𝐎 𝟐 | testaruda

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Gilbert.

—¡Esto es éticamente imposible! ¿¡Y si me viola!? ¡No, no y no!¡Me niego!—Grita Anne a la recepcionista a mi lado.

Ella se encoge de hombros,—Mira, si tiene algún problema con su compañero intente verlo lo menos posible. Ya está, ni que fuera tu ex.

El silencio lo dice todo.

Ella parece darse cuenta,—Bu-bueno no puedo... Hacer nada, lo siento.

—¡Esto es increíble!—Grita la pelirroja.

Yo le doy un pequeño codazo y ella me da una mirada asesina,—Deja de gritar, es la una de la mañana y es lo único que has hecho.

Ella se encamina al ascensor con pasos firmes sabiendo que la sigo,—Hay gente que también grita por aquí, y no precisamente por la ira.

Las puertas del ascensor se cierran y nosotros nos quedamos atrapados en una burbuja incómoda. El único sonido que hay son nuestras respiraciones y el "ding" de éste cuando subimos de piso.

Llegamos al cuarto piso y vamos hacia la puerta, la abro con delicadeza y ella entra a su habitación sacando de esta una manta y una almohada.

—¿Que haces?

Suspira y se va a hacia la puerta,—No toques mis cosas, hoy voy a dormir en el pasillo, me niego a dormir en una misma casa contigo.

—¿Pero que...? Deja de ser tan testaruda y pasa.—Ella niega,—¿Sabes que cuando los estudiantes despierten te van a ver ahí medio muerta, no?

—Pensarán que estaba de fiesta. Repito, no toques mis cosas.

Y con eso cierra la puerta. Niego con la cabeza sonriente. No ha cambiado nada, es la misma Anne testaruda y respondona de siempre.

Ahora que me doy cuenta esta más alta que antes, sus pecas se han extendido y su pelo se lo ha cortado hasta los hombros.

No hago más caso y me voy para cama, no voy a estar comiendome la cabeza por ello.
Tranquilamente me dejo caer en los brazos del Morfeo.

Unos toques leves me despiertan, no le hago mucho caso pero estes se repiten nuevamente. Miré la hora, eran las cuatro de la madrugada.

Noté que los ruidosos venían de la otra habitación. La de Anne, pero recordé que ella no estaba en casa así que le miedo vino hacia mi.

Corrí silenciosamente hacia la cocina y cogí una sartén. De una patada abrí la puerta y solté un grito cuando no vi a nadie.

Retifico; Si había alguien.

Refifico por dos; Anne estaba en el balcón de la ventana.

Estaba tapada hasta la cabeza con la manta que cogió antes y su almohada debajo de su brazo. Cabe recalcar que estaba empapada ya que estaba lloviendo.

Estaba temblando, y aún que se carcajeó dos segundos de mi reacción volvió a temblar.

—Tengo frío.—Dijo a través de la ventana haciéndome señas para que abriera.

Yo al instante la abrí notando como la brisa me daba en la cara, y ella entraba corriendo a el armario para coger unas toallas.

Se envolvió en una y me miró,—¿Qué?

—¿Como coño has hecho para ir de un pasillo a un balcón?

Se rasca la nuca,—Bueno, en el pasillo unos borrachos empezaron a vacilarme, yo le di un puñetazo a uno y corrí. Llegué hasta las escaleras del piso de abajo y subí corriendo. Y bueno, lo demás ya lo sabes...

𝐂𝐇𝐄𝐑𝐑𝐘 𝐅𝐋𝐀𝐕𝐎𝐑 | awaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora