Capítulo 14

1.5K 240 14
                                    

Jimin



—No vuelvas a echarme de tu lado, Jungkook —le exijo entre besos—. Otra vez no. No puedo soportar estar sin ti.

—Yo tampoco.

Le rodeo la cintura con los brazos y escondo el rostro en su pecho. Cuánto le he echado de menos. Me estremezco y vuelvo a llorar.

—Lo siento, Jimin. Oh, Dios, lo siento. —Le tiemblan las manos al acariciarme la espalda—. No llores, por favor.

—Siento no haberme ido contigo esa noche de casa de San y Woo Young. Lo siento mucho —digo, con la voz también trémula.

—No, no. Reconozco que me puse furioso y que cuando vi que Choi te abrazaba, estuve tentado de arrancarle los brazos, pero lo entiendo. O creo que he llegado a aceptarlo.

—Cuando vi que no volvías con el coche, me asusté tanto, y cuando llegaste con esa fotografía y comprendí que llevabas días mintiéndome, ocultándome la verdad después de que nos habíamos prometido no volver a hacerlo... Me enfadé y quise hacerte tanto daño como tú me estabas haciendo a mí.

Jungkook suelta despacio el aliento y me da un inseguro un beso en la cabeza.

—Te mentí y por desgracia creo que volvería a hacerlo. Si sé que estás en peligro, te protegeré. Siempre. Por cualquier medio que sea necesario.

—Jungkook, pero no sabes si estoy en peligro. Según San, lo más probable es que seas tú quien lo corre. —Me estremezco y Jungkook me abraza más fuerte—. Tendrías que habérmelo contado y no ordenarle a Frederick que me siguiese a todas partes, o pasarte la noche hurgando tú solo en las heridas de tu pasado en busca de una pista para encontrar a Hyun Bin.

—Gracias por no llamarlo «mi padre».

—¿Lo ves? —Me aparto y lo miro a los ojos—. Yo te entiendo y puedo ayudarte. Cuando tú no estás, no sirvo para nada. No puedo pensar, no puedo dormir, ni siquiera me importa respirar. Pero cuando estás —le sujeto de nuevo la cara entre las manos—, todo tiene sentido.

—¿Y si esto es lo que acaba con nosotros? ¿Y si destruyendo a Gong Yoo y a Hyun Bin termino convirtiéndome exactamente en un hombre como ellos? —Se aparta y me da la espalda—. ¿Y si me abandonas después de descubrir toda la verdad?

—Jungkook...

—Entonces no me quedará nada, ni siquiera yo mismo. No quiero morir. — Se da media vuelta y vuelve a mirarme. Tiene los ojos negros y brillantes y reflejan su desesperación por hacerme entender—. Esa noche, frente a la casa de Choi, me acusaste de querer morir.

—Sí, lo sé.

—¿Por qué lo hiciste?

—Porque veo en tu interior y sé que sigues creyendo que no mereces estar aquí, que mereces un castigo horrible por haber sobrevivido y que la muerte es la única manera de ajustar cuentas.

—¿Con quién?

—Con tu hermana, con el destino. —Me seco una lágrima—. No lo sé. Pero mírame a los ojos y dime que no crees que morir sería el castigo perfecto para ti.

—No, no lo creo. El castigo perfecto para mí sería, es, perderte a ti. Por eso me fui, porque sé que si yo desaparezco, tú estarás bien.

—¿Y tú?

—Tú estarás bien, eso es lo único que importa.

—Yo no estaré bien sin ti, Jungkook. Ni ahora ni nunca. Te amo. —Él no dice nada, a pesar de que lo veo apretar con más fuerza la mandíbula—. ¿Te fuiste para castigarte?

Un día más - |Kookmin| #4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora