𝐎 𝟕 | adiós

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Nota de autora: Este capítulo tiene contenido adulto, así que si eres sensible no te recomiendo leerlo.

Winifred.

Duele.

Cuando todo se cae encima tuya y no puedes hacer nada, duele.

Llevo aguantando mierda desde que tengo sentido de razón; los maltratos consecutivos de mi padre, las charlas sobre la perfección de mi madre, un amor no correspondido, problemas con tu sexualidad...

Me enamoré de Anne desde que llegó al instituto, hace tres años para ser exactos, siempre quise verla desde ese entonces.

Su pelo rojizo y sus pecas me volvían loca, y sus océanos perfectos reflejaban la pureza en ellos. Yo misma me lo había buscado.

Siempre habia simulado ser hetero y no dar señales de afecto a Anne, de hecho, al principio me porté demasiado mal con ella por el simple hecho de no corresponder mis sentimientos.

Y cada día me arrepiento más de haberlo hecho, pero al menos ahora puedo verla constantemente como la amiga leal que nunca tuve.

Y odio, realmente lo odio, ver esas miradas entre ella y Gilbert, porque se de sobras que ellos están enamorados pero son demasiado idiotas como para darse cuenta, y su orgullo no les deja gritarle el uno a otro diciendo lo que sienten.

No me burlo, ya que yo soy igual.

Hoy había ido a visitar a mis padres, quería verlos, aunque me odiasen, quería entregarles una carta.

Llamé al pomo y abrió mi hermano, al verme me abrazó fuertemente, yo lo correspondí, Ethan siempre me había ayudado, pero últimamente no estábamos tan juntos.

—¿Están mamá y papá?—Dije con un dejé de aflicción. El asiento y me hizo un gesto de que estaban en la sala.

Los dos caminamos hacia allí y pude ver a mi padre y a mi madre mirándome abrumados,—¿Que haces aquí? Te hemos dicho que no eres bienvenida.

—De eso mismo quería hablaros.—Expliqué tranquilamente sacando la carta,—Yo... Vengo a entregaros esta carta, podéis hacer lo que queráis con ella, quemarla, leerla, destruirla... Estáis en todo vuestro derecho.

Mi madre me miró extraña,—¿Para qué?

—Es... una despedida.—Murmuré murándola a los ojos. Ella cogió la carta pero antes de abrirla yo le aparté la mano,—No la abras, abridla mañana, por favor.

Mis padres asintieron y mi hermano me miraba extrañado, pero antes de que el pudiese decir nada mi padre tomó la palabra,—¿Quieres algo más? Por que en caso de que nos pidas algo no pienso dártelo.

Yo asentí,—Se que no me quieres dártelo, pero eso no significa que yo no te lo pueda robar.—Dije acercándome a él para abrazarlo.

Noté las miradas de toda la familia mirándome, y las palmadas de mi padre en mi espalda.—Que si, que si, sepárate ya, anda.

Luego me acerqué a mi madre y hizo lo mismo, ella me correspondió de aquella manera mientras me acariciaba el pelo, tal y como la hacía cuando era pequeña.

Después fui a donde mi hermano y el correspondió al instante y poniéndome de puntillas me acerqué a su oído y susurré,—Siempre fuiste mi favorito.

Y tras decir todo eso, salí de la habitación dándoles una última sonrisa.

Salí de allí hacia Green Gables, necesitaba entregar mis dos ultimas cartas.

Llegué y me encontré a Anne cocinando unas galletas. Yo me acerqué y la saludé,—Hola.

Ella me miró con una sonrisa deslumbrante,—Hola, ¿vas a querer galletas?

Yo negué,—No creo que me de tiempo...—Ella me miró extraña,—Nada, no te preocupes. Oye, te quería dar tres cosas, importantes.

Se apoyó en la isleta y me miró sonriente,—Claro.

Yo le entregué la primera carta, era una para todos mis amigos, había párrafos para cada uno. Luego le di la otra, que era para ella,—La primera quiero que se la entregues mañana a todos nuestros amigos, y la segunda quiero que la leas mañana, ¿si?

Ella me miró extrañada,—Vaale... ¿Pero no dijiste que había tres?

Yo sonreí apenada,—¿Quien habló de cartas?

Y antes de que ella pudiese hablar cogí su cara entre mis manos y junté mis labios con los suyos, saboreando un néctar de cereza.

Moví mis labios con certeza y ella me correspondió, sus labios eran suaves y esponjosos, lo que me hacía perder la cordura.

Me separé de ella juntando nuestras narices juntos nuestras respiraciones agitadas, le di un pequeño beso de más y salí corriendo de allí.

Por fin.

Por fin era libre.

Ya no había nadie que me prohibiese nada, simplemente era yo y el viento ondeando mi cabellera rubia.

Y pues corriendo vi a una anciana que vendía productos, entre ellos unas tijeras. Las cogí sin previo aviso y corte parte de mi melena.

Siempre quise el pelo corto, mamá.

Después dejé allí las tijeras ignorando las regañonas de la señora y me fui a otro puesto donde una chica linda miraba un collar.

Me acerqué a ella y la besé como si no hubiese un mañana, y reí.

Siempre me gustaron las chicas, papá.

Después fui a un banco y me subí, gritando al viento.

—¡Soy libre! ¡Lo he logrado!

Le gente me miró, y me había ganado su atención, y era genial.

Siempre quise un poco de tu atención, Ethan.

Corrí hasta el acantilado, allí miré las olas chocar contra las rocas, y me reí, no se porqué, pero me reí.

Me habían negado el poder de reír sin parar, el de hablar o amar a quien yo quisiera, y ahora no podían decirme nada.

Cerré mis ojos y sonreí,—Siempre quise ser feliz, Winifred.

Esa era para mi, por que me lo estuve repitiendo durante toda mi vida, y nunca permití que ese sueño se hiciese realidad.

Y ahora estaba hecho, tuve la atención de Ethan, y de todos, tengo el pelo corto, como siempre quise, y tuve un abrazo de mi padre. Y por último, el sabor de los labios de Anne.

Y joder, es genial.

Quería terminar mi historia aquí, para no preocuparse más, para ver a mi abuela después de tantos años.

Con un último impulso abrí mis brazos en cruz y caí al vacío por unos treinta metros de altura, pero sonriendo.

Feliz, mientras caía mis mechones creaban un juego de luces anaranjadas con el atardecer.

Y después de eso fue la oscuridad, y aunq he le hubiese tenido miedo de pequeña, ahora quería quedarme ahí y no irme jamás.

Yo, Winifred Rose, ya era libre.

Continuará🌸

No voy a agregar mucho de este capítulo, me costó bastante hacerlo, y es que las emociones del momento son bastante duras en estos casos.

Es un capítulo de reflexión, para que sepáis que vuestras decisiones cuentan sobre una persona, y es importante saberlo, pensad antes de hacer daño a alguien por que no sabes hasta que punto pueda seguí aquí.

Es para que sepáis que la vida es tan corto como dicen, solo estamos aquí unos días y después nos vamos, así que por favor reflexionad sobre el tema, y hablad siempre con las personas de vuestro al rededor. Podéis contactar conmigo si necesitáis ayuda ❤️

𝐂𝐇𝐄𝐑𝐑𝐘 𝐅𝐋𝐀𝐕𝐎𝐑 | awaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora