Quattuor

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Primer sucesora, Nictofilia

Las sospechas sobre la emboscada para impedir traer a las filias habían resultado ser reales, las miserias de Kamel bajo las órdenes de Kiebuck habían decidido atrasar la misión atacando a los elegidos para traerlos y a los mismos Guardianes. La trampa había resultado exitosa y el comienzo del viaje entre dimensiones había resultado como lo planeado.

Tras haber pasado diez minutos terrestres desde la llegada del ministro aprendiz a cargo de extraer a las filias se dispuso a llevar a cabo el plan de confianza para después dormirla y trasladarla al palacio en Elfman. El ministro y los Guardines se encontraban justo en medio del Central Park, con las vestimentas que caracterizaban a un Elfmanian.

Los Guardianes se dispersaron por el área para verificar que ningún humano se encontrará cerca del ministro aprendiz y los sanadores.

Mientras los Guardianes se encargaban de vigilar, por la mente de Juvia apareció el pensamiento de camuflaje; sabía que era necesario cambiar su aspecto para no llamar la atención. Khalifa le había otorgado la virtud necesaria para poder cambiar sus vestimentas, y justo era el momento idóneo para hacerlo antes de que algún humano se mostrara ante ellos.

─Reúnanse todos ─dijo Juvia alzando la voz lo suficiente para que los mismos Guardianes que resguardaban y vigilaban el terreno lo escucharan y acudieran a su llamado ─. Es momento de que cambiemos nuestras vestimentas, debemos asegurarnos de que no llamemos la atención y debemos asegurar la vida de nuestra filia.

─ ¡Entendido ministro! ─dijeron el Sanador y Guardianes al unísono, parecía ser un grito guerra y aunque no estuviesen dentro de una batalla todos debían mostrarle el debido respeto por la simple razón de ser un ministro y ser quien contenía la sabiduría y enigmas sobre cada uno de los sucesores.

Sabían que habían sido entrenados y preparados para no preguntar nada si no se les era concedida esa posibilidad, pero sobre todo habían sido entrenados para proteger a quienes habitaban dentro los terrenos del palacio.

Aunque sus mentes también surcaban a la necesidad impetuosa de dar rienda suelta a su curiosidad ante los relatos hablados por todo Elfman. La próxima de los sucesores mas no sucesor.

─Reúnanse a mi alrededor todos ─ordenó.

Una vez todos reunidos alrededor del ministro Juvia, este les ordenó que cerraran los ojos y despejaran su mente. Todo se tornó silencioso y en las mentes del Sanador y de los Guardianes se despejaron manteniéndose quietas y expectantes de lo que pudiera pasar, todo lo que se lograba escuchar a la redonda era el bullicio de una gran ciudad con su gente dirigida por un trabajo, tareas e ideales que los hacia caminar apresurados y en busca de un bien para su vida, no importaba si era de día o de noche.

Ya calmadas sus mentes la susurrante voz de Juvia pronunció:

«Neglegens adferre, clara sidera lumen ab defendat.

Transforms vestibus, ut animarum reformabit

corpus humilitatis nostrae, ut dormiam.»

Al terminar de pronunciar las palabras se vieron envueltos en una luz enceguecedora, donde sus ropas se desintegraron para convertirse en simples telas adheridas a sus cuerpos.

No se mantuvieron envueltos por la magia durante mucho tiempo, al contrario fue casi fugaz el momento. Pero eso nadie podría desmentirlo o admitirlo, porque para sus sentidos todo era diferente y preciso, así que una vez la luz dejó de resplandecer a su alrededor y pudieron abrir los ojos se observaron a sí mismos y otros detallando cada parte que conformaba las prendas que cubrían ahora sus cuerpos.

Forum Filias. 1 El comienzo de una nueva era y los tres poderosos.✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora