Ūndecim

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La condena.
Divinos condenados a la extinción

Luego del encuentro entre Boris y Dios, MystῘcus sintió la preocupación apoderarse de su mente y cuerpo, pues no comprendía que es lo que le había afectado y hecho tanto daño a su tercer poderoso. De un momento a otro a sus pensamientos llegó una extraña idea que, aunque sonara descabellada temía que fuera real por lo que de manera tal vez apresurada volvió junto con sus Guardianes y en compañía de Boris, a la casa que el mismo quizás una hora atrás se las había ofrecido con gran gentileza y con la esperanza de que así pudieran olvidar por unos instantes aquellos momentos de incertidumbre por Juvia y por la escena con un toque de extrañeza y perturbación.

Para suerte de MystῘcus y de los Guardianes, aunque esta no existiera, la primera en verlos fue la ministra Khalifa que al verlos de manera inmediata se encargó de hacer que cada uno de los trabajadores de esa casa comenzaran a ayudar con el cuidado y traslado del tercer poderoso, sabiendo que no recordarían nada.

─ ¿Qué fue lo que sucedió? ─preguntó una vez estuvieron todos adentro de la casa y con el cuerpo de Boris a salvo dentro de las paredes de la casa.

─Dios pensó que era momento de hacer una jugada contra nosotros ─comenzó a explicarle lo sucedido ─, cuando llegué mantenía agonizando de dolor a nuestro tercer poderoso. Fue justo a tiempo el momento de nuestra llegada, podría haber muerto.

El que MystῘcus dijera esas palabras alarmó a Khalifa de una forma exorbitante provocando que la preocupación creciera aún más por el joven que se encontraba en este momento inducido en la inconciencia gracias a MystῘcus.

No esperó ni un segundo terrestre más para poner en acción lo necesario para lograr salvar la vida de una de las tres Filias más poderosas. El traslado a su habitación fue en cuestión de minutos, Khalifa preocupada por la salud de él no perdió más su tiempo y comenzó a pedirle a MystῘcus que relatara de manera inmediata y rápida todo lo que había notado desde su llegada.

El escuchar cada una las cosas atroces que le había pasado a él joven hicieron que Khalifa supiera que hacer con él, por lo que al saber el mal que le acechaba como el dolor que envolvía al cuerpo de Boris conjuró y untó cuanto ungüento había preparado de manera veloz, logrando estabilizar así al joven salvando su vida temporalmente. La misma Khalifa tras haber terminado cuanto conjuro vino a su mente y haber untado cada uno de los ungüentos, sabía que no sería posible mantenerlo con vida.

Al menos aquí en la Tierra.

Habló con MystῘcus y con Erza tras haber llegado sobre el estado del tercer poderoso ¿o debemos llamarlo Dendrofilia? Cuál sea que sea tu elección para identificarlo y llamarlo, ellos sabían muy bien que su vida corría peligro, como la de Nictofilia y Juvia.

No estando dispuestos a tener una baja antes de tiempo decidieron que lo mejor sería llevarlo esa misma noche a Elfman.

─Preparen todo ─ordenó MystῘcus a los Guardianes ─, nos iremos al anochecer.

─ ¡Entendido! ─ respondieron los Guardianes al mismo tiempo.

─Prepararé a las mentes de cada uno de inquilinos de esta casa para hacerles creer que Boris está muerto ─habló Khalifa una vez los guardias se habían marchado ─, no podemos arriesgarnos a que suceda otro encuentro como el que tuvo Juvia hace unas horas y hace varias semanas.

MystῘcus solo pudo asentir porque sabía que debía ser de esa forma. En ese mismo instante recordó el día en que por fin aceptó que no habría un solo sucesor, y con eso vino a su mente lo complicado que sería dejar las cosas arregladas en sus vidas para que nadie sospechara de su repentina desaparición.

Forum Filias. 1 El comienzo de una nueva era y los tres poderosos.✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora