lo contrario.

—Ya sabe, cuando los niños se comportan como niños. ¿Los regaña?

Mew pregunta. Su tono en una voz rasposa. De momento da hasta miedo. Yo le trato de dar unos golpes con el hombro en su estómago disimuladamente con la cabeza gacha antes de volver a alzar mi mirada con una resplandeciente sonrisa.

—Disculpe, lo pondré en otras palabras más entendibles: ¿Usted permite que los niños se burlen de nuestra hija?

Yo pregunto con mis piernas cruzadas apoyando mis manos (con los dedos entrelazados) sobre mi rodilla destacante ahora dejando de sonreír. Alzando las cejas expectante.

«¡Belleza mía fue más fuerte que yo! Ah, amo a este hombre. Esto es demasiado directo. Qué sexy.»

Mew piensa mirándome con asombro al no creer que yo haya sido más directo que él. Desliza una mano por toda su boca ahora desviando la mirada para reincorporarse en la silla también mirando expectante a la maestra. Esta se queda sin habla cerrando y abriendo la boca par de veces.

—B--Bueno, su hija es inteligente. Sabe cómo manejar la situación. A veces les digo que dejen de decirle esas cosas pero ellos siguen--

—Si nuestra hija no hizo más que defenderse, ¿Por qué es que estamos aquí? Lo digo con respeto. No es que quiera lo contrario.

Yo me aclaro señalándome con una mano entera antes de dirigirla en su dirección negando ambas mi cabeza con mi mano.

—Tranquilo. No me está faltando el respeto. Están aquí porque su hija, después de su lindo mensaje al defenderlos dijo que si los niños no entendían lo amorosos que ustedes eran, entonces les enviaría su perro a morderlos.

Mew ríe por lo que yo trato de volver a darle en el estómago con mi codo siseándole que se calle pero mi esposo ríe el doble dándose palmadas en el muslo.

Tóxico (s) 3 •MewGulfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora