Capítulo 10:|El Juego de las mentiras|

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Alessia

Me dirigí a la casa de Julián, ansiando un cambio de escenario en lugar de quedarme en casa esperando a que Nick volviera y me explicara las cosas. Sentía la necesidad de ver cómo estaba el cazador después de su transformación y entregarle sus estudios, ya que ni siquiera se los había enviado por correo. Opté por dárselos en persona. Además, decidí confiar en él y hablar sobre lo que había descubierto en el despacho de Lucas. Necesitaba compartirlo con alguien, mostrarle todo y despejar mis dudas. A pesar de que era arriesgado, arriesgado para mí y para todos. Sabía que el cazador estaba en su guarida y que molestarlo podría no ser la mejor idea, pero allí estaba, golpeando su puerta, hasta que finalmente me abrió.

Estaba diferente, extraño pero tranquilo. Me dejó entrar y me senté en uno de los sillones de su sala. Sobre la mesa de madera barnizada había un crucigrama casi completo y su bolígrafo, y un café que aún desprendía vapor. A su lado, había una cajita, aún cerrada, que contenía piezas de dominó.

—Veo que lo estás manejando bastante bien —comenté, apoyando mi bolso a un lado del sillón y quitándome el abrigo para dejarlo sobre este—. ¿Esto es lo que haces para controlarlo?

—Sí, eso supongo. Trato de mantenerme ocupado. Mi mente, más que nada, así evito pensar en... bueno, ya sabes. —Se frotó las manos y se sentó frente a mí—. ¿Quieres café?

—No, gracias, estoy bien. —Abrí mi bolso y saqué el sobre con sus estudios y, sin más preámbulos, el folio con los registros de Lucas—. Los revisé, y creo que no hay mucho que agregar a lo que ya sabes. La mancha desapareció después de tu transformación.

Se los alcancé y él comenzó a leerlos.

—Eres un cazador, ya no como humano, sino como vampiro. Ahora debes tener más cuidado con lo que haces y con quién te relacionas. Es preferible que te vean como un aliado que como un enemigo. —Dejó de leer los papeles y centró su mirada en mí—. A partir de ahora, lo que más consumirás será la sangre de vampiros, sean inocentes e indefensos o malvados.

—¿Conoces todo eso solo con los estudios? —Intentaba discernir entre la advertencia y lo que aún tenía en mis manos.

—No, no solo con eso, también con esto. —Le presenté un papel grande, tan grande como un mapa o algún tipo de árbol genealógico que podría contener varias generaciones—. Es un registro de sangre de los vampiros. Hay linajes completos que están aquí. Además —me levanté y me situé a su lado para señalarle algo que seguramente le interesaría—, aquí están las descripciones y funciones de los clanes.

—¿De dónde has sacado esto, Less? —preguntó mientras seguía examinándolo.

—De Lucas. Lo tomé de Lucas sin que se diera cuenta.

Lo soltó y lo dejó sobre la mesita, para luego ponerse de pie. Colocó las manos en su cintura, pensativo.

—Es información muy valiosa, y necesitaba que la vieras. Esto explica mucho sobre tu linaje, sobre el de Eva, sobre el de todos. Y no fue lo único que encontré. —Aparté su café y el crucigrama para dejarlos sobre la encimera de su cocina. Cuando volví, saqué más papeles del folio y los extendí sobre la mesa—. Hay una cantidad excesiva de documentación falsificada de Esteban Martínez y propiedades que Lucas compró a nombre de Edison. ¿Sabes por qué? Porque quiere estar cerca y lejos al mismo tiempo de cada clan.

Julián apretó sus labios mientras seguía pensando y pensando. No había dicho ni una sola palabra.

—Está asustado. Hay algo que le asusta, y tenemos que descubrirlo para poder enfrentarlo.

—Deberíamos decírselo a Gabriel, a Eva...

—No creo que sea buena idea —lo interrumpí—. Lucas tiene demasiado poder sobre Eva, y si ella se entera, podría arruinarlo todo. Está enfadada con él, pero también sería capaz de enfrentarlo pidiendo explicaciones, y sabemos que él no se las dará. Y Gabriel aún no confía en mí y podría pensar que es evidencia que yo misma planté. Además, debería estar cuidando más a Eva.

El regreso: Desvanecidos (Parte II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora