Capitulo 15

419 27 0
                                    

┏━━━━•❃°•°•°•°❃•━━━━┓

AHORA SOMOS TRES

┗━━━━•❃°•°•°•°❃•━━━━┛

Luego de que hablaran con Phineas Nigellus, Venus se tiro al sillón, no le gustaban los acertijos y los cuatros estaban metidos en uno.

-¡Harry! -exclamó Hermione.

-¡Sí, ya lo sé! -dijo Harry y dio un puñetazo al aire.

-¡La espada destruye los Horrocruxes! ¡Las armas fabricadas por duendes sólo se imbuyen de aquello que las fortalece! ¡Harry, esa espada está impregnada con veneno de basilisco!

-Y Dumbledore no me la dio porque todavía la necesitaba; quería utilizarla para destruir el guardapelo...

-...y debe de haberse percatado que no te dejarían tenerla si te la dejaba en su testamento...

-Y hizo una réplica -dijo Venus.

-...Y puso una falsificación en la vitrina...

-... Y dejó la verdadera... ¿Dónde?

Ese era el dilema. Podrían haber cientos de lugares probables.

-No creo que la haya dejado en Hogwarts -dijo Venus mirándolos.

-Tal vez la dejó encargada con alguien -sugirió Hermione.

-¿Qué piensas tú, Ron? -preguntó Harry.

Por un desconcertante momento pensó que Ron había dejado la tienda, luego se dio cuenta que Ron estaba tendido en una litera envuelto en las sombras, inmóvil.

-Oh, se han acordado de mi, ¿eh? -dijo.

-¿Qué?

Ron bufó con la vista fija en la parte de abajo de la litera superior.

-Prosigan. No dejen que les estropee la diversión.

Venus miró desconcertada a Ron.

-¿Cuál es el problema? -preguntó Harry.

-¿Problema? No hay ningún problema -dijo Ron aún rehusando mirar a Harry-. No en lo que a ti respecta, de cualquier forma.

Se escucharon varios golpes sordos en la lona sobre sus cabezas. Había empezado a llover.

-Bueno, evidentemente tienes un problema -dijo Harry-. Escúpelo, ¿quieres?

Ron balanceó las largas piernas fuera de la cama y se sentó. Se le veía sórdido, no parecía él mismo.

-Esta bien, lo escupiré. No esperes que salte arriba y abajo por toda la tienda porque hay otra condenada cosa que debemos encontrar. Añádela a la lista de cosas que no sabes.

-¿Qué no sé? -repitió Harry-. ¿Qué no sé?

Plunk, plunk, plunk. La lluvia caía cada vez más fuerte y pesada; produciendo leves ruidos en la capa de hojas esparcidas alrededor de ellos y chapoteando en el río a través de la oscuridad.

Venus rápidamente hizo un hechizo para que la tienda no se mojara.

-No es como si estuviera pasando el mejor momento de mi vida aquí, -dijo Ron-. Sabes, con el brazo estropeado, nada que comer y congelándome el trasero todas las noches. Solo tenía la esperanza, sabes, de que después de haber estado dando vueltas durante semanas, hubiéramos logrado algo.

-Ron -advirtió Venus al saber que esto en cualquier momento se iba a descontrolar.

-Creí que sabías para lo que te habías ofrecido voluntario. -dijo Harry.

Venus y las Reliquias de la Muerte [7]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora