•15•

287 44 14
                                    

Mientras tanto, Aelis estaba en nuestra casa sirviéndose el desayuno con Wild cuando Tonliu regresa de unas compras que hizo. Ella entra a la casa con un camisón, pantalones largos y converse.

—¿Lo trajiste?— Aelis le susurra. Porque cierta compra ella no la consiguió en un supermercado regular.

—La tengo.— Ella le susurra a su novio posando frente a él mientras que le muestra una droga sexual. —Si les damos esta cosa en una bebida a Mew y Gulf, estarán demasiado excitados y se verán forzados a tener sexo. Y ¡poom! Se arreglarán~.

Tonliu baila sus hombros con su novio quién imita el gesto con una sonrisa.

—¿Qué tanto murmuran?— Wild pregunta con una sonrisa. La pareja se reincorpora “actuando normal”. Tonliu se rasga el cabello. Aelis sólo mira a Wild.

—Nada. Sólo que... Queremos cereal. Estamos esperando a que termines con la leche.

—Oh. Sí. Es que... Me gusta mucho la leche.

Wild dice con una tierna sonrisa yéndose con su plato de cereal a la sala de estar.

— Ahora pienso que deberíamos decirle.— Tonliu le pregunta a su novio toda apenada.

—Mm. Tranquila. No tiene porqué saberlo.

—Bueno.

Ambos permanecen callados por un segundo.

—Vamos a empezar el experimento.— Tonliu le sonríe.

—Es cierto.— Aelis concuerda con ella. Los locos científicos caseros chocan cinco y se ponen a realizar su experimento con risas malvadas que asustan al Wild que está sentado en el mueble viendo como hasta prender fuego en un vaso. Wild los ve con terror, poco a poco, hundiéndose en el mueble. No tiene idea de lo que la pareja loca está haciendo.

💫

Vamos a recoger a Dreamy a la escuela pero ella no ha salido. Estamos tan contentos de haber vuelto que nos estamos sujetando de la mano, fuera del auto viendo por alrededor a ver si nuestra niña sale de la escuela.

—Qué raro que Dreamy no haya salido...— Yo me muerdo las uñas.

—Tranquilo, belleza mía. Lo más seguro sale ahora.— Mew dice.

Le doy una pequeña sonrisa como respuesta pero sigo pendiente a buscar a nuestra niña con mis ojos.

Hasta que al fin sale pero anda cabizbaja. Ni nos ha mirado.

—Dreamy.— Yo llamo con mucha emoción para que nos mire.

—¡Florecita!— Mew brinca a mi lado moviendo de lado a lado su brazo.

Nuestra niña alza la mirada y nos ve tomados de las manos con sonrisas llamándola. Ella se queda quieta en su lugar pero una pequeña sonrisa se va formando cuando nos ve así de juntos.

—¡Florecita!

—¡Dreamy!

Nosotros la llamamos con mucha emoción. Otros niños se avergüenzarían pero muestra pequeña corre a nosotros para abrazarnos.

Tóxico (s) 3 •MewGulfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora