CAPÍTULO 11

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Escaparme del instituto fue tan fácil como la primera vez.

Si,la puerta de atrás estaba nuevamente abierta.

Es como si el Diablo me estuviese invitando a hacer mi vida un puto drama.

Tomó un taxi y le doy la dirección al hombre del departamento de Kurt.

Se que no está en su casa,casa.Se que a su departamento le dice así.Aunque no viva allí.

Agradezco al conductor y le pagó cuando llegó al lugar.

Me escabulló por donde Kurt me enseñó para llegar al departamento.

Bueno...si se puede llamarme así.

Tomo una fuerte respiración al subir las escaleras.

No hay nada de especial en este edificio,no hay los lujos a lo que estamos acostumbrados,no es una zona tranquila,no es para nada el estilo de Kurt,pero tampoco el mío.

Sin embargo ambos estamos aquí,y espero que no sea para hablar del pasado,pero si no es eso...

¿Qué coño es?.

Tocó la habitación número 10.

Escucho unos pasos y mi corazón late desbocado.

La puerta se abre y un metro ochenta y cinco de alto es lo que me recibe.

Esta jodidamente igual.

Alto,guapo y con esa mirada de un témpano de hielo.

Su cabello castaño está perfectamente peinado para el lado izquierdo,el derecho lo tiene rapado,pero le queda demasiado bien.

Tiene ese color acaramelado en la piel,los ojos dorados tan brillantes como uno de los míos.Su cuerpo lleno de tatuajes hasta por el cuello,brazos,torso,casi todo.Tiene el rostro un poco ovalado sin embargo,demasiado atractivo.Su cuerpo es pura masa muscular,no mucha,no como Mason,pero si,tiene.

Sus ojos fríos me miran con detalle.

Kurt tiene algo de mi hermano,y es la manera que me hace sentir su mirada.Como si estuviese leyendo mi mente.

—¿Vienes a ver a tu chico,ojitos diferentes?.

—Solo quiero saber por que éstas acá Kurt—él abre más la puerta de madera que está algo rota y yo entro.

—¿Te acuerdas la última vez que estuvimos acá?—me tenso.

No,no me acordaba.Pero el trajo ese recuerdo en mi cabeza.

—Kurt no me hagas repetirme—volteo y me encuentro con su mirada.

Sus ojos dorados intensos me repasan lentamente,desde las puntas de mis pies hasta el último pelo de mi cabellera dorada.

Su mirada es intensa.

—Pensé que no podías ser más hermosa,pero al parecer me equivoqué,las últimas fotos tuyas que vi en internet no te hacen justicia,ojitos diferentes.

Mierda,ese apodo fue todo para mi en un tiempo atrás.Era música para mis oídos.

—Kurt—advierto.

Él sacude su cabeza y da un profundo respiro.

—Tenemos que hablar,esta vez va enserio,nada de trampas y nada de juegos,prometido.

Mi curiosidad crece.

Me siento en uno de los viejos sillones y él frente mío.

Su respiración se acelera un poco.Lo puedo notar por la manera en que su pecho sube y baja.

Adicta ObsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora