¿El Enano del que me enamore es un Rey?

Thorin llega a Bolsón Cerrado

Advertencias:

Los personajes que aparecen en esta historia no me pertenecen, todos y cada uno de ellos son propiedad de J.R.R. Tolkien, con algunas excepciones ya que he metido algunos personajes de mi propia invención, sin embargo la historia que a continuación se presenta es total y completamente mía.

Ahora sí, sin más por el momento, disfruten de la historia.

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Cuando la puerta de su Smial se abrió, Bilba no podía creer lo que sus ojos le estaban mostrando, era imposible...

Frente a su puerta estaba nada más ni nada menos que el Enano más apuesto que hubiese visto, su mente hiso clic reconociéndolo y antes de que Prímula pudiera reaccionar Bilba se escondió en su cocina con las mejillas más rojas que un Tomate de su propio jardín, el calor y el rubor se extendían hasta sus orejas y su corazón no dejaba de palpitar tan violentamente contra su pecho, era imposible, el Enano que.., ese Enano del que se había enamorado hacia 7 años estaba ahora parado en su puerta, estaba afuera de su Smial, en la puerta de "Bolsón Cerrado", su hogar.

Bilba trato de calmar su corazón, esto era ridículo, quizás solo era una coincidencia, quizás solo se parecían, quizás no era el mismo herrero que había salvado su trasero en Bree hace 7 años, quizás no era el mismo Enano al que ella dedico 2 años de su vida a observar en silencio desde la distancia, el mismo que había visto por última vez hace 5 años desde que dejo de ir a Bree tras la muerte de su padre.

- Gandalf – escucho la voz del Enano desde la cocina, había tanto silencio en su Smial que podía escucharse un alfiler caer al suelo, de eso Bilba estaba segura – Dijiste que sería fácil de encontrar, me perdí... dos veces – admitió el Enano y Bilba supo que estaba perdida, esa sin dudas era la voz de su Enano en Bree, Suspiro resignada, los Valar debían de estarse burlando de ella – no hubiera encontrado el lugar de no ser por esa marca.

- ¿Marca?, ¿Cuál marca?, no hay marcas en esa puerta, yo mismo la pinte la semana pasada – escucho a su primo y suspiro, "típico de Gandalf", se dijo a si misma Bilba mientras paseaba de un lado a otro en la cocina.

- Si hay una marca, yo mismo la puse ahí

- ¡Lo sabía!, lo sabía – Susurro lo más bajo que pudo, Bilba sabía que esa marca era obra del mago, la había visto cuando regreso del mercado el día anterior - ¡ese Alborotador de la paz!, la iba a escuchar cuando toda esta pesadilla terminara.

- Ahora, Belladona Tuk, permítame presentarle al líder de nuestra compañía, Thorin Escudo de Roble

- ¿Thorin? – susurro la pregunta en voz baja desde la cocina, y se asomó por la puerta de esta para ver mejor la escena, ella solo había escuchado una vez el nombre del Enano y fue cuando le agradeció por su ayuda al día siguiente en el mercado, sin embargo había habido demasiado ruido y no había captado muy bien su nombre, al parecer, durante todos estos años había pensado que su nombre era Rin, ¡Por Yavanna!, había estado suspirando el nombre de otro Enano todo este tiempo, ¡Qué vergüenza!, Bilba quería que la tierra que tanto amaba se la tragase en esos momentos.

- Thorin, esta es Belladona Tuk, nuestra anfitriona principal, sus sobrinos, Drogo Bolsón y su esposa Prímula Brandigamo – señalo a la pareja y estos le saludaron cortésmente – y bueno... - Bilba retrocedió, escondiéndose nuevamente antes de que el Mago la localizara y la presentara, aun no estaba lista para estar de nuevo frente al Enano, con trabajo le había hablado cuando le dio las gracias o cuando le servía un trago en el "Pony pisador" y eso que solo habían sido frases cortas como "aquí tiene" o "¿desea algo más?" o "¿Qué desea ordenar?, o "Bienvenido" – bueno por algún lado debe de estar nuestra segunda anfitriona, la Señorita Bilba Bolsón, supongo que se retiró a descansar un momento – concluyo el mago mientras examinaba la habitación en busca de la pequeña mujer.