𝐎 𝟔 | el encuentro

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Gilbert.

—A ti.

Cerré mis ojos esperando el golpe con la enciclopedia, pero nunca llegó. Abrí un ojo lentamente y vi a Anne con los ojos abiertos como platos.

Me acomodé en mi sitio y le pasé una mano por la cara,—¿Anne?

Ella parpadeó perpleja,—Y-yo si... Es mejor que te v-vayas, ¿sabes? Pued-des ir a ver si llueve... S-si... Y a enamorarte... ¡Ósea a hacer amigos!

Yo asentí lentamente no entendiendo mucho y salí por la puerta, no quería bajar por la ventana ya que cuando subí me metí de cada hostia que por muy romántico que quiera ser eso de Romeo no es para mi.

Iba por la puerta y saludé a Winifred con una sonrisa, luego fui abaj...

Espera... ¿Winifred?

Regresé donde estaba y la vi con el rostro desencajado,—¿Estabas... con Anne?—Yo asentí y ella me hizo un gesto,—Oye... ¿Tu y yo podríamos quedar hoy a las ocho?

Yo volví a asentir no muy convencido,—¿En el parque?—Ella confirmó y yo salí de allí intentando que Marilla o Matthew no me viesen.

Caminé fuera de allí, encontrándome por el camino algunas tiendas, entre ellas una discográfica que llamó mi atención.

Entré lentamente y pude divisar a Marilla y a Matthew en el mostrador, ¿Ellos trabajan aquí?

Marilla me hizo un gesto con la mano para que me acercara,—Gilbert Blythe, cada día estás más guapo, no te veía desde la fiesta.

Yo sonreí,—Gracias, Marilla.—Miré un poco el espacio,—¿No sabía que tenían una discográfica?

Matthew se llevó una pipa vieja a la boca para soltar una bocanada y mirarme,—Siempre hemos tenido este sueño, y desde que llegó Anne, ella nos ayudó a levantar el negocio.

Yo sonreí al recordar a la pelirroja.

Marilla asintió mirando en dirección a su hermano,—Es cierto, además, ella nos ayuda bastante y muchas veces viene aquí a componer.

—¿Componer?—Pregunté extrañado.

Ella se ríe mostrando los dientes,—Veo que no te lo contó... Ella, compone y canta... Y lo hace muy bien pero siempre acaba frustrando por que dice que lo hace mal.

—¿Tiene un estudio?—Pregunté de nuevo y ella asintió,—Vaya... Supongo que hay cosas que tengo que adivinar de Anne aún.

Matthew sonrió,—Tranquilo, Anne es bastante reservada cuando está en un ámbito normal, pero con el tiempo te irá contando... Y con suerte te dejé entrar a su estudio...

Yo subí una ceja,—¿No deja entrar a la gente a su estudio?

Los dos se carcajearon siendo Marila la que empezará a hablar,—Dios santo, si entras ahí estás muerto. Anne le ha puesto un nombre raro a su estudio... Reina de las nieves creo que era...

Yo sonreí al escuchar el nombre con el que Anne había llamado a su estudio. Sin duda esta chica me iba a volver loco.

Después de haber estado un rato hablando con Marilla y Matthew salí de la tienda y me fui a casa de Bash.

Cuando llegué subí a mi habitación a prepararme para más tarde salir al encuentro con Winifred.

Mi reloj marcaba las siete menos cuarto así que cogí un abrigo, mi móvil, llaves y algo de dinero y me fui despidiéndome de Bash, Mary y Delphi.

𝐂𝐇𝐄𝐑𝐑𝐘 𝐅𝐋𝐀𝐕𝐎𝐑 | awaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora