015 [os]

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Sunset.


La noche parecía no tener fin.

El sonido de las olas constantes y calmadas servían de distracción al cuerpo que caminaba sin rumbo en la playa.

Con cada paso que daba, con cada latir de su corazón, cada segundo y cada movimiento suyo...todo.

Todo le traía recuerdos... recuerdos de él.

Exactamente cuatro años, cuatro años han pasado desde que Lee Sunghye estuvo por última vez en esa playa.

—Cuatro años...

En aquel entonces su futuro era incierto, las pastillas y los hospitales eran parte de su rutina y para ser sinceros ella no pensaba vivir por mucho.

Tenía 17 años y era una chica rota. No recordaba el número de veces que se había mudado antes de llegar a aquella ciudad, nunca pasaba suficiente tiempo en una misma casa, no conocía a nadie, no hacía amigos y sus constantes recaídas le hacían pensar "¿Los necesito?"

A veces se preguntaba por qué las personas no se acercaban a ella ¿No la veían? o ¿Decidían no verla? Más de una vez intentó ocultar las manchas oscuras alrededor de sus ojos, varias veces intentó sonreír, pero no podía y en realidad no quería.

Una extraña, esa era ella, un "bicho raro" así la llamaban

Solía caminar por la playa al atardecer, saliendo del instituto tomaba el camino largo junto a la carretera a orillas del mar. Era lo único bueno de aquel lugar. Pocas semanas llevaba en su nueva casa y en su nueva escuela, pero nada había cambiado, seguía vacía.

En realidad, las cosas habían empeorado. Ese día pasó largo rato en dirección, un profesor había encontrado pastillas en su mochila, no sabía que eran medicamentos así que la llevó con sus superiores. "Asco" la expresión en los profesores era esa, no querían a una estudiante con problemas en su escuela así que la miraron y trataron como basura. "Es una enferma" susurraban.

Su condición nunca fue problema en el resto de lugares donde había vivido, la gente nunca se interesaba lo suficiente en ella como para querer contar su secreto y tiempo atrás había descubierto el efecto de este mismo sobre los demás, así que hace mucho había decidido no contarlo. Nunca.

Aquí era diferente.

Corrió el rumor de que la chica nueva estaba enferma. Por los pasillos se volvió el centro del peor tipo de miradas, esas que solo ellos podían dar. Rechazo, asco y miedo. Resulta irónico el hecho de que aun estando en un centro educativo la ignorancia de sus compañeros y profesores rebasaba lo natural, parecía ahora que cada contacto con su persona era sinónimo de "contagio" pero ¿Contagio de qué? esa mierda ni siquiera era transmisible.

Entonces ¿Quiénes eran los locos?

Era consciente del odio de los demás. Su vida en el lugar no era más que rutinaria, una rutina llena de acoso. De alguna forma esta vez no pudo ocultar su condición del resto.

Ese día no fue la excepción.

Al sonar la campana salió corriendo, correría lo más lejos posible del instituto. Sin mirar atrás.

Yoongi Reactions || OneShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora