Milla Cero - G33K Mafia 2 de Rick Dakan

Capítulo 16

DOS horas y media más tarde, Paul se encontró con Isaiah y Winston en el restaurante Loro Azul en Bahama Village. El restaurante era uno de los favoritos de Paul y también uno de los locales para desayunar más populares de la isla. La mayoría de la zona del comedor consistía en mesas de picnic extendidas bajo los árboles, con pollos correteando por la tierra cubierta de mantillo mientras los perros del dueño merodeaban por ahí esperando encontrar desperdicios sobre las mesas. El escenario ultracasual desmentía el relativamente sofisticado menú que incluía huevos benedict con frutos del mar que Paul disfrutaba al menos una vez a la semana. Incluso a esa temprana hora, el restaurante estaba lleno. En esta temporada del año, con tantos turistas en la isla, pronto había una hora de espera de mesa. La mayoría de las mesas tenían felices comensales masticando en ellas. Pero Paul no veía a Isaiah por ningún lado junto a estos. Estaba a punto de pedir al metre una mesa cuando empezó a vibrar su teléfono en el bolsillo. Ni siquiera le sorprendió cuando vio en el identificador de llamada el número que Isaiah estaba usando.

—"Asumo que me estás observando desde alguna parte." - dijo Paul al responder.

—"Mira arriba," - respondió Isaiah.

Paul miró arriba, primero a los árboles y luego a la segunda planta del ruinoso edificio que alojaba la cocina del restaurante y al pequeño comedor interior. En la segunda planta había otro comedor, normalmente cerrado, excepto en las mañanas más concurridas. Paul vio a Isaiah de pie en lo alto de la escalera. El tipo se había cambiado en un atuendo menos formal: pantalones vaqueros y una sencilla camisa roja de manga corta. Paul asintió y colgó el teléfono mientras caminaba hacía la escalera. Arriba encontró a Isaiah y a Winston esperándole a una mesa, junto con jarras de café, zumo y una bandeja de bollos y croissants. Tenían el pequeño comedor para ellos solos y Paul asumió que habían pagado por el privilegio de no ser molestados.

—"Has encontrado mi restaurante favorito," - dijo Paul. —"Parece que lo sabes todo."

Isaiah ignoró el anzuelo.—"Por favor, toma asiento," - dijo él indicando la silla frente a él.

Paul asintió a Winston a modo de saludo, se sentó y se sirvió una taza de café y un pastel de arándanos de la bandeja.

—"¿Va a venir algún camarero?" - le preguntó.

—"¿Hay algo que necesites?" - preguntó Isaiah.

—"Huevos. Beicon. Tostadas."

—"Si puedes esperar hasta que hayamos acabado," - dijo Isaiah. —"No debería llevar mucho tiempo."

—"De acuerdo," - dijo Paul masticando su pastel.

—"Bueno, ¿fue todo bien en el hostal?" - preguntó Winston. —"¿Hicisteis…?"

—"Sí, fue bien. La sacamos de allí."

—"¿Dónde está ahora?" - preguntó Winston con tristeza en su voz.

—"De momento la tenemos oculta en el congelador de nuestro patio de atrás," - dijo Paul. —"Pero no es una buena solución a largo plazo. Ni siquiera es buena corto plazo. Si pudierais…"

—"Te ayudaremos a deshacerte de eso," - dijo Isaiah.

—"Yo me ocuparé," - dijo Winston. Isaiah miró al viejo y los dos se quedaron mirándose el uno al otro durante un instante. —"Era una amiga. Se lo debo."

Isaiah asintió y ambos volvieron a mirar a Paul.

—"Va a ser compliado ahora que ha salido el sol," - dijo Paul. —"Nunca se sabe quien está observando. Te aseguro que hay que ser muy cuidadoso."

—"Podemos ocuparnos discretamente, estoy seguro," - dijo Winston.

—"Y supongo que ya sabes dónde vivimos," - dijo Paul.