UNA hora más tarde, Paul había oído de Chloe sobre el plan de Abeja. Él quería estar con ambas ahora mismo, en guardia contra cualquier cosa que Raff intentara inevitablemente cuando se encontrara con Abeja, pero si aquello funcionaba y conseguían separar a Raff y a Eddie, tendrían que aprovecharse de la situación. Si él podía evitar que Raff se reuniera con Eddie después de la reunión con Abeja, Raff no tendría lugar donde ir salvo volver a donde se hospedaba su Tripulación. Para hacer eso, tenían que obligar a Eddie a abandonar su habitación de hotel y desconfiar de Raff lo suficiente para no protegerle más. Esa era la parte difícil, por supuesto, pero juntos, él y Sandee tenían un plan. El complejo del Hyatt, donde pensaban que Eddie estaba alojado, se posaba junto al agua al final de la calle Front, justo a una manzana de distancia de Mallory Square. Ofrecía a sus huéspedes el paquete entero: piscina, bar, restaurantes, alquiler de botes y ski acuático, cruceros durante la puesta de sol y acceso inalámbrico para sus ordenadores portátiles a través de una de las mayores compañías de teléfonos móbiles. Si tuvieran un hácker experimentado, habrían podido encontrar a Eddie y a sus compañeros de Tripulación rastreando su uso de Internet o algo así. Pero no lo tenían. Tampoco tenían ningún contacto útil que trabajase en el hotel. Sandee conocía a una chica que trabajaba en el servicio de habitaciones, pero no volvía a trabajar hasta dentro de otros dos días y no podía ayudarles. Bajo otras circunstancias, podrían intentar sobornar a alguien detrás del mostrador de recepción o mostrarle una foto de Eddie y decir que le estaban buscando. Pero si Eddie era consciente de la seguridad como debería serlo, probablemente ya tenía a un empleado de hotel o dos en su nómina temporal. Si Paul hablaba con uno de ellos, no sólo no encontraría la habitación de Eddie, sino que mostraría su juego a su objetivo. De modo que estaban él y Sandee solos para encontrar otro modo. El primer paso obvio era reservar una habitación para ellos dos en el hotel. O habría sido el primer paso si el Hyatt no hubiese estado lleno, que lo estaba. Así que iban a trabajar sin una base de operaciones segura en el interior. La única ventaja era que, con el hotel lleno, había mucha gente entrando y saliendo. Vestidos con típica pinta de turista, (Sandee aún iba en lo que él llamaba su "forma de chico", como si tuviese un superpoder que le permitía cambiar de género; cosa que tampoco estaba muy lejos de la verdad), no tuvieron problema en colarse con un grupo de clientes reales dejando atrás la mesa de recepción. Una vez dentro, se separaron. Paul fue a buscar un baño público y se escondió en una de las cabinas. Sandee llevaba un lector IDRF que Abeja les había dado de sus provisiones. El aparato estaba diseñado para montarse subresticiamente en una cabina de teléfonos o bajo un buzón de correos o en las máquinas de periódicos tan comunes en las calles de Key West, y parecía una cajita plana de metal con pegatinas que decían, "Iluminación y Energía de Florida" y "Ayuntamiento de Key West". Otra una caja de cables anónima más en un extraño mundo lleno de cables. Normalmente, los artefactos de Abeja necesitaban conectarse a una fuente de alimentación cuando los ubicaba en su red, pero también incluían una batería interna, útil para cuando había algún tipo de apagón. Las máquinas usaban la red inalámbrica urbana para transmitir la información al sistema de seguimiento de Abeja en la casa. Pero sin Abeja en la casa, la información de ese sistema se transfería al ordenador portátil que Paul estaba encendiendo en ese momento en el retrete. Registraría todo contacto con la etiqueta IDRF que Sandee le había pasado a Eddie anoche.
La tarea de Sandee era empezar por la primera planta y pasear por cada pasillo junto a cada habitación sin llamar la atención de la seguridad del hotel en el proceso. Habría sido más rápido si Paul hubiese estado ayudando: él había cogido un segundo lector IDRF antes de salir de la casa con esa misma intención. Pero al reflexionar, se había percatado de que no podía arriesgarse a toparse con Eddie en el pasillo o con alguno de los miembros de su Tripulación al salir a por hielo o algo así. Pero en la forma de chico, era imposible que Eddie reconociera a Sandee de la noche anterior, así que podía hacerlo solo.
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Milla Cero - G33K Mafia 2 de Rick Dakan
Fiction généraleContinúan las aventuras de Paul y Chloe. Un año después de GEEK MAFIA y tras decidir instalarse en la isla de Florida de Key West. La pequeña Tripulación de Chloe, Paul, Abeja y Sandee ha extendido sus contactos por toda la isla y se abren camino en...